Esta alineación planetaria de seis semanas será el evento espacial estelar del inicio de 2025
Desde el martes 21 de enero es posible observar la alineación de seis planetas desde la Tierra. Cuatro de ellos podrán verse a simple vista durante unos días.
Ilustración de los ocho planetas del Sistema Solar. Del 16 de enero al 12 de marzo de 2025, los planetas estarán en una parada planetaria, que ha sido visible a simple vista hasta el 25 de enero.
“Hablamos de alineación planetaria, pero el término es una fuente de confusión”, afirma Pascal Descamps, astrónomo del Observatorio de París (Francia). “Algunas personas pueden pensar que los ocho planetas estarán en una misma línea, pero no es así”, explica.
Los medios de comunicación utilizan el término alineación planetaria, pero la comunidad científica prefiere usar palabras como "desfile", "parada" o "agrupación planetaria" para describir el fenómeno. “En la Tierra, nuestra percepción del cielo se limita al plano elíptico desde el que observamos los planetas”, explica el astrónomo. “Así que cuando hablamos de un desfile de planetas, en realidad estamos hablando de una agrupación de un cierto número de planetas en el mismo rincón del cielo que se puede observar desde la Tierra”.
Desde el 16 de enero, Marte, Júpiter, Venus y Saturno bailan juntos. Neptuno y Urano también se unirán, pero no serán visibles a simple vista, “debido a su distancia, su tamaño y la poca luz que reciben en los confines de nuestro sistema solar”, comenta Pascal Descamps. Mercurio se unirá al desfile un poco más tarde, a partir del 28 de enero.
Según los cálculos del Observatorio de París, “el acontecimiento comenzó realmente la noche del 16 de enero y terminará el 12 de marzo [...]. Sin embargo, sólo será visible a simple vista del 21 al 25 de enero[si la meteorología local lo permite]”, advierte el astrónomo. Esto se debe a que, antes del 21 de enero, “los planetas no estaban lo suficientemente lejos del Sol como para que su luz dejara de estar cubierta por el halo de nuestra estrella”, explica. Los cálculos del observatorio también predicen que “la agrupación más estrecha se producirá el 3 de marzo de 2025”, aunque ya no será visible a simple vista.
Según Pascal Descamps, “un desfile de planetas es un acontecimiento relativamente regular [...], y el próximo debería tener lugar entre el 28 de marzo y el 6 de abril de 2036. Y esa vez, la Luna se unirá al baile”.
Aunque el mal tiempo generalizado en la península ibérica a mediados de enero ha complicado su visualización a simple vista en la mayor parte de España, con un telescopio de aficionado todavía se podrá ver el acontecimiento estelar. El Observatorio Astonómico Nacional, del Instituto Geográfico Nacional de España, tiene una web interactiva en el que da claves del aspecto del cielo día a día.
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Cómo sabemos cuándo se alinean las estrellas
“Predecir los movimientos de todas las estrellas ha sido el trabajo de los astrónomos desde la Revolución Francesa”, comenta Pascal Descamps. Esta actividad se conoce como mecánica orbital desde que Pierre-Simon Laplace, astrónomo, matemático, físico y político francés introdujo el término en el siglo XVIII. “Intentó explicar ciertos comportamientos de los cuerpos celestes a partir de la teoría de la gravitación de Isaac Newton”, explica el astrónomo.
Urbain Le Verrier, astrónomo y matemático francés especializado en mecánica orbital, descubrió Neptuno en 1846. “Se dio cuenta de que Urano se comportaba de forma extraña y que estaba sometido a la fuerza gravitatoria de otro cuerpo celeste, que hasta entonces había sido invisible para el gran público”, explica Pascal Descamps. Así nació la hipótesis de la existencia de un octavo planeta en nuestro sistema solar. Ese mismo año, el planeta fue finalmente observado por el astrónomo alemán Johann Gottfried Galle, confirmando así su existencia.
El desfile de planetas y la espiritualidad
Antes de la Revolución Francesa, la distinción entre astronomía y astrología no estaba del todo clara. "En la historia de la ciencia, ambas disciplinas no se separaron hasta después del siglo XVII", explica Jacques Arnould, teólogo especializado en historia de la ciencia del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia.
En aquella época, "la creencia en el vínculo entre los cambios en el cielo y sus efectos sobre la vida humana estaba ampliamente aceptada", afirma Arnould. "Muy pronto, la humanidad intentó dilucidar los misterios de los cielos y trató de darles un sentido y un orden a la naturaleza", dice.
En muchas civilizaciones, las agrupaciones de estrellas y cuerpos celestes se ritualizan de un modo u otro. "La civilización maya estudiaba los movimientos de las estrellas, el Sol y la Luna para establecer un calendario y las fechas de las principales ceremonias", explica Arnould. Los mayas interpretaban las alineaciones planetarias como señales del comienzo o el final de un ciclo importante.
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Los eclipses también desempeñaban un papel central en los rituales mayas. Este acontecimiento, símbolo de peligro o renovación, se asociaba a ritos de protección contra la batalla entre las fuerzas de la luz y la oscuridad. Se organizaban ceremonias para apaciguar a los dioses y evitar que las deidades malignas devoraran el Sol o la Luna.
En la India, cada 12 años se celebra una peregrinación hindú llamada Kumbh Mela (literalmente "festival de la jarra"). Esta peregrinación, que atrae al mayor número de participantes del mundo, se organiza con base a métodos astrológicos: la fecha viene determinada por la alineación específica del Sol, la Luna y Júpiter. La última ceremonia coincide con la alineación actual de los planetas. Comenzó el 13 de enero de 2025 y finalizará el 26 de febrero de 2025.
Las llamadas "religiones del Libro" (el judaísmo, el cristianismo y el islam) también hacen referencia a la astronomía en el sentido en que se entendía antes del siglo XVII. El islam considera "estas alusiones más bien advertencias", señala Jacques Arnould. "En el Corán, las estrellas no son más que indicadores, servidores de Dios, que no deben confundirse con Dios mismo", explica.
De los diversos tipos de alineación estelar, "los eclipses, en particular, tienen una connotación más aterradora en muchas creencias que los planetas"[...]. La mayoría de los rituales que rodean este acontecimiento tienen por objeto ahuyentar la oscuridad para que reaparezca la luz del día". En cambio, "una reunión de planetas suele considerarse una celebración y no una catástrofe", concluye el historiador.
Este artículo se publicó originalmente en francés en nationalgeographic.fr.