12 fotos que muestran una parte de Corea del Norte que no habías visto
Las fotografías premiadas de David Guttenfelder muestran como los deportes y la diversión forman parte del día a día en Corea del Norte.
21 de febrero del 2016
El fotógrafo David Guttenfelder es uno de los pocos occidentales que ha podido pasar largas temporadas en Corea del Norte. Comenzó viajando al aislado país en el año 2000, y ayudó a abrir la agencia de“Associated Press” en Pyongyang en 2012. A lo largo del tiempo ha ido notando un cambio cultural en la capital. Es un cambio que viene rodado.
“Patinaje en línea y Corea del Norte- no habrías asociado estas dos cosas”.
Según comenta Guttenfelder, desde el ascenso al poder de Kim-Jong-un como Líder Supremo, ha habido un impulso para llevar las normas internacionales a Pyongyan. Y la clave de todo ese impulso han sido el atletismo y la diversión, o lo que es lo mismo: el patinaje en linea.
“No puedo contar el número de zonas para patinar que hay en la capital y alrededores” dice Guttenfelder. “comenzó con gran parte de la élite, pero se está extendiendo por todo el país, hace que la gente salga a jugar y a disfrutar.
Tras la apertura de la agencia de “Associated Press”, Guttenfelder ha pasado tres años entrando y saliendo de Corea del Norte. Se ha encargado de fotografiar tanto noticias como la vida diaria. “Mi trabajo allí como fotoperiodista ha sido tener un ojo crítico”, dijo. “Pero también se trataba de fotografiar el lado humano y mostrar que hay personas normales tratando de salir adelante, de vivir sus vidas”. Su dedicación a fotografiar Corea del Norte durante años ha dado sus frutos. Esta semana Guttenfelder ganó el tercer puesto en los premios “World Press Photo”, en la categoría de Proyectos a Largo Plazo.
Los norcoreanos tienen muy poco tiempo libre; la mayoría trabajan seis días a la semana. También tienen poco control sobre cómo utilizar su tiempo fuera del trabajo. Pero como nos muestra Guttenfelder con sus fotografías, no solo patinan en línea, si no que bailan, juegan al baloncesto, compiten en juegos recreativos y ven obras de teatro. “La mayoría está orientado a la gente de clase alta”, puntualiza Guttenfelder. “Pero no es solo para ellos, realmente se está extendiendo a todos”.