Revista Nat Geo
Programación TV
Disney+
National Geographic
National Geographic
National Geographic
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Página del fotógrafo
Giacomo d’Orlando
Lindsey Kraemer busca una colonia de coral Acropora donde piensa tomar una muestra. Los científicos insisten en que limitar las emisiones de gases de efecto invernadero es la única solución a largo plazo para proteger los arrecifes, pero esperan que modificar su biología pueda ayudar a frenar el daño al ecosistema.
Se examina una muestra de coral Acropora en una placa de Petri. Esta especie ramificada es fundamental para la salud de los arrecifes. Tras registrar el peso de la muestra, se traslada a un pequeño vial para su estudio y conservación.
David Juszkiewicz toma una foto de un enorme coral Porites que crece al borde del arrecife Ningaloo. Estos corales tienen forma de enormes rocas y pueden vivir 600 años.
David Juszkiewicz, doctorando de la Universidad de Curtin, y Lindsey Kraemer, estudiante de máster de la Universidad James Cook, toman muestras y fotografías de un enorme coral Porites en el arrecife Ningaloo. Cada muestra será secuenciada genéticamente para conocer su genoma coralino y comprender su relación única con sus microbios. Emparejar las imágenes fotográficas con las muestras proporciona información valiosa para los futuros científicos.
En las islas Whitsundays, la Great Barrier Reef Foundation captura el exceso de huevos de coral y esperma de arrecifes sanos y cría millones de crías de coral en piscinas flotantes especialmente diseñadas. Estos jóvenes corales se liberan en los arrecifes dañados, ayudando a repoblarlos.
Matthew Nitschke, investigador científico del AIMS, libera simbiontes evolucionados por el calor en corales juveniles que crecen en un tanque experimental. Los simbiontes son células diminutas de algas que viven en el interior del tejido coralino y les proporcionan energía para crecer.
La investigación del AIMS sobre el desove de corales híbridos contribuye a esfuerzos más amplios centrados en la conservación, restauración y estrategias de adaptación de los arrecifes de coral, así como su adaptación al cambio climático.
Comprender los mecanismos y las implicaciones de la hibridación en los corales puede ayudar a desarrollar enfoques de conservación específicos que aprovechen la diversidad genética para mejorar la resistencia de las poblaciones de coral que se enfrentan a factores de estrés ambiental, como el calentamiento de las aguas, la acidificación de los océanos y la decoloración de los corales.
Investigadores del Instituto Australiano de Ciencias Marinas esperan para recoger huevos de coral híbrido durante un desove en su laboratorio SeaSim.
Estas diminutas células de algas se han cultivado durante 10 años para que resistan las altas temperaturas del océano. Los científicos esperan que la cría de corales más resistentes al calor ayude a los arrecifes a sobrevivir a las olas de calor.