Revista Nat Geo
Programación TV
Disney+
National Geographic
National Geographic
National Geographic
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Página del fotógrafo
Christopher Gregory-Rivera
Este monumento de San Juan de Puerto Rico rinde homenaje al 65º Regimiento de Infantería del Ejército de EE.UU., cuyos miembros sirvieron en la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Al menos 713 de los 61 000 puertorriqueños desplegados en Corea murieron. Otros 2318 resultaron heridos.
Esta es la gorra de veterano que perteneció a Sánchez Hernández. La insignia de Infantería de Combate prendida en la parte delantera indica que fue miembro del Regimiento de Infantería 65, que llegó a ser conocido como los Borinqueños. "Si tiene el fusil, formó parte de él", explica Víctor Labarca, presidente de la Asociación de Veteranos del 65 Regimiento de Infantería de Puerto Rico.
Certificación de baja con honores expedida a Sánchez Hernández al término de su servicio.
Sánchez Hernández (extrema izquierda) y otros miembros del 65º Regimiento de Infantería del Ejército de EE. UU., que llegó a ser conocido como "Los Borinqueneers", posan para una fotografía en Corea en 1950. Los Borinqueneers se comunicaban en español. Segregados de las demás unidades, se enfrentaron al racismo y la xenofobia de sus homólogos y oficiales militares estadounidenses, incluso cuando arriesgaron sus vidas por Estados Unidos.
Sánchez Hernández durante su servicio en la guerra de Corea en 1950. Dejó dos hijas pequeñas en Puerto Rico cuando se marchó a la guerra. Su tercera hija nació después de ser licenciado con honores y regresar a casa.
Luis Sánchez Hernández fue destinado por primera vez a Europa durante la Segunda Guerra Mundial, donde sirvió como oficial de la Policía Militar. En el reverso de esta fotografía, fechada en Bélgica el 12 de enero de 1945, escribió: "Para mi mamá: Como recuerdo de su hijo ausente. Luis".
Como inmigrante indocumentada, Imelda se enfrentó a muchas barreras para acceder a la asistencia sanitaria en Estados Unidos. Entre ellas, las agobiantes facturas médicas que superaban lo que ganaba limpiando casas. Aquí, un detalle de su cajón de archivos que contiene todo su papeleo médico fotografiado en Queens, Nueva York el 27 de agosto de 2022.
Imelda, que pidió que no se utilizara su apellido por miedo a la deportación, ha luchado por recuperarse desde que contrajo la COVID-19. La falta de seguro médico y su condición de inmigrante indocumentada le han dificultado el acceso a la atención sanitaria. Es limpiadora de casas y perdió a la mayoría de sus clientes a medida que se desarrollaba la pandemia y muchos neoyorquinos abandonaban la ciudad para vivir en otras partes del país. Desde entonces, ha librado una ardua batalla para recuperar clientes. Aquí es fotografiada en su casa de Queens el 27 de agosto de 2022. Vive en la misma habitación con sus dos hijas, lo que dificulta enormemente el aislamiento del COVID-19. Las otras dos habitaciones se alquilan a otras familias y personas.