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Página del fotógrafo
Heiko Meyer
Una vista de Vernazza desde los acantilados sobre la ciudad de Cinque Terre. La región es conocida por sus vertiginosas rutas de senderismo.
La antigua fortaleza peruana de Sacsayhuamán contrasta con los modernos edificios de Cuzco.
Una fina capa de agua transforma el salar de Uyuni de Bolivia en un impresionante lienzo de reflejos.
Las luces de la ciudad sudafricana de Ciudad del Cabo iluminan el pie de la montaña Monte de la Mesa, otra de las siete maravillas naturales del mundo elegida por usuarios de todo el planeta. “La Montaña de la mesa es parte de la vida local en ciudad del cabo”, dijo Reid (Lonely Planet). "Hay un teleférico que sale cada 10- 20 minutos, y a los lugareños les encanta ir.
Escápate a la zona verde de Ciudad del Cabo para un almuerzo campestre en este espacio espectacularmente robusto y refinado en la ladera de Table Mountain.
Perfecto para: Emociones con vistas cerca de una gran ciudad Distancia: 4 kilómetros ida y vuelta Ciudad del Cabo podría ser la ciudad más bonita del mundo: un urbe situada a los pies de los impresionantes acantilados de la Montaña de la Mesa, con un clima mediterráneo y olas perfectas para el surf, en el extremo más meridional de África. Una de las mejoras maneras de disfrutar de la ciudad es caminar desde el centro hasta la cima de Lion’s Head, o Cabeza de León, un pico prominente desde el que se domina toda la ciudad. Aunque forma una torre separada de la masa principal de la Montaña de la Mesa, la Cabeza de León estuvo conectada a ella en el pasado. Con el paso del tiempo, la erosión ha aislado a este bloque de 669 metros, que ahora ejerce como centinela de la ciudad. La de Cabeza de León es en general una ruta panorámica, aunque un poco agotadora (asciende seiscientos metros en algo más de un kilómetro y medio). Para llegar al bloque de la cima hay que trepar por una serie de cadenas y escaleras de madera por la roca vertical. No es difícil, pero es mejor no caerse. Después del subidón de adrenalina, tómate un tiempo para disfrutar del lugar. La vegetación de la zona está formada por fynbos, que en afrikaans hace referencia a la flora endémica, los arbustos y flores silvestres que solo se encuentran aquí (el té rooibos se obtiene de algunas de estas plantas). Y cuando hace buen día, la suave brisa del mar alivia los sobresaltos de la subida. La tradición local consiste en subir a la Cabeza de León cuando hay luna llena, para que sea aún más emocionante, y así disfrutar de la pálida luz reflejada en las olas del Atlántico, a un lado, y en la Montaña de la Mesa, al otro, con las luces de Ciudad del Cabo a los pies. Nivel de peligro: mucha gente sube todos los días, pero eso no significa que no sea peligroso. Atrévete solo con las cadenas y travesaños que llevan a la cumbre si estás cómodo con la exposición ―la única protección consiste en colgarse de esas piezas de metal. Ha muerto gente aquí. En 2012 se cambiaron las cadenas, y ahora son un poco más seguras. Más fácil: Hay una ruta alternativa más fácil para llegar a la cumbre de la Cabeza de León. Es menos emocionante, pero mucho más seguro (sobre todo si escalas de noche con luna llena).