César Chávez, el activista que cambió el movimiento obrero y se convirtió en un icono en EE.UU.
El líder de los derechos civiles dedicó su vida a defender a los trabajadores del campo, inspirándose en las tácticas pacíficas de Martin Luther King Jr. y Mahatma Gandhi.
César Chávez posa para un retrato en 1991, dos años antes de fallecer con 66 años. Este activista usaba métodos no violentos para luchar por los derechos de los trabajadores agrícolas.
César Estrada Chávez nació el 31 de marzo de 1927 en una pequeña granja familiar a las afueras de Yuma, Arizona (Estados Unidos). Durante las seis décadas siguientes, pasó del trabajo agotador en los campos de California a lograr fama en todo el país, luchando por los derechos de millones de trabajadores agrícolas.
Aunque se convirtió en un icono para los mexicano-estadounidenses, entendió y vivió el poder de unir a personas de todas las razas. Inspirándose en Mahatma Gandhi y Martin Luther King Jr., Chávez predicó la no violencia y recurrió a la huelga, el boicot y el ayuno para conseguir los objetivos de los trabajadores agrícolas.
Hoy, su vida se celebra con un día festivo federal en Estados Unidos para conmemorar su cumpleaños, el 31 de marzo. Es tan querido en California y en las ciudades de Phoenix y Tucson, en Arizona, que las oficinas y las escuelas cierran el día festivo. El sindicato que fundó, United Farm Workers (UFW), continúa su labor, abogando por la regulación del calor durante las horas de trabajo, el derecho de voto y la lucha contra la discriminación.
Chávez hace un piquete frente a una granja para instar a los trabajadores a unirse a la lucha por mejores salarios y derechos en California, 1966.
Primeros años
Chávez, mexicano-estadounidense de primera generación, estuvo muy influido por los valores de su familia. Su padre donaba gran parte de los ingresos familiares para ayudar a los demás, mientras que su madre se comprometía a no rechazar nunca a nadie en busca de comida. La abuela de Chávez, Mamá Tella, también le inculcó un fuerte sentido de la fe católica.
Cuando tenía 10 años, él y su familia fueron desahuciados de su casa de Arizona. Viajaron a California, donde pasaron a ser parte de los 250 000 trabajadores inmigrantes del estado. El trabajo era extenuante y requería duras jornadas al sol por un salario mínimo.
De adolescente, vivió en campamentos de emigrantes que a menudo carecían de fontanería interior, tenían poca electricidad y ofrecían escasa protección contra los elementos. A menudo, los trabajadores también tenían que pagar a sus empleadores elevadas cuotas por alojamiento, comida y otros suministros.
Como muchos otros hombres mexicano-estadounidenses que buscaban una vida diferente, Chávez se alistó en la Marina a los 17 años y sirvió durante dos años en la Segunda Guerra Mundial antes de reunirse con su familia en los campos. En 1948 se casó con Helen Fabela, con la que tuvo ocho hijos.
(Relacionado: Por qué Martin Luther King sigue siendo un referente de los derechos humanos)
Defensa de los derechos de los trabajadores
De 1952 a 1962, Chávez trabajó con la Organización de Servicios Comunitarios (OSC), cuya misión era formar a líderes comunitarios latinos. En 1958, el grupo organizó una huelga de brazos caídos en los campos de Oxnard (California), al oeste de Los Ángeles. Chávez coordinó boicots y animó a los trabajadores a llevar registros meticulosos y presentar quejas formales al Gobierno. Fueron dos años cruciales en los que aprendió a organizarse.
La marcha más larga de Chávez (cuarto por la derecha) fue conocida como la Marcha de las Mil Millas: un recorrido de 59 días en 1975 desde la frontera mexicana en San Ysidro hasta Salinas, y luego desde Sacramento hacia el sur hasta Keene. Su misión era educar a los trabajadores agrícolas sobre sus derechos recién conquistados.
En la OSC también conoció a Dolores Huerta, que se convirtió en su amiga y aliada de por vida en su lucha por los derechos de los trabajadores. Durante los 30 años que trabajaron juntos, se convirtió en una fuerza entre bastidores, así como en una líder y organizadora abierta. Participó en todo, desde la acción legislativa y la redacción de discursos hasta la gestión de las operaciones diarias del sindicato. Huerta también acuñó el lema más asociado con Chávez y la UFW: "Sí se puede".
En 1962, Chávez y Huerta crearon la Asociación Nacional de Campesinos, ahora conocida como United Farm Workers (UFW).
(Relacionado: ¿Por qué trabajamos cinco días a la semana?)
Convirtiéndose en un icono estadounidense
La organización saltó a la fama nacional en 1965 con la huelga de la uva de Delano. Miles de trabajadores de la localidad agrícola situada al noroeste de Bakersfield se declararon en huelga para exigir un aumento de 15 céntimos por hora (de 1,25 a 1,40 dólares), y un aumento de 15 céntimos ganados por cada caja de uva envasada (de 0,10 a 0,25 dólares).
Para disolver las huelgas, las empresas intentaron intimidar a los manifestantes rociándoles con productos químicos y amenazándoles con pistolas y perros. Inspirado por Gandhi y King, Chávez instó a sus seguidores a no tomar represalias.
La atención prestada a la huelga se multiplicó y un especial de la televisión nacional, La cosecha de la vergüenza, sacó a la luz las condiciones a las que estaban sometidos los trabajadores. Pronto, los periodistas acudieron a Delano para hablar con Chávez. Pero aún no se llegaría a un acuerdo entre los cultivadores y el sindicato.
Chávez se reúne con simpatizantes en Pittsburgh en 1976.
En marzo de 1966, Chávez inició una marcha de Delano a Sacramento para conseguir el apoyo del gobernador. La consideró una peregrinación, y celebró misa todas las mañanas durante el trayecto. Los trabajadores en huelga pasaron por más de 50 pueblos y ciudades, reuniendo simpatizantes por el camino. La multitud se contaba por miles. Antes de llegar a su destino, el jefe de una asociación de cultivadores llamó para ceder a las demandas del sindicato. Fue el primer contrato sindical entre cultivadores y un sindicato de trabajadores agrícolas en la historia de Estados Unidos.
(Relacionado: Este experto ha rastreado 30 años de protestas globales: esto es lo que ha aprendido)
Ayuno y muerte
A pesar del éxito de la marcha, muchos cultivadores seguían negándose a negociar con el sindicato. A medida que crecía la frustración entre sus miembros, surgían rumores de violencia. En febrero de 1968, Chávez anunció que ayunaría para volver a dedicar el movimiento a la no violencia.
Inspirado por Gandhi, Chávez vio en el ayuno una forma poderosa y no violenta de superar la debilidad personal y conseguir apoyo. Así que durante 25 días sólo bebió agua. Chávez perdió 15 kilos durante el ayuno, y los médicos temieron por su vida, pero cientos, y luego miles, acudieron a visitarle y ofrecerle su apoyo. Martin Luther King Jr. envió una carta de ánimo y Robert Kennedy acudió a la misa que marcaba el final del ayuno.
Para 1969, las uvas se habían convertido en un símbolo de la explotación de los trabajadores agrícolas, y Chávez estaba en el centro de la historia, apareciendo incluso en la portada de Time en julio de ese año. Los boicots se extendieron tanto que millones de kilos de uva se quedaron sin comprar. En 1970, la UFW consiguió que los viticultores aceptaran los contratos sindicales, llegando a organizar eficazmente la mayor parte del sector.
La UFW siguió avanzando en las décadas siguientes, prohibiendo la azada de mango corto, que destrozaba la espalda de los trabajadores, y denunciando los efectos de los pesticidas en la salud de los trabajadores.
Chávez seguía luchando contra el uso de pesticidas cuando murió de causas naturales en abril de 1993, a los 66 años, no muy lejos de donde había nacido, en Arizona. 50 000 personas acudieron a su funeral en Delano, California, y en 1994 su esposa aceptó en su nombre la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil de la nación.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.