Redescubren en Florida la antigua residencia de un rey indígena calusa
Conocida a partir de documentos españoles, la estructura perdida pertenecía a Caalus, gobernante de un pueblo indígena famoso por resistirse a los misioneros coloniales.
En febrero de 1566, Caalus se sentó en su trono y contempló una procesión de hombres extraños que marchaban hacia su casa.
El almirante español Pedro Menéndez de Avilés había reunido a 200 soldados, tamborileros, trompetistas, flautistas y a un enano que era un talentoso cantante y bailarín. Subieron a la cima de Mound Key, en Florida, con las mechas de sus mosquetes encendidas y mostrando un texto bíblico, esperando impresionar al monarca indígena calusa que gobernaba una gran parte de la región meridional de Florida en aquella época.
Ahora, un equipo de arqueólogos ha descubierto los primeros restos conocidos del edificio perdido donde tuvo lugar esta reunión. Sus reconstrucciones sugieren que era tan impresionante como lo describieron los misioneros: una residencia real donde cabían 2.000 personas.
El hallazgo de la casa real, anunciado este mes en Journal of Anthropological Archaeology, ofrece una idea más clara de las vidas de los calusa, un pueblo que desafió las expectativas antropológicas tradicionales creando una sociedad compleja que no se basaba en la agricultura.
«Los calusa han sido fascinantes para los arqueólogos porque eran una sociedad de pescadores-cazadores-recolectores que alcanzó una complejidad social inusual», afirma el coautor del estudio William Marquardt, comisario de arqueología y etnografía del Museo de Historia Natural de Florida en Gainesville.
Un poderoso reino costero
La mayoría de las sociedades complejas dependen de la agricultura para crear excedentes de alimentos que sustenten a una gran población y una mano de obra especializada. Sin embargo, los calusa dependían principalmente de la pesca de salmonetes, tiburones, tortugas, marisco y otros animales de las costas, estuarios y bosques de manglares que rodeaban sus aldeas.
Complementaban su dieta de productos del mar cazando animales como ciervos y aves. Recolectaban alimentos silvestres, pero no practicaban la agricultura fuera de sus pequeños jardines domésticos, donde cultivaban chiles, papayas y calabazas.
Para el siglo XVI, la cultura calusa tenía características que serían más habituales en una sociedad agrícola: sacerdocios especializados, un ejército, una red de canales, extensas rutas de comercio y un rey que recaudaba los tributos de más de 20.000 personas repartidas entre numerosas aldeas. El propio Mound Key era una enorme isla artificial que los calusa crearon principalmente a partir de conchas de ostras y almejas y que remataron con la residencia monumental de su rey.
Los calusa también son conocidos por haberse resistido a la colonización y la conversión. En 1521, un guerrero calusa hirió de muerte a Juan Ponce de León, el primer europeo que llegó a Florida, disparándole una flecha al muslo.
La misión de Menéndez de colonizar la región meridional de Florida terminó tras tres años de hostilidades crecientes y complots de asesinato que acabaron cuando los calusa prendieron fuego a Mound Key. Los españoles no intentarían acercarse a los calusa de nuevo hasta más de un siglo después, y los frailes franciscanos que aparecieron en 1697 fueron ahuyentados y posteriormente los encontraron desnudos y muertos en sus canoas en los cayos de Florida.
Aunque mantuvieron su independencia, los calusa no se salvaron de los graves impactos del colonialismo. Debido a la propagación de las enfermedades que trajeron los europeos a Florida, la población calusa se redujo a 2.000 individuos para finales del siglo XVII, dejándoles vulnerables ante ataques de otros grupos indígenas que contaban con armas de fuego.
Para finales del siglo XIX, el reino calusa se había derrumbado, y los individuos restantes encontraron refugio en los cayos de Florida o en Cuba.
Una construcción monumental
Para entender mejor a los calusa, Victor Thompson, de la Universidad de Georgia, y sus colegas han estado trabajando en las excavaciones de la isla de la bahía de Estero, al sur de Fort Myers, Florida.
Su nuevo estudio confirma que los calusa «fueron capaces de construir, o de encargar la construcción, de una estructura muy grande, lo que significa que tenían acceso a mucha mano de obra», afirma Marquardt.
El equipo reconstruyó la residencia del gobernante a partir de los agujeros de los postes y las zanjas de los cimientos que quedaron en Mound Key. Proponen que la casa ocupaba casi toda la cima del pico más alto de la isla, conocido como Mound 1. La estructura ligeramente ovalada medía unos 24 metros de largo y 20 metros de ancho, y estaba sostenida por unos 150 postes de madera individuales.
Los investigadores descubrieron varias conchas de almeja desgastadas que parecen haber sido empleadas como herramientas para quitar la corteza de los postes de madera, lo que habría aumentado la durabilidad de las vigas. Los diminutos fragmentos de madera hallados durante la excavación sugieren que el edificio estaba hecho de pinos procedentes de Florida continental y transportados en barco.
«Es muy interesante que transportaran recursos para grandes materias primas y para construcción, lo que da testimonio de la inversión en mano de obra», afirma Thompson.
Es más, según Thompson, construyeron la estructura en al menos tres etapas durante un largo periodo de tiempo. Según las dataciones por radiocarbono, la fase más temprana de construcción se produjo en torno al año 1000 d.C., lo que sugiere que el linaje vinculado a la residencia fue bastante poderoso durante más de 500 años antes de la llegada de los españoles.
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Construyendo hipótesis
Durante mucho tiempo, se sospechó que la cima del Mound 1 había sido la ubicación de la casa del jefe calusa, según John Worth, arqueólogo de la Universidad de Florida Occidental en Pensacola que ha estudiado a los calusa pero no participó en el estudio.
«Thompson y sus coautores defienden una hipótesis muy convincente de que esta estructura es la mismísima casa del rey descrita de forma tan vívida en los primeros documentos españoles sobre la capital calusa», afirma Worth.
Aunque los españoles usaron el término «reino» para describir a los calusa, los antropólogos creían que estos cazadores-recolectores —incluso los principalmente marítimos— no encajaban en la definición de reino, según explica Lynn Gamble, profesora de antropología en la Universidad de California, Santa Bárbara, que no participó en la investigación.
Los expertos han empezado a darse cuenta de que sus criterios sobre las sociedades complejas podrían haberse quedado obsoletos, y el nuevo estudio sobre los calusa «se aleja de ese tipo de forma de pensar», afirma Gamble.
«Han documentado una residencia enorme, han demostrado que estuvo ocupada durante un largo periodo de tiempo. Podríamos discutir si realmente estaban en un sitio de formación estatal, pero tienen pruebas convincentes de ello», añade Gamble.
Thompson también está excavando partes de la isla que podrían ofrecer más detalles sobre la interacción entre los calusa y los españoles. Por ejemplo, ahora, los historiadores saben que Menéndez y sus hombres tuvieron durante poco tiempo un fuerte considerable en la zona, que albergó la misión de San Antón de Carlos, primera misión jesuita en los actuales Estados Unidos.
El equipo de Thompson confirmó recientemente la ubicación de algunas de esas estructuras españolas en el segundo pico más alto de Mound Key, un objetivo tentador para futuras excavaciones.