Eclipse lunar: ¿por qué se producen y que tipos hay?
Este fenómeno ha deleitado y aterrorizado a la humanidad a lo largo de los siglos. Descubre los tres tipos diferentes, qué los provoca y cómo los interpretaban las culturas antiguas.
Durante un eclipse de luna, la oscuridad se extiende gradualmente por la cara de la luna.
Los eclipses de Luna se producen unas dos veces al año, cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean y la Luna cae bajo la sombra de nuestro planeta. Hay tres tipos de eclipses lunares: los eclipses totales o "lunas de sangre", los parciales y los penumbrales.
Este año veremos dos eclipses lunares: uno penumbral el 25 de marzo y otro parcial el 17 de septiembre. El primero será sutil, ya que la Luna sólo pasará por la sombra exterior de la Tierra, más tenue, denominada penumbra.
Aunque los eclipses penumbrales no suelen ser visibles a simple vista, este eclipse de primavera debería serlo. Esto se debe a que la sombra de la Tierra cubrirá el 95 por ciento de la superficie lunar; sólo se necesita el 60 por ciento para ver el eclipse a simple vista.
En septiembre, el efecto será más espectacular, ya que una parte de la Luna pasará a la parte más oscura de la sombra de nuestro planeta, llamada umbra. Parecerá que se ha tallado un círculo en el costado de la Luna.
Este fenómeno cósmico ha deleitado o aterrorizado a la humanidad a lo largo de la historia, y los astrónomos han aprendido a seguir los movimientos celestes para predecir cuándo se producirá un eclipse lunar con años o siglos de antelación.
¿Qué son los eclipses lunares penumbrales y parciales?
Aunque normalmente vemos una luna llena al mes, no todos los meses se produce un eclipse lunar. Esto se debe a que la órbita de la Luna alrededor de la Tierra está ligeramente inclinada y sólo atraviesa la sombra cónica del planeta en momentos concretos.
Esa inclinación es la razón por la que cada eclipse puede verse en momentos diferentes y desde lugares distintos de la Tierra. Sin embargo, los astrónomos han observado que los eclipses lunares siguen un patrón a largo plazo denominado ciclo de Saros, y que dos eclipses separados por un ciclo de Saros comparten atributos similares a lo largo del tiempo.
Además, no todos los eclipses lunares cubren completamente el disco lunar. Durante un eclipse lunar parcial, sólo una parte de la Luna atraviesa la umbra y el resto de la Luna permanece iluminada por el Sol.
Durante un eclipse penumbral, toda o parte de la luna atraviesa la parte más brillante de la sombra de la Tierra, y vemos muy poco efecto desde la Tierra.
¿Qué es un eclipse lunar total o luna de sangre?
De vez en cuando, el orbe plateado de la luna llena sufre una dramática transformación. La oscuridad se desliza por la cara lunar y, durante un tiempo, toda la luna puede teñirse de un rojo sangre intenso.
Esto es lo que se conoce como eclipse lunar total, cuando la Luna, el Sol y la Tierra se alinean de la forma adecuada para que la Luna sea engullida por la sombra de la Tierra.
Su punto álgido, llamado totalidad, puede durar hasta una hora y 47 minutos, mientras que el eclipse total puede durar unas seis horas de principio a fin, ya que la luna se desliza detrás de la Tierra y luego emerge por el otro lado.
Durante la totalidad, el orbe lunar cambia de color y se vuelve amarillo, naranja rojizo o incluso carmesí intenso, razón por la que a veces se denomina luna de sangre a un eclipse lunar total. Este efecto de aspecto ominoso aparece porque la Luna no genera su propia luz, y lo que normalmente vemos como luz lunar es en realidad luz reflejada del Sol.
Aunque la mayor parte de esa luz solar queda bloqueada durante un eclipse lunar total, parte de ella se desvía y dispersa al filtrarse a través de la atmósfera terrestre, de modo que sólo llegan las longitudes de onda más largas y rojizas. El color exacto que vemos en la Luna depende de la cantidad de polvo que haya en la atmósfera terrestre, ya que el polvo puede absorber más luz filtrada y, por tanto, intensificar el tono de la Luna eclipsada.
Mitos sobre los eclipses de luna
Hoy en día, los eclipses lunares son motivo de celebración, y muchas personas organizan fiestas para ver el acontecimiento e incluso viajan grandes distancias para ver uno en persona. Pero los eclipses del pasado han dado lugar a una serie de mitos y leyendas relacionados con interpretaciones más originales y coloridas del acto de desaparición de la luna.
Los incas, por ejemplo, contaban historias de un jaguar que atacaba a la luna y la ensangrentaba, mientras que los mesopotámicos creían que la luna era atacada por demonios. Y los batammaliba de Togo y Benín interpretan un eclipse lunar como una disputa entre el sol y la luna.
Gracias a nuestra comprensión de la danza continua de la dinámica orbital, los astrónomos pueden calcular cuándo debieron ocurrir los eclipses en el pasado. Cotejando esas fechas con los relatos escritos, los científicos pueden determinar cuándo debió producirse un eclipse total de luna en un momento de importancia histórica.
Disfruta de los eclipses lunares totales mientras duren: las mediciones de la distancia entre la Tierra y la Luna muestran que nuestra compañera lunar se aleja de nosotros en espiral a unos 3,8 centímetros al año. Dentro de unos mil millones de años, la luna estará demasiado lejos como para que la sombra de la Tierra la envuelva por completo, y las lunas de sangre pasarán a ser materia de leyenda.
Este artículo se publicó originalmente en junio de 2011 y ha sido actualizado el 11 de abril de 2024.