Cómo saber si una foto ha sido retocada
En uno de los primeros ejemplos de manipulación fotográfica, la cabeza de Abraham Lincoln se superpone a la figura y el fondo de un grabado anterior de John C. Calhoun. Durante casi un siglo, nadie se dio cuenta de que la imagen había sido modificada, hasta que el fotoperiodista Stefan Lorant se percató de que Lincoln tenía un lunar en el lado equivocado de la cara.
Tras meses de especulaciones sobre la ausencia de Kate Middleton, princesa de Gales, de la vida pública, una foto familiar alterada digitalmente y publicada por el Palacio de Kensington no hizo más que avivar el fuego, ya que ciertos observadores con ojos de lince fueron capaces de identificar detalles anómalos, como un extraño puño y una cremallera desparejada.
Aunque la Princesa de Gales admitió más tarde haber editado la foto, los expertos dicen que la mayoría de las veces hay que dejar la verificación de la imagen a los profesionales.
La impresión original del grabado de A.H. Ritchie de John Calhoun, hacia 1852. Con la ayuda de la moderna búsqueda inversa de imágenes, es fácil encontrar información sobre iteraciones pasadas de imágenes como ésta.
"Es muy fácil pasarse de la raya y que, de repente, todo resulte sospechoso", afirma Hany Farid, profesor de la Universidad de California (Estados Unidos) especializado en análisis forense de medios de comunicación; "a ojo, no vas a poder averiguar qué es real con ninguna fiabilidad".
Mientras tanto, los expertos disponen de herramientas especiales, como "técnicas forenses digitales y recursos como la geolocalización, las imágenes por satélite y los datos de sensores para asegurarnos de que nosotros (y nuestra audiencia) podemos confiar en lo que vemos", afirma Christopher Looft, productor coordinador de la unidad de verificación visual de la cadena de televisión estadounidense ABC News. "La inteligencia artificial generativa avanza a tal velocidad que los 'indicios' que buscaríamos hace un año probablemente ya estén desfasados".
Dicho esto, si te preocupa que te engañen con información errónea, estos son algunos consejos que, según los expertos, puedes empezar a utilizar hoy mismo.
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¿Cuál es la fuente?
Tu primera línea de defensa es preguntarte de dónde procede una fotografía. Algo publicado por un particular, una empresa o una entidad política puede estar alterado para quedar bien, promocionar un producto o beneficiarle de algún otro modo.
Pero, ¿qué ocurre con los medios de comunicación de confianza, que también son empresas? Farid dice que aún se puede confiar en los que tienen un historial de cobertura objetiva. "Tienen incentivos para hacerlo bien", afirma. Cuando las agencias fotográficas tuvieron que notificar a sus clientes que dejaran de distribuir la foto de Kensington, fue "malo para el negocio", ya que perjudica su credibilidad, afirma Farid.
"El 99,9% de las veces aciertan", dice Farid sobre las organizaciones de noticias de confianza; "se puede discrepar de cualquier sesgo político percibido, pero se trata de gente seria que hace un trabajo serio". Y añade que las normas que deben cumplir estos medios para publicar una fotografía están muy por encima de las de cualquier individuo o entidad comercial, si es que estos las tienen.
Cuidado con los temas candentes
Las falsificaciones políticas también proliferan, sobre todo en año electoral. Está la sátira, dice Farid, que está protegida como comentario político; luego están las llamadas automáticas con la voz de un candidato presidencial, que podrían ser ilegales. Es una línea muy fina.
Los conflictos son otro tema candente. "En la niebla de la guerra, es muy difícil saber qué está pasando. Las emociones están a flor de piel. La desinformación y las imágenes falsas complican mucho las cosas", explica Farid. "En cuestión de días, vemos imágenes falsas, audios falsos, vídeos falsos, y luego lo real se califica como falso".
Piensa en la iluminación
Una de las formas en que se puede decir que la foto de Kensington no fue manipulada por IA es que "la iluminación de sus rostros es consistente", dice Farid. Es un detalle en el que Mark Thiessen, fotógrafo de la plantilla de National Geographic, piensa constantemente.
Gracias a décadas de experiencia en iluminación y fotografía, pudo responder qué foto de un guepardo había sido generada por la IA, un enigma que dejó perplejos a muchos miembros de nuestra plantilla y a nuestros lectores.
Thiessen observa que, mientras que las dos fotos reales tenían una iluminación realista (una iluminada por el sol ligeramente a la derecha del guepardo y la otra captada con un flash frontal), el guepardo de la IA tenía un fuerte resplandor azul poco natural en un ojo. El azul no es necesariamente un color extraño, sobre todo en exteriores, cuando los ojos reflejan el cielo, pero sin ningún otro tono azul en la imagen, dice que era un claro indicio.
"El fotógrafo que me enseñó iluminación en la universidad me dijo que mirara cada imagen y averiguara cómo estaba iluminada: cada escena de película, cada sesión de revista, cada anuncio", dice Thiessen; "en general, puedes averiguar cómo están iluminadas las cosas mirando el ojo: es reflectante y redondo, es como un espejo de la configuración de la iluminación".
Comprueba los hechos
Si ves una fotografía que te hace dudar, Farid sugiere que busques si se ha publicado alguna investigación o artículo sobre ella, o si otros medios como Snopes o FactCheck.org la han investigado. Si sólo ves la imagen en foros comunitarios como Reddit, 4chan y Twitter, "probablemente deberías ignorarla".
"Muchos de los llamados 'fakes' no son necesariamente fabricaciones, son sólo imágenes antiguas que se hacen pasar engañosamente por nuevas", dice Looft; "la búsqueda inversa de imágenes es una forma fácil de saber si una imagen ya existe. Hay muchas opciones, pero TinEye tiene una gran búsqueda inversa, y algunas otras herramientas para quienes quieran profundizar un poco más."
Una visión más amplia
La distinción entre "fotoperiodista" y "fotógrafo" siempre ha sido importante, afirma Thiessen. Para los fotoperiodistas, el contenido de la foto no se puede cambiar.
Hay una diferencia entre las prácticas habituales de edición (como ajustar los niveles de contraste a partir de un archivo RAW) y la manipulación. En lugar de fotografiar un objeto suspendido por un sedal y editarlo después para eliminar el sedal, dice, "buscaríamos la forma de fotografiarlo sin sedal".
Sin embargo, cuando se trata de marketing o de uso comercial, esas normas pueden torcerse para permitir la edición en posproducción. Y como la línea que separa el periodismo promocional del editorial en imágenes es cada vez más difusa, Thiessen afirma que la delimitación del fotoperiodismo es fundamental.
En lugar de depender de una limosna de la familia real, o de una marca, o de cualquier otra persona que tenga sus propios intereses, es aún más importante contar con fotoperiodistas en los que podamos confiar que no manipularán las fotos. Mejor aún, dice, es contar con varios periodistas independientes que asistan al mismo evento para que puedan controlarse mutuamente.
"Si erosionamos la confianza en las propias instituciones, los medios de comunicación, los académicos, los científicos y el Gobierno, tendremos muchos problemas como sociedad", añade Farid; "porque cuando eso ocurre, desaparecen los propios mecanismos que tenemos para hablar de una crisis sanitaria mundial, del cambio climático mundial, de las elecciones, de la integridad".
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.