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Berkeley
El telescopio espacial Hubble captó en 2008 en luz visible lo que se creía que era un exoplaneta masivo, Fomalhaut b (en el recuadro). Sin embargo, el JWST no lo detectó en el infrarrojo medio y probablemente se trataba de una nube de polvo procedente de una colisión entre dos miniplanetas.
El planeta Fomalhaut b (en el recuadro), orbita alrededor de su estrella madre Fomalhaut (en el centro) en un enorme y polvoriento anillo de escombros. El sistema Fomalhaut, captado por el Hubble en luz visible, se encuentra a unos 25 años luz de la Tierra y será analizado por el telescopio espacial James Webb en infrarrojo.
Un colibrí coliancho macho vuela en Colorado en el experimento sobre la visión en color.
Los telescopios terrestres hacen que la nebulosa parezca tener forma rectangular, de ahí su nombre: el Rectángulo Rojo. Pero las imágenes del Hubble revelaron que debería llamarse nebulosa Red X.
Imagen de Júpiter sacada por el Hubble en mayo de 2008 donde aparece una nueva mancha roja (a la izquierda) en la superficie tormentosa del planeta. La nueva mancha, que apareció en la primavera de 2006, es mucho más pequeña que sus hermanas, la Gran Mancha Roja (al centro, derecha) y la Pequeña Mancha Roja.
Los telescopios terrestres hacen que la nébula de esta foto tenga una forma rectangular, de ahí su nombre: la nébula del Rectángulo Rojo. Pero las imágenes obtenidas por el Telescopio Espacial Hubble han revelado que se le debería llamar nébula X Roja. Su forma única procede del gas y el polvo emitidos en explosiones con forma de cono de la estrella moribunda que se encuentra en el centro. Esta estrella, que empezó a deshacerse de sus capas externas hace 14.000 años, se hará cada vez más pequeña y caliente, y empezará a liberar ráfagas de luz ultravioleta.
Una vista de Júpiter tomada por el Hubble en mayo de 2008 muestra una nueva mancha roja (extremo izquierdo) en superficie agitada por las tormentas del planeta. La nueva mácula, que apareció en la primavera de 2006, es bastante más pequeña que sus hermanas mayores, la Gran mancha roja (centro a la derecha) y la Pequeña mancha roja. Un estudio detenido de imágenes visibles a la luz como esta y de otras tomadas con luz infrarroja cercana sugieren que estas tormentas de manchas rojas se forman muy arriba de la atmósfera de Júpiter.