Este nuevo «hotel del terror» se inspira en un asesino en serie americano
Esta atracción londinense se basa en un «hotel de asesinatos» construido por H. H. Holmes, un asesino en serie estadounidense real.
Si bajas del metro en la estación de Bermondsey, en Londres, y caminas unos cuantos minutos en dirección sur, puedes retroceder en el tiempo varias décadas y viajar a miles de kilómetros de distancia hasta un hotel estadounidense, escenario de muchos asesinatos.
El Hollow Hotel, construido en la fábrica de galletas de Bermondsey, es como una escape room y los visitantes no pasan la noche en él. El argumento es que, tras un cierre inesperado, los huéspedes han sido invitados a la gran reapertura del hotel. Les reciben en la zona del bar y la recepción, pero rápidamente los llevan a sus habitaciones privadas, donde empieza la historia real.
En una experiencia de terror psicológico real que puede durar hasta una hora y media, los visitantes pueden escoger el desarrollo de la noche. El espectáculo tiene siete posibilidades, que varían dependiendo de cómo interactúan los visitantes con los diferentes objetos y personajes. Cada situación hipotética está llena de giros y apariciones de infarto, e incluso si los visitantes «son asesinados», sus historias pueden continuar.
El Hollow Hotel fue diseñado por el grupo de teatro inmersivo differenceEngine. El grupo había organizado anteriormente el Heist, una experiencia interactiva similar que debía durar tres semanas pero que acabó durando nueve meses por su adictiva popularidad. Hay entradas no reembolsables a partir de unos 53 euros y los huéspedes pueden reservar habitaciones de dos a seis personas. La producción es para personas de más de 18 años y durará del 17 de abril al 17 de junio.
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Basada en una historia real
El hotel está basado en el de H. H. Holmes, uno de los primeros asesinos en serie documentados de Estados Unidos. Holmes confesó ser autor de al menos 28 asesinatos, pero podría haber cometido hasta 200 antes de que lo ahorcaran en 1896.
Poco antes de la Exposición Universal de Chicago, en 1893, Holmes se mudó a la ciudad y construyó un hotel de tres plantas en Englewood. Los residentes del barrio empezaron a llamar a la estructura «el Castillo», y tras acabarlo, Holmes empezó a publicar anuncios en el periódico para atraer a jóvenes mujeres trabajadoras y clientes.
En los pisos superiores del hotel estaban la oficina de Holmes y más de 100 dormitorios. Algunas de las habitaciones estaban insonorizadas y equipadas con tuberías de gas. El hotel estaba lleno de trampillas, mirillas y escaleras a ninguna parte, convirtiéndolo en una verdadera casa de los horrores. Rampas ocultas que llevaban al sótano arrojaban los cadáveres al laboratorio de Holmes. Allí, el asesino en serie los diseccionaba, los hervía en cubas de ácido o se deshacía de los cadáveres de otras maneras.
Tras la crisis económica que sacudió Chicago tras la Exposición Universal, Holmes abandonó el Castillo y dedicó su vida a las estafas de seguros y a asesinatos aleatorios antes de que la policía lo atrapara. Poco después de la investigación policial, el Castillo se compró y se renombró el «Castillo del Terror de Holmes», una atracción turística. Finalmente, el primer piso restante se derribó y hoy hay una Oficina de Correos en las calles 63 y Wallace.