¿Qué se usaba antes del papel higiénico?

La historia demuestra que ha existido durante mucho tiempo y que no es la primera vez que proyectamos nuestros miedos en este material.

Por Erin Blakemore
Publicado 2 abr 2020, 12:37 CEST
Papel higiénico

En Estados Unidos, el papel higiénico empezó a producirse en masa en 1857, pero a lo largo de los siglos humanos de todo el mundo han usado una amplia variedad de métodos a la hora de visitar el retrete.

Fotografía de Hannah Whitaker

En una época de compras por pánico debido a la pandemia, puede resultar tentador retroceder a un tiempo en el que abundaban los suministros de papel higiénico o preguntarse cómo se limpiaba la gente antes de que existieran paquetes de 24 rollos de papel extrasuave de tres capas. Hay cientos de millones de personas de todo el mundo —sobre todo en Oriente Medio y Asia— que ni siquiera usan este material, sino que terminan la visita al baño limpiándose con agua. Pero los antropólogos y los arqueólogos han hecho mucho trabajo sucio para documentar cómo se limpiaban las personas de varias culturas en el pasado.

Si te aliviabas en una letrina pública en la antigua Roma, es posible que te limpiaras con tersorium. Estos antiguos dispositivos constaban de una esponja empapada en vinagre o agua salada fijada a un palo. Se mencionan en la literatura romana, como por ejemplo en un fragmento atrozmente inolvidable de una carta del filósofo Séneca al procurador romano Lucilio que relata el suicidio de un gladiador romano que se metió un palo con una esponja «dedicado al uso más vil» por la garganta en lugar de salir al campo para que lo matara un animal salvaje.

Tersorium

Según fuentes antiguas, los romanos usaban una esponja fijada a un palo, un dispositivo llamado tersorium (la foto es de una réplica moderna). Sin embargo, los arqueólogos no están tan seguros de si se usaba para limpiar los baños o los utilizaba el usuario de dichos baños.

Fotografía de D. Herdemerten, Wikimédia Commons

Se cree que el humilde tersorium, un utensilio de uso comunal, influyó en el diseño de los baños públicos de la época. También se cree que unas pequeñas depresiones al pie de los baños públicos de Éfeso eran fuentes constantes de agua corriente, perfectas para mojar el tersorium. Con todo, los arqueólogos aún no han descubierto un ejemplo preservado. «La cuestión es: ¿se usaba para limpiarse a uno mismo o para limpiar la letrina?», se pregunta la arqueóloga Jennifer Bates, investigadora posdoctoral del Museo Penn de la Universidad de Pensilvania.

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    Pessoi

    Los antiguos griegos y romanos también usaban fragmentos de cerámica rota conocidos como pessoi. Los arqueólogos excavaron estos pessoi de casi 2000 años de antigüedad en letrinas romanas de Sicilia (izq.) y Creta (dcha.).

    Fotografía de Philippe Charlier, Luc Valère Codjo Brun, Clarisse Prêtre, Isabelle Huynh-Charlier

    Los arqueólogos aún no han zanjado el debate sobre la «esponja en un palo», pero sí han descubierto muestras de pessoi, un equivalente más modesto al papel higiénico usado en las antiguas Grecia y Roma. Se han descubierto pessoi, compuestos por pequeñas piedrecitas ovaladas o circulares o cerámica rota, en las ruinas de letrinas de las antiguas Grecia y Roma. Incluso los inmortalizaron en una taza de 2700 años de antigüedad en la que aparece un hombre agachado que usa esta piedra y se mencionan en el Talmud.

    Esto está respaldado por otra solución creativa para limpiarse previa al papel higiénico que se excavó en 1992 en el emplazamiento de una escala de la antigua Ruta de la Seda en el noroeste de China. Allí, en la zona de las letrinas, los arqueólogos descubrieron siete «palos de higiene», unos palos de bambú o madera envueltos en tela y diseñados para limpiarse. En el paño de unos palos de 2000 años de antigüedad descubrieron algo con aspecto de excremento humano y un análisis microscópico de las heces confirmó que contenían una serie de parásitos presentes en los intestinos humanos.

    Palo de higiene

    Uno de los muchos «palos de higiene» descubiertos en el emplazamiento de una escala de la Ruta de la Seda en China. Los análisis científicos revelaron que estos palos de 2000 años aún contenían evidencias de una serie de parásitos presentes en intestinos humanos.

    Fotografía de Hui-Yuan Yeh, Ruilin Mao, Hui Wang, Wuyun Qi, Piers D. Mitchell

    «Los descubrieron en un contexto muy específico de una letrina y los parásitos que contenían solo podían proceder de un humano. No cabe duda de que se usaron en un contexto de letrinas», afirma Bates.

    Este hallazgo lo respaldan los textos históricos que narran el uso de palos y espátulas en los antiguos China y Japón (un kōan zen equipara al Buda con un «palo para limpiar»).

    China también fue un adelantado a su tiempo en lo que respecta al papel higiénico. La referencia más antigua al papel higiénico se ha descubierto en materiales escritos por Yen Chih-Thui, un académico del siglo VI d.C. que obviamente tenía acceso a manuscritos desechados para fines personales, aunque admitió que no se atrevía a limpiarse «con los nombres de los eruditos». Con todo, parece que la práctica estaba en vigor desde antes. Los investigadores han sugerido que el papel de cáñamo hallado en la tumba del emperador Wu Di del siglo II d.C. —que era demasiado tosco y áspero para escribir— se usaba en el retrete.

    Para 1393, ya se producía en masa papel higiénico a base de arroz para la familia imperial china. En cambio, la producción en masa de papel higiénico en el mundo occidental no empezaría hasta 1857. Aquel año, el inventor Joseph Gayetty presentó el papel medicado de J.C. Gayetty para intentar aliviar los traseros estadounidenses de los estragos del papel de periódico, las mazorcas de maíz y otros artículos improvisados para el retrete, como el catálogo de venta por correo de Sears.

    También existen precedentes históricos de la compra masiva de papel higiénico. En 1973, las mujeres japonesas empezaron hacer cola frente a las tiendas para comprar grandes cantidades de papel higiénico. Según explica Eiko Maruko Siniawer, historiadora del Williams College, fue una respuesta al temor de la clase media japonesa de que la inflación, la degradación ambiental y la crisis de petróleo se llevaran por delante las aspiraciones de paz y estabilidad de la posguerra y su movilidad económica.

    «Por primera vez desde finales de los 50, no parecía seguro que el futuro fuera a ser mejor que el pasado», cuenta Siniawer.

    La acumulación de papel higiénico en Japón también generó miedo en Estados Unidos e hizo que un congresista de Wisconsin publicara un comunicado sobre un posible desabastecimiento. Cuando el cómico Johnny Carson bromeó sobre la situación en The Tonight Show en 1973, provocó sin querer compras por pánico de papel higiénico, aunque no duraron mucho.

    «Como historiadora, me parece importante no reírme de las decisiones y las acciones de la gente, sino pensar por qué hicieron lo que hicieron», afirma Siniawer. Ella considera que las compras por pánico de papel higiénico de 1973 son una ventana a las vidas de las mujeres japonesas de la época. Igualmente, Bates indica que estudiar los hábitos de higiene en los baños de antaño puede arrojar luz sobre las diferencias interculturales o cuestiones de género, dinero y salud.

    «Desde una perspectiva antropológica, en general podemos observar cómo han afectado [los hábitos en el retrete] al desarrollo del presente humano desde el pasado humano y [cómo afectarán a] el futuro humano», afirma Bates.

    Añade que, muy a menudo, se ignora la práctica mundana de usar el retrete, pero ese acto tan habitual ofrece información relevante sobre quiénes éramos, quiénes somos y a dónde vamos.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
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