El pico de las Perseidas y más fenómenos astronómicos de agosto
Varias lluvias de meteoros y un desfile de planetas aguardan en los cielos de este mes.
Los gigantes gaseosos Júpiter y Saturno dominarán las noches de agosto, ya que el resplandor del sol ocultará en gran medida Marte y Venus. Los observadores más agudos también podrán encontrar al planeta más interior, Mercurio, ya que hará su mejor aparición matutina del año. Y pese a la interferencia de la Luna, los astrónomos aficionados podrán disfrutar de la lluvia de meteoros de las Perseidas.
Así que marca estas fechas en tu calendario de agosto y no dejes de maravillarte con el firmamento.
1 a 7 de agosto: nubes noctilucentes
En el hemisferio norte, la primera semana de agosto ofrecerá la última oportunidad del año de disfrutar de uno de los espectáculos más vistosos de nubes noctilucentes.
Estas tenues «nubes nocturnas luminosas» aparecen en la frontera con el espacio cuando se forman cristales alrededor de las partículas de polvo que caen en la atmósfera terrestre. Debido a su altitud extrema, las nubes estarán iluminadas aunque el Sol se haya puesto desde el punto de vista de las personas en la superficie, lo que producirá cintas resplandecientes en lo alto del cielo durante el crepúsculo. Pero conforme los días se acorten a medida que se acerque el otoño, las nubes noctilucentes se esfumarán.
2 de agosto: lluvia de meteoros Alfa Capricórnidas
Agosto es célebre por la llegada de las Perseidas, una de las lluvias de meteoros anuales más prolíficas. Pero como este año esa famosa lluvia tendrá que enfrentarse al resplandor de la luna llena, la mejor forma de saciar la sed de estrellas fugaces será contemplar lluvias menores, como las Alfa Capricórnidas.
El pico de esta lluvia de meteoros llegará a primeras horas de la mañana, cerca de la constelación Capricornio en el cielo meridional. Desde un lugar oscuro en latitudes medio-septentrionales deberían observarse unos seis meteoros por hora. Sin embargo, estos ritmos pueden llegar a los doce meteoros por hora para los observadores del hemisferio sur. Y no olvidemos mantener los ojos bien abiertos por si se producen unos cuantos meteoros más grandes y brillantes.
9 de agosto: Mercurio por la mañana
A mediados de agosto será la mejor época del año para observar al diminuto Mercurio, el más esquivo de todos los planetas visibles sin ayuda de telescopios ni prismáticos. Mercurio es el planeta más cercano al Sol, por eso, desde la perspectiva de la Tierra, suelen permanecer en la parte baja del horizonte y puede ocultarlo el resplandor del Sol cuando sale o se pone.
El 9 de agosto, busca el planeta en el este una media hora antes del amanecer local, peinando la zona con prismáticos para determinar la ubicación exacta de Mercurio. El tenue planeta se encontrará a unos 10 grados sobre el horizonte, igual a la altura del puño sostenido con el brazo extendido, y parecerá un objeto estelar distintivo entre la estrella Proción en la parte inferior derecha y las estrellas gemelas Cástor y Pólux en la parte superior derecha.
9 de agosto: Júpiter y la Luna
Busca la luna gibosa creciente, que formará una conjunción muy vistosa con el brillante Júpiter el 9 de agosto. El dúo cósmico dominará la noche conforme se deslice por el cielo meridional. Observa minuciosamente la parte inferior derecha y también podrás ver a la gran estrella naranja Antares, parte de la constelación Escorpio.
11 de agosto: Saturno y la Luna
Cuando se haga de noche el día 11, una Luna casi llena se colocará junto a un objeto estelar dorado, el planeta anillado Saturno. Los dos cuerpos celestes formarán una pareja impresionante dentro de la constelación Sagitario. Como reto de observación, intenta avistar la distintiva estrella azul Nunki, que se encontrará bajo la Luna. Saturno, la Luna y la estrella formarán un pulcro triángulo, mientras que el contraste de color entre Saturno y la estrella a 228 años luz será bastante notable.
13 de agosto: pico de las Perseidas
Esta famosa lluvia de meteoros anual, célebre porque produce hasta 60 meteoros por hora, alcanzará su pico el día 13. Pero con la luna llena a unos días del pico, el resplandor lunar supondrá un obstáculo para avistar las Perseidas. Se prevé que el espectáculo sea bastante exiguo, con casi una docena de meteoros por hora en condiciones de oscuridad.
Con todo, valdrá la pena contemplar las estrellas fugaces, ya que las Perseidas también producen bolas de fuego bastante brillantes. El mejor momento para intentar verlas serán las dos horas previas al amanecer local, cuando la lluvia de meteoros alcanzará su máxima actividad. Los meteoros parecerán irradiar de la constelación homónima, Perseo.
14 de agosto: Venus en conjunción superior
Este día, Venus estará directamente detrás del Sol desde la perspectiva de la Tierra, situándose en lo que los astrónomos denominan conjunción superior. Desde este punto en adelante, el planeta parecerá alejarse del disco solar y empezará a subir en nuestros cielos, alejándose del resplandor del Sol. Así, Venus será visible como «estrella de la tarde» a finales de septiembre.
17 de agosto: pico de las Kappa Cígnidas
Intenta observar esta pequeña lluvia de meteoros, que irradiará de la constelación Cygnus cuando alcance su pico, el día 17. Aunque quizá solo se vean menos de seis estrellas fugaces por hora, el punto radiante estará casi encima de las cabezas de la mayoría de los observadores del hemisferio norte, por lo que la lluvia podrá observarse desde casi cualquier lugar.
28 de agosto: la Luna y el Pesebre
Para un gran reto de observación, intenta encontrar la finísima luna creciente cuando se encuentre con el cúmulo estelar del Pesebre, un enjambre de estrellas a unos 610 años luz. Ambos objetos se verán con prismáticos en la parte baja del horizonte oriental, entre una hora y media hora antes del amanecer local.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.