19 de septiembre de 2011
El planeta de los anillos
En la Antigüedad Saturno era considerado el planeta más distante de los cinco conocidos. En 1610, el astrónomo italiano Galileo Galilei lo observó por primera vez a través de un telescopio y para su sorpresa, descubrió dos objetos flanqueando el planeta. Los dibujó como esferas separadas y describió a Saturno como un objeto formado por tres cuerpos. En 1659, el astrónomo neerlandés Christiaan Huygens, observándolo con un telescopio de mayor potencia que el utilizado por Galileo, afirmó que Saturno estaba rodeado por un anillo plano y delgado.
En 1675, el astrónomo de origen italiano Jean-Dominique Cassini descubrió una «división» entre los ahora llamados anillos A y B. En la actualidad se sabe que la fuerza gravitacional del satélite de Saturno Mimas es responsable de la División Cassini, de 4.800 kilómetros de ancho.
Al igual que Júpiter, Saturno está formado principalmente por hidrógeno y helio y su volumen es 755 veces mayor que el de la Tierra. Los vientos de la parte superior de la atmósfera alcanzan los 500 metros por segundo en la región ecuatorial, mientras que los mayores vientos huracanados en la Tierra alcanzan como máximo los 110 metros por segundo. Estos vientos, junto con el calor que emerge del interior del planeta, crean las bandas amarillas y doradas visibles en la atmósfera.
El sistema de anillos de Saturno es el más grande y complejo del Sistema Solar, extendiéndose en cientos de miles de kilómetros. A principios de la década de 1980, dos sondas espaciales Voyager de la NASA revelaron que los anillos de este planeta están formados principalmente por agua helada. También encontraron anillos «trenzados», «rizos» y «cuñas radiales», estructuras oscuras que rotaban alrededor del planeta a un ritmo distinto que el material de los anillos. El material de los anillos puede tener varios tamaños, variando entre algunos micrómetros o varios metros. Dos de los satélites pequeños orbitan en los espacios de los anillos principales.
Muchos satélites
Saturno tiene 52 satélites principales y probablemente haya muchos más esperando ser descubiertos. El de más tamaño, Titán, es un poco más grande que el planeta Mercurio (Titán es el segundo satélite más grande del Sistema Solar, solamente superado por Ganímedes, satélite de Júpiter). Titán está envuelto por una gruesa atmósfera rica en nitrógeno que podría parecerse a lo que fue la Tierra hace mucho tiempo. El estudio de este satélite revelará mucha información sobre la formación de los planetas e incluso, quizá sobre los primeros días de la Tierra. Saturno también tiene muchos satélites «helados». Cada uno de sus satélites es único: desde Encélado, que muestra recientes (y actuales) cambios en su superficie, hasta Jápeto, con un hemisferio más oscuro que el asfalto y otro tan brillante como la nieve.
A pesar de que el campo magnético de Saturno no es tan grande como el de Júpiter, es 578 veces más potente que el de la Tierra. Saturno, sus anillos y muchos de sus satélites se encuentran dentro de su enorme magnetosfera, la zona en la que el comportamiento de las partículas cargadas eléctricamente se ve más afectada por el campo magnético de Saturno que por el viento solar. Las imágenes del telescopio espacial Hubble muestran que las regiones polares de Saturno tienen auroras parecidas a las de la Tierra. Las auroras se producen cuando las partículas cargadas giran en la atmósfera de un planeta a lo largo de las líneas del campo magnético.
Voyagers 1 y 2 tomaron fotografías de Saturno en 1981. El siguiente capítulo de nuestro conocimiento sobre este planeta está en marcha, con la misión espacial Cassini- Huygens explorando el sistema de Saturno. La sonda Huygens descendió a la atmósfera de Titán en enero de 2005, y recogió datos sobre su atmósfera y superficie. Cassini orbitará alrededor de Saturno más de 70 veces durante el estudio de cuatro años del planeta, sus satélites, sus anillos y su magnetosfera. La misión Cassini-Huygens es un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana.