Las cartas de viajes de Américo Vespucio, el navegante que da nombre a América
Tal día como hoy, hace 519 años, el explorador Américo Vespucio enviaba la primera de sus cartas de viajes, cuyos relatos han dado vida a diversas teorías que, reales o no, han marcado la historia hasta nuestros días.
El explorador comerciante italiano Américo Vespucio nacía un 9 de marzo de 1454, hace 565 años. Hoy, el continente americano lleva ese nombre en honor a él y a las cartas que escribió contando sus relatos de viajes.
Siempre a caballo entre Italia, España y Portugal, este navegante vivió en Florencia, Sevilla, Lisboa y el Nuevo Mundo. Aunque se conservan varios textos de sus relatos de viaje, o al menos de aquellos firmados con su nombre, no se sabe a ciencia cierta cuántos viajes realizó el explorador al Nuevo Mundo. A raíz de la gran controversia generada entre los diversos historiadores, se cree que Vespucio pudo realizar entre dos y seis viajes a través del océano.
Hasta nuestros días han llegado seis textos atribuidos a Vespucio que narran sus aventuras, reales o inventadas, escritas por él o, quizá, por otras manos que se hacían pasar por él. Los historiadores debaten sobre si cuatro, o bien cinco de ellas, están dirigidas a su antiguo patrón, Lorenzo di Pierfrancesco de Médici.
El primero de estos textos es, según su orden cronológico, una carta enviada desde Sevilla y dirigida a Pierfrancesco, con fecha de 18 de julio de 1500, que relata una expedición castellana en la que fueron utilizadas dos carabelas. De ella se conservan 6 copias escritas a mano, aunque ninguna de la propia mano de Vespucio.
La segunda, que no fue encontrada hasta 1827, fue escrita desde Cabo Verde el 4 de junio de 1501 y narra su viaje a bordo de naves portuguesas rumbo a la India. La siguiente carta, llamada “Carta de Lisboa” fue enviada de nuevo a Pierfrancesco, esta vez desde Lisboa, en el año 1502, aunque de nuevo no fue descubierta hasta 1789.
Mundus Novus, un gran éxito editorial traducido a varias lenguas, fue la cuarta carta, escrita en 1504 desde París, y añade una nueva narración sobre una supuesta expedición castellana en 1497. La quinta carta es en realidad un pequeño conjunto de fragmentos de un texto manuscrito en italiano. Conocida como la Carta fragmentaria o fragmento Ridolfi, está escrita en forma de defensa contra aquellos que dudan de la verosimilitud de las cartas anteriores.
Por último, en 1505, una carta impresa en Florencia con el titulo Carta de Americo Vespucio sobre las islas recientemente descubiertas en sus cuatro viajes, añadiendo así otro viaje más a los tres anteriores.
Además, existe gran cantidad de copias, traducciones y ediciones diferentes de las cartas privadas, pero la mayor controversia tiene como foco las cartas públicas, la cuarta – Mundus Novus - y la sexta – Lettera.
La primera carta de Américo Vespucio
Descrita como “una tierra poblada por caníbales”, Vespucio narra su viaje hacia el Nuevo Mundo con datos que dificultan situar el recorrido que siguieron, e incluso la zona donde llegaron. La carta habla sobre la desnudez de los habitantes del lugar, así como cuenta batallas donde los exploradores mataban a un gran número de indígenas, saqueando e incendiando sus poblados.
A lo largo del viaje, Vespucio estaba convencido de estar explorando los confines de Asia oriental. Trece meses después de partir, los expedicionarios llegaron a Cádiz de nuevo para descansar y reparar los barcos, pasando por las islas Azores, Canarias y Madeira. Durante el recorrido apresaron a 232 indígenas para venderlos como esclavos, aunque 32 de ellos enfermaron y murieron.
Al final de su carta, trata de restar importancia a las noticias del viaje del portugués Vasco da Gama, a quien ni siquiera cita, que acababa de llegar a Lisboa tras circunnavegar África y llegar a la India.
Las informaciones astronómicas también están presentes en la carta, donde Vespucio indica que, en el ecuador, el día y la noche duraban lo mismo, así como cita el fenómeno del sol cenital. Tras buscar sin éxito una “Estrella Polar del sur”, hablaba sobre un grupo de cuatro estrellas que formaban el dibujo de una almendra.
La carta de Lisboa
Tras la carta de Cabo Verde, Vespucio escribió una carta manuscrita desde Lisboa hasta Pierfrancesco, al regresar de la expedición portuguesa en 1502. Este escrito no fue descubierto ni publicado hasta 1789 y únicamente se conservan dos copias manuscritas prácticamente idénticas.
En ella, afirma que navegaron hasta Cabo Verde, y desde allí cruzaron el océano hasta occidente. Tras 64 días de navegación, tocaron tierra en un lugar que Vespucio no indica. Los exploradores se adentraron en el océano hasta, dice Vespucio, una latitud que cifra en 50ºS. Como la latitud de Lisboa es de 40ºN, Vespucio afirmó que había recorrido "una cuarta parte del mundo", debido a que cincuenta y cuarenta suman la cuarta parte de la esfera terrestre. Años más tarde, los historiadores malinterpretarían esta frase pensando que Vespucio afirmaba haber recorrido un cuarto continente.
El éxito editorial de Mundus Novus
Su primera edición impresa nació en Augsburgo en 1504, una obra en latín que decía ser un resumen de la carta de Lisboa. Tras su gran éxito editorial, fue distribuida por Florencia, Venecia, Amberes, París y seis ciudades más entre Italia y Alemania.
Una pequeña flota de tres naves portuguesas ponía rumbo en 1501 hacia el Nuevo Mundo, aunque la narración del viaje tiene datos que los historiadores consideran correctos pero confusos. Vespucio afirma nuevamente que las costas que ha explorado son tierra firme continental, no islas, dando información sobre que el continente está más densamente poblado que Europa, Asia o África.
Esta carta adquiere un tono grandilocuente al presentarse a sí mismo como un héroe ante la incompetencia de los capitanes portugueses gracias a su conocimiento de la cosmografía. Aunque de ella se sospecha que algunos detalles sensacionalistas hayan sido añadidos a posteriori por terceras personas, como podría haber sucedido con detalles como los bellos cuerpos y la vida sexual de las mujeres indígenas o el de un hombre que “se ha comido a otros 300”.
La carta a Soderini
Tras el mencionado Fragmento Ridolfi, Vespucio escribió la supuesta sexta carta, llamada comúnmente Lettera o Los cuatro viajes. Impresa por primera vez en 1505 en italiano, la carta está dirigida al jefe de estado de Florencia, cargo que desempeñaba Piero Soderini.
En este texto, Vespucio narra en primera persona cuatro viajes transatlánticos, instalándose en un gran sensacionalismo. En primer lugar, la expedición de Cádiz en 1497, tras la cual vino la expedición castellana con tres barcos de 1499. Posteriormente, vendría la portuguesa con tres barcos de 1501 y con seis barcos en 1503.
El historiador Pohl, sin embargo, apuesta por la falsedad de estas afirmaciones, declarando que en realidad la familia Vespucio estaba fuertemente enfrentada al magistrado hasta el punto de hallarse tramando un complot para su asesinato. Las razones, afirma, van en la línea de tratar de igualar la espectacularidad de Colón en sus cuatro viajes.
A pesar de que esta carta le colocaría como el primer europeo en pisar América, la confusión de la propia carta respecto a las fechas es clara, ya que cita 3 días de años diferentes al narrar la llegada. Además, los primeros textos de la Lettera contaban con errores lingüísticos muy graves que serían muy raros en alguien con la educación de Vespucio, algo que otros historiadores acuñan al copia pega realizado por los editores. Es por todo ello que también hay división de opiniones sobre si Vespucio participó en la expedición de 1503 o no.
Hoy en día, se recuerda a Americo Vespucio principalmente porque el nombre del continente americano lleva su nombre por los relatos de la Carta a Soderini, aunque hoy se consideran imaginarios en su mayor parte. Consenso real solo existe sobre su participación en el quinto viaje europeo y en el viaje de 1499 que llegó hasta la actual Venezuela. Según esa teoría, también este nombre sería en su honor, debido a que el terreno recordó a Vespucio a la ciudad de Venecia, lo que le llevó a llamarla Venezziola o Venezuela en honor a una pequeña Venecia.