Historia del maquillaje letal: pastillas de arsénico y polvos de plomo
23 de septiembre de 2016
El pintalabios moderno se fabrica con ceras, colores y aceites (y dependiendo de qué marca uses, el color podría proceder de algún bicho). Pero a través de su larguísima historia, los cosméticos como el pintalabios, el lápiz de ojos o el colorete se han fabricado a partir de otros ingredientes, algunos de los cuales no querrías poner en tu cara.
A continuación, ofrecemos una serie de ejemplos de ingredientes destacables.
Egipto
Cleopatra era famosa por llevar siempre mucho lápiz de ojos, pero no era la única mujer -ni hombre- del antiguo Egipto con un maquillaje llamativo.Todos los hombres y mujeres del antiguo Egipto se pintaban los ojos de negro y verde. Además de protegerles del sol, se creía que este maquillaje protegía a quien lo llevaba de las enfermedades.
Y de algún modo, podría ser así. Este kohl negro y otros polvos que utilizaban en sus ojos contenían sales de plomo, y en 2010 un grupo de investigadores franceses argumentó que dichas sales aumentan la producción de óxido nítrico en quien las usa, y por ello estimula su sistema inmunitario y evita las infecciones oculares.
Inglaterra
Las mujeres en el Imperio Romano utilizaban maquillaje a base de plomo para que sus pieles parecieran más blancas, y en el siglo XVI la nobleza inglesa hacía prácticamente lo mismo.
Una de las personalidades más famosas que usaba maquillaje blanco con plomo era la reina Isabel I, que lo utilizaba para cubrir las cicatrices de la viruela.
Esta mezcla de plomo y vinagre que Isabel utilizaba recibía el nombre de cerusa veneciana, o "el espíritu de Saturno". Aunque podría suavizar diariamente la complexión de una mujer, a largo plazo podría causar despigmentación (decoloración de la piel), pérdida de cabello y podredumbre en los dientes.
Estados Unidos
A finales del siglo XIX, los periódicos estadounidenses hacían publicidad de unas latas de pastillas que, si se comían, aseguraban deshacerse de todas las pecas, granos y marcas faciales en general. Estos productos contenían veneno, pero eso no era un secreto: de hecho, estaba en la misma etiqueta, en la que se podía leer "Arsenic Complexion Waffers" ("Píldoras con Arsénico para la Complexión").
Se sabía que el arsénico era venenoso ya durante la época Victoriana, pero quizá algunas mujeres pensaron que un poquito no haría daño. Aunque puede tolerarse en cantidades pequeñas, tomarlo supone correr un serio riesgo, a no ser que lo que realmente quieras sea un look de "palidez mortal".