Stephen Hawking experimenta la ingravidez
Para el astrofísico británico, este vuelo en el Centro Espacial Kennedy fue mucho más que una experiencia personal.
26 de abril de 2007
Girando como un «gimnasta de medalla de oro» —como dijo uno de los miembros de la tripulación—, Stephen Hawking dejó su silla de ruedas para un vuelo de 90 minutos con periodos de 25 segundos de ingravidez.
«Fue impresionante», dijo en un comunicado el astrofísico británico. «Podría haber seguido mucho tiempo. ¡Espacio, allá voy!».
El vuelo, operado por la Zero Gravity Corporation desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, siguió una ruta parecida a la de una montaña rusa, creando condiciones de ingravidez en la cresta de cada arco, un método empleado para preparar a los astronautas para los viajes espaciales. Una cabina acolchonada, monitores de frecuencia cardíaca y tensión arterial, cuatro médicos y un enfermero ayudaron a mantener a salvo al autor de Breve historia del tiempo.
La ELA, o enfermedad de Lou Gehrig, ha dejado a Hawking paralizado y mudo. Empleando movimientos oculares y un sintetizador para comunicarse, había dicho antes del vuelo que «sería una bendición ser ingrávido», según Associated Press.
Pero Hawking dejó claro que este era mucho más que un viaje personal.
«La vida en la Tierra tiene cada vez más riesgos de ser devastada por un desastre, como el calentamiento global repentino, la guerra nuclear, un virus modificado genéticamente u otros peligros», declaró en un comunicado. «Creo que la raza humana no tendrá futuro si no va al espacio».