¿En qué países está prohibido San Valentín y por qué?
Desde prohibiciones de la venta de artículos, hasta detenciones masivas e incluso amenazas de matrimonio forzoso, estos son los lugares donde se desaconseja celebrar el día del amor.
El Día de San Valentín ha evolucionado hasta convertirse en una celebración mundial del amor, pero sigue contando con detractores en algunas partes del mundo. Hasta 2016, a los comerciantes de Arabia Saudí se les impedía vender artículos de San Valentín; hoy en cambio, vendedores como esta dependienta de una joyería de Khobar hacen negocio en torno a la festividad.
Los corazones, las flores y los besos son protagonistas ubicuos (sobre todo en medios de comunicación) durante el Día de San Valentín, una jornada muy especial que, en muchos países occidentales, se celebra con muestras de amor y afecto desde hace siglos. En una encuesta de Ipsos, una plataforma de investigación de mercados, realizada a personas de 28 países de todo el mundo, la friolera del 55 por ciento de los encuestados dijo que pensaba celebrar la ocasión con su pareja.
Sin embargo, en algunas partes del mundo, la celebración de esta fiesta (que conmemora la festividad del patrón San Valentín, un mártir cristiano) es tabú o incluso ilegal: los edictos religiosos y la preocupación por la propagación de la cultura comercial occidental han acabado con la fiesta anual de los enamorados del 14 de febrero en más lugares de los que uno pudiera pensar.
Desde prohibiciones, hasta detenciones masivas e incluso amenazas de matrimonio forzoso, estos son los lugares en los que se ha desaconsejado, o incluso ha sido peligroso, celebrar este día.
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Aunque en la actualidad las floristerías de Arabia Saudí celebran abiertamente el Día de San Valentín, hasta hace no mucho los comerciantes tenían que ocultar sus flores rojas durante la semana de la festividad para evitar el castigo del Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, un departamento nacional encargado en su día de hacer cumplir las estrictas normas religiosas.
Arabia Saudí
Durante décadas, el 14 de febrero era un día más en Arabia Saudí, que prohibió el Día de San Valentín por considerarlo contrario a las nociones islámicas de corrección. Aunque algunas personas intercambiaban regalos y flores con precaución en dicho día, corrían el riesgo de enfrentarse a la policía religiosa del país hasta hace unos cinco años.
El cambio se produjo después de que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman, despojara en 2016 de muchas de sus competencias al Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, un departamento que antes se encargaba de hacer cumplir las estrictas normas religiosas del país. Antes de eso, las personas que se atrevían a celebrar la fiesta eran a menudo arrestadas, y a los propietarios de tiendas se les impedía vender artículos de San Valentín.
Desde entonces, informa Al Arabiya English, los saudíes han abrazado abiertamente la festividad y los precios de las flores y de los regalos con forma de corazón (durante mucho tiempo inflados por el secretismo que rodeaba a la festividad) han bajado.
Un vendedor vende rosas rojas en una calle de Karachi, ciudad portuaria del sur de Pakistán, el 13 de febrero, víspera del Día de San Valentín.
Hombres paquistaníes llevan globos con forma de corazón en una moto en la víspera del Día de San Valentín en Lahore, al este de Pakistán, el 13 de febrero de 2016.
Pakistán
La fiesta del amor sigue siendo un asunto de discordia en Pakistán. En 2016, el entonces presidente del país, Mamnoon Hussain, instó a los pakistaníes a evitar el Día de San Valentín, llegando a afirmar durante una reunión con estudiantes, en su mayoría mujeres, que la fiesta "no tiene ninguna relación con nuestra cultura". Estas declaraciones motivaron más tarde una prohibición en 2017 por parte del Tribunal Supremo del país y un edicto para eliminar todo rastro del Día de San Valentín de los espacios públicos y prohibir el merchandising, la publicidad o la promoción de la festividad en los medios de comunicación.
No obstante, estas medidas restrictivas no han frenado el entusiasmo de muchos pakistaníes. A pesar de la vigilancia policial, los rebeldes románticos siguen encontrando la manera de adquirir flores y hacer regalos a sus amantes con ocasión de la festividad, aunque la mayoría tiene que hacerlo a escondidas.
"La gente va a seguir saliendo a hacer lo suyo y a divertirse, quizá solo de forma diferente", dijo al New York Times en 2018 un ciudadano pakistaní que planeaba prepararle a su mujer un desayuno romántico el 14 de febrero. "No se puede prohibir el amor".
Una pareja malaya posa para las fotos en una instalación de luces en la víspera de San Valentín. En 2005, el máximo consejo de la ley islámica del país declaró la fiesta antitética al Islam.
Malasia
Las autoridades malayas también han hecho lo posible por acabar con la fiesta. En 2005, el Consejo de Fatwa del país, que interpreta la ley islámica y dicta decretos, declaró que el Día de San Valentín era antitético y contrario al Islam porque tenía "elementos del cristianismo". Aunque los grupos cristianos instaron al consejo a reconsiderar su decisión, alegando que hay poca relación entre el San Valentín moderno y el cristianismo, la prohibición persistió.
Las autoridades religiosas fueron a más cuando comenzaron a detener de forma masiva a parejas sospechosas de estar celebrando la fiesta. En un incidente en 2011, las autoridades de Selangor y Kuala Lumpur se centraron en la persecución y detención de parejas en hoteles y parques públicos, según informó la BBC, calificando la festividad como sinónima "de actividades de vicio."
Irán
Las autoridades religiosas de Irán han recurrido a la ayuda del público para perseguir a quienes celebran la fiesta desafiando las estrictas leyes religiosas del país. El gobierno lleva mucho tiempo prohibiendo los símbolos del día, advirtiendo que son "anticulturales", y condenando el Día de San Valentín como un signo de inmoralidad y decadencia occidental.
Pero el Día de San Valentín se ha hecho tan popular que algunos islamistas de línea dura animan a celebrar una antigua fiesta iraní, el Sepandārmazgān, en su lugar. La fiesta, que cae el 23 de febrero, es conocida como un día persa del amor en honor a Spandarmad, una deidad zoroastriana que representaba a una esposa amorosa.
Esto no ha impedido que muchos iraníes celebren la fiesta occidental también en secreto, a pesar de la prohibición de producir y vender tarjetas de San Valentín, entre otros artículos.
Un artista prepara una decoración de San Valentín en Calcuta, India. Los nacionalistas de la India han protestado a menudo contra la fiesta por considerarla una invasión de la influencia occidental.
India
En la India, los nacionalistas hindúes más extremistas han protestado contra la fiesta y han amenazado a quienes la celebran, llegando a atacar a parejas jóvenes y a cortarles el pelo o ennegrecerles la cara.
Es de destacar una campaña anti San Valentín que, hace unos años, se enfocó en redes sociales, donde se calcula que 518 millones de indios eran activos en 2020. En 2015, un partido político hindú de extrema derecha amenazó con obligar a casarse a las personas que hicieran demostraciones públicas de amor en redes sociales o públicamente durante el Día de San Valentín.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.