De refugiados, por refugiados: 1000 sueños en forma de fotografía
Migrantes llegados a Grecia comparten sus angustiosos recuerdos y experiencias a través de fotos y películas en el proyecto '1000 Dreams'.
Maliheh (derecha) y Nahid Rezaei utilizan sus teléfonos para encontrar las palabras correctas en inglés durante la entrevista. Las gemelas afganas se unieron a ReFOCUS Media Labs poco después de llegar al campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, en 2018. Desde entonces, han pasado a realizar sus propios cortometrajes y a protagonizar una película basada en parte en su viaje a Grecia.
Maliheh y Nahid Rezaei llegaron en bote inflable a la isla griega de Lesbos en 2018 con una mochila, dos pequeñas mantas de viaje, dos juegos de ropa y el sueño de convertirse en actrices.
Las gemelas afganas de 24 años acabaron en el superpoblado campo de refugiados de Moria, un lugar que algunos cooperantes compararon con una prisión antes de que se quemara en 2020. Sin embargo, un año después de que se les concediera el asilo en Grecia, las mujeres han ayudado a producir un documental de larga duración, han realizado su propio cortometraje y han protagonizado una película basada en parte en su viaje a Grecia.
Las Rezaei se encuentran entre las docenas de refugiados de todo el sur de Asia, Oriente Medio y África que han aprendido fotografía y cinematografía a través de ReFOCUS Media Labs mientras esperaban asilo en Grecia. Muchos de esos estudiantes utilizan ahora las cámaras para denunciar los problemas de sus países de origen, contar las historias de otros refugiados y empoderar a las mujeres que han escapado de la opresión.
Sirva como ejemplo las imágenes de este reportaje, tomadas por Zahra Mojahed como parte de un proyecto llamado 1000 Dreams (1000 sueños) para la organización sin ánimo de lucro Witness Change.
Mohamad Bagher, de 44 años, abandonó Irán con su familia después de que le despidieran de su trabajo de informático por ser afgano. Superaron muchos obstáculos para llegar a Europa: escalar montañas, perder sus ahorros con un contrabandista y casi ahogarse en el mar. "Mi hija me decía: 'Papá, ya es suficiente. Volvamos a casa'", dice. "Por desgracia, no teníamos otra opción".
Ali Ataei, de 22 años, no quiere identificar el país del que huyeron él y su hermano. "Estaba preocupado", explica. "Las circunstancias eran extremadamente difíciles". Su guía les abandonó y su barco estuvo a punto de hundirse. Pero no recuerda muchos detalles: "Creo que, de alguna manera, he perdido la memoria de aquellos días".
De todos los servicios que encontraron en la isla de Lesbos, ReFOCUS ha "tenido el mayor impacto en... nuestras vidas", dice Nahid.
Dirigidos por fotógrafos y cineastas profesionales de todo el mundo, los cursos de ReFOCUS han dado a los estudiantes la posibilidad de expresarse y compartir historias de lucha y resistencia.
Muchos de los estudiantes continúan haciendo sus propias películas, y algunos trabajan como periodistas independientes, relatando la experiencia de los inmigrantes. Otros permanecen en ReFOCUS para enseñar a nuevas oleadas de solicitantes de asilo, que a menudo luchan por encontrar trabajo en un país extranjero en el que no hablan el idioma.
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"Cuando era pequeña, mi sueño era hacer películas", dice Maliheh. "Ahora, puedo".
Esta mujer de 45 años dejó Afganistán para "escapar de la guerra", dice. "Mi marido fue martirizado, mi hermano fue martirizado, y tenía mucho miedo de que mis hijos fueran asesinados en cualquier momento". Ahora sus hijos están en Suecia y ella vive en una casa repleta de gente en Grecia. "No pensé que la situación aquí sería tan difícil", dice, "pero tuve que soportarla por el bien de mis hijos".
"Queremos demostrar que las mujeres pueden hacerlo todo"
Douglas Herman dejó su trabajo como profesor de cine de secundaria en Filadelfia en 2017 y cofundó ReFOCUS tras darse cuenta de que había pocas oportunidades en Lesbos para que los solicitantes de asilo mayores de 12 años pudieran continuar con su educación. El campo de Moria, que en su día fue calificado como "el peor campo de refugiados del mundo" por un coordinador de campo de Médicos Sin Fronteras, solo ofrecía clases básicas de idiomas.
El objetivo del programa era mejorar el futuro de los inmigrantes y darles una plataforma para contar historias, según Herman. Sus alumnos pronto empezaron a hacer precisamente eso: "en cuanto supieron utilizar una grabadora de audio o una cámara", dice, "inmediatamente quisieron contar su propia historia o ayudar a otra persona a contar la suya".
Esta mujer de 25 años, de nacionalidad afgana y nacida y criada en Irán, dice que huyó de su casa tras solicitar el divorcio de su violento marido, el cual después se llevó a su hijo. Como mujer soltera, el viaje a Europa fue aterrador. Huyó tres veces de los traficantes de personas por miedo a ser violada. Ahora, en Grecia, su mayor esperanza es reunirse con su hija. "Quiero traer a mi hija muy pronto para construir una buena vida y un buen futuro para ella".
Entre esas narradoras estaban las gemelas Rezaei, que llevaban hiyabs burdeos y camisas beige a juego durante una entrevista en una calurosa noche de julio. Pasando un iPhone de un lado a otro, las jóvenes, que crecieron en Irán, tradujeron palabras del farsi al inglés mientras hablaban de su reciente trabajo.
Maliheh sacó una película de ficción de dos minutos y medio que hicieron sobre un hombre afgano que perdió todo su dinero jugando y regaló a su hija para pagar sus deudas. El filme, producido en 2019, fue el primer cortometraje independiente de las gemelas.
"Me gusta mucho hacer grabaciones como esta porque son [sobre un] problema en Afganistán", dice Nahid. "Quería decir: 'No hagas eso. Dejad de fallar a vuestras hijas. Dejad de fallar a vuestra familia".
"Siempre he soñado con ser una chica que lleva el hiyab y juega al fútbol", dice Masomeh Hussaini, afgana de 15 años. Pero en Irán, donde pasó la mayor parte de su infancia, no se le permitía jugar. "Mi segundo sueño era convertirme en neurocirujana y tratar a mi hermana", continúa. Hace dos años, ella y su familia vinieron a Europa en busca de ayuda médica para su hermana menor. Su padre tuvo que cargar con su hija enferma durante todo el viaje, mientras que su madre, embarazada de gemelos, sufrió el aborto de uno de los bebés cuando volcó su barcaza. Ahora, en Grecia, juega al fútbol todos los días, pero, dice, "cuando soy feliz, de repente me vienen esos recuerdos. Nunca podré olvidarlos". Su retrato, junto con otros que aparecen en esta historia, fue realizado por la refugiada Zahra Mojahed como parte de un proyecto llamado 1000 Dreams para la organización sin ánimo de lucro Witness Change.
Además de su cortometraje, las gemelas terminaron un documental de 10 minutos sobre mujeres refugiadas de Afganistán, Irán y Sudáfrica que siguen persiguiendo sus sueños en Grecia. La película, titulada Speak Up Loud (Alza la voz), presenta a una profesora de yoga, una instructora de baile de Zumba, una practicante de kickboxing y una maestra de escuela que traduce libros al inglés para sus alumnos. Se proyectó en un festival de cine de Atenas en diciembre de 2021.
Nahid dice que hizo la película para animar a otras mujeres de culturas dominadas por los hombres a liberarse de los roles tradicionales. "Nunca detuvieron sus sueños, su trabajo, su empleo, su vida", dice Nahid sobre las mujeres que aparecen en la película. "Queremos mostrar que las mujeres pueden conseguir cualquier cosa en el mundo".
"No saben de nosotras"
En 2019, los estudiantes de ReFOCUS ayudaron a producir un largometraje documental llamado Even After Death (Incluso después de la muerte), que examina las historias de los migrantes que no sobrevivieron al peligroso viaje a Europa. La película se iba a estrenar en un festival de cine en los Países Bajos antes de que se produjera la pandemia de coronavirus.
Omid Qarizade, de 24 años, dejó Afganistán para escapar del conflicto y buscar un futuro mejor. Consiguió entrar en Grecia en su primer intento pero, al igual que en Afganistán, no ha podido estudiar ni encontrar trabajo. A pesar de sus dificultades, se ofrece como voluntario para ayudar a otros refugiados. "Es la vida", dice, "y puedes vivirla de la manera que quieras y trabajar duro". Dice que será feliz cuando su familia, a la que no ha visto en siete años, esté a salvo: "cuando ya no esté preocupado por ellos en Afganistán y [sea] capaz de hacer algo para ayudarlos."
Una de las productoras de esa película fue Zahra Mojahed, que huyó de Afganistán con su familia cuando tenía cinco años por la persecución de los talibanes a la minoría étnica hazara. En Irán también se enfrentaron a la discriminación, y más tarde pidieron asilo en Grecia.
La joven de 29 años llegó con su marido, Jawad Jafari, a Lesbos en abril de 2019. La pareja se sintió rápidamente atraída por la fotografía a través de ReFOCUS.
Ahora Mojahed, cuyas fotografías ilustran esta historia, participa en 1000 Dreams, una exposición a través de la cual los refugiados cuentan las historias de otros migrantes. Ha localizado, fotografiado y entrevistado a 70 migrantes para el proyecto, que cuenta con el apoyo de Witness Change, una organización sin ánimo de lucro fundada por el explorador y fotógrafo de National Geographic Robin Hammond.
Esta mujer afgana de 33 años quiere ser entrenadora de Zumba, con su propio gimnasio. Separada de su familia cuando escapaban de la persecución en Irán, fue encarcelada varias veces en su travesía a Grecia y acabó durmiendo en la calle. "Cuando estaba en Irán, siempre pensaba que era una mujer valiente, pero ahora siempre tengo una sensación de miedo", dice. "Me despierto cada mañana con esperanza, pero se desvanece". Está orgullosa de sí misma por haber sobrevivido al viaje.
"Los refugiados tienen muchos problemas en Grecia y [en] todos los países", dice. La gente de los países de acogida "no conoce nuestros problemas, nuestro viaje, nuestros problemas en nuestro país".
"Tenemos mucha gente con talento", añade. "Y no saben de nosotros".
"Tengo muchos sueños"
Unos 89 000 refugiados recibieron protección internacional en Grecia entre enero de 2016 y mayo de 2021, según el Ministerio de Migración y Asilo del país.
Aunque la llegada de migrantes a Grecia se ha ralentizado en los últimos meses, los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) muestran que más de 8100 migrantes llegaron a Grecia entre enero y noviembre de 2021. Los afganos constituyeron cerca del 30% de las llegadas por mar, convirtiéndoles en la nacionalidad más numerosa.
La toma de Afganistán por parte de los talibanes el pasado mes de agosto trajo consigo más refugiados con historias que los alumnos de ReFOCUS han dado a conocer. Aquellos que lograron salir están preocupados por los miembros de su familia que aún están en Afganistán. Y tienen que cargar con esta preocupación mientras continúan navegando por sus difíciles vidas en Grecia.
"Tengo muchos sueños", dice Mojahed, que se enfrenta a dificultades económicas con su marido mientras espera una decisión de asilo. "Mi sueño es ser fotógrafa y cineasta como mujer afgana. Y mostrar a la gente y a las niñas y mujeres de Afganistán que las mujeres pueden hacerlo todo".
Para las gemelas Rezaei, su sueño de convertirse en actrices es el segundo después de reunirse con sus padres, a los que no han visto desde que éstos abandonaron Irán para pedir asilo en Alemania hace siete años.
Las mujeres, junto con su hermana mayor, viven en una casa del centro de Atenas alquilada por la galardonada directora de cine holandesa Mijke de Jong, cuyas películas suelen centrarse en historias de mujeres. Cuando conoció a las hermanas a través de ReFOCUS, dice que "se enamoró inmediatamente de ellas".
"Cuando las conocí, eran algo tímidas", dice de Jong sobre las gemelas, que protagonizan su próxima película sobre sus vidas. "Ahora, son realmente poderosos, y realmente quieren hacer películas. No se trata de mí. Se trata de ellas, y pueden contar sus propias historias. Es mucho más importante".
Lawrence Andrea informó sobre la situación de los refugiados en Grecia con el apoyo del Centro Pulitzer. Actualmente escribe sobre crimen y seguridad pública para el Indianapolis Star. Síguelo en Twitter @lawrencegandrea.
Zahra Mojahed cuenta historias sobre las experiencias de los refugiados, especialmente de las mujeres, a través de su fotografía y cine. Puedes seguirla a ella y a otros narradores de historias de refugiados en Instagram @1000dreams y @refocusmedialabs.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.