Historia del voto por correo Estados Unidos y su origen bélico
La década de 1860 allanó el camino para el voto a distancia en Estados Unidos, un proceso que se ha enfrentado a una renovada controversia (y popularidad) en los últimos años: ¿Hasta qué punto puede ser fraudulento? ¿Ayuda a los republicanos?
Durante la Guerra Civil, los procesos de votación típicos se reprodujeron en los campos de batalla de 14 estados. Otros seis estados permitieron a los soldados enviar sus votos por correo a casa. En esta ilustración, los soldados de la Unión hacen cola para votar el 8 de noviembre de 1864. El republicano Abraham Lincoln ganó las elecciones.
Cuando los soldados que vivían en los campamentos de la Guerra Civil estadounidense quisieron emitir su voto por el republicano Abraham Lincoln o el demócrata George McClellan en las elecciones de 1864, la mayoría pudo seguir el mismo proceso que siguieron sus padres en casa. Con un par de pequeñas diferencias: las listas de votantes registrados se rellenaban en los campos de batalla, y los jueces y secretarios electorales de facto eran extraídos de las tropas reunidas. Desde Kentucky hasta Vermont, el derecho al voto se extendió por primera vez a quienes estaban lejos de las urnas, aunque no sin importantes desafíos legales y escepticismo público.
Más de un siglo y medio después, el voto por correo volvió a ser el centro de atención en 2020, cuando Estados Unidos se enfrentaba a una pandemia y a unas elecciones presidenciales. En 2022, durante la campaña de las elecciones legislativas el debate volvió a salir a la palestra en los medios estadounidenses.
Esto es lo que debes saber sobre la historia del voto por correo y su creciente prevalencia en el país americano en la actualidad.
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Cómo se utiliza el correo para votar en Estados Unidos
En Estados Unidos hay dos sistemas de voto por correo: el absentee ballot [voto en ausencia], para quienes no pueden votar en persona, y el vote by mail [voto por correo], que está abierto a todos los votantes.
Todos los estados ofrecen alguna forma de voto en ausencia, pero en algunos estados los votantes necesitan una razón válida, como una enfermedad o un traslado temporal fuera del estado, para solicitar un voto por correo. Actualmente, 27 estados han adoptado el "voto en ausencia sin excusa", que permite a cualquier persona solicitar un voto en ausencia, y otros ocho estados realizan sus elecciones íntegramente por correo.
Durante las elecciones que tuvieron lugar en medio de la pandemia de coronavirus, los votantes de todos los estados, excepto Mississippi y Texas, pudieron votar por correo. Pero a medida que se acercaban las elecciones, el entonces presidente Trump arreció las denuncias de que el sistema de voto por correo promueve el voto fraudulento y favorece al Partido Demócrata.
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El primer alboroto relacionado con el voto por correo
La controversia en torno al voto por correo tiene sus raíces en la Guerra Civil. Antes de eso, sólo el estado de Pensilvania concedía a los soldados el derecho a votar en ausencia. Eso cambió cuando miles de hombres permanecieron desplegados lejos de casa en la preparación de las elecciones presidenciales de 1864. Entre 1862 y 1865, 20 estados del norte cambiaron las leyes de voto obligatorio en persona para permitir que los soldados desplegados pudieran votar.
El tema se convirtió rápidamente en un asunto partidista: los candidatos republicanos apoyaron la causa y apelaron a los soldados para que votaran, mientras que los demócratas temían que el mando militar republicano manipulara los resultados. Se quejaron de la interferencia republicana y les acusaron de intentar robar el voto y, como resultado, fueron ridiculizados públicamente como antisoldados y vieron caer su popularidad.
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Nueve tribunales supremos estatales recibieron impugnaciones a estas leyes y, al debatir si el voto a distancia era constitucional o no, cuatro estados las anularon.
Para los defensores del voto por correo, escribe el historiador David Collins en una tesis sobre el esfuerzo en tiempos de guerra, "era responsabilidad de la legislatura, y estaba dentro de la autoridad constitucional de la legislatura, subordinar el valor de la "pureza" de las elecciones al imperativo más importante en tiempos de guerra de permitir que los soldados ausentes votaran, sin importar el riesgo mucho mayor de fraude".
Fraude electoral y otras controversias modernas
Pero esos riesgos han quedado casi anulados en el último siglo y medio.
A finales del siglo XIX, muchos estados habían ampliado sus leyes para permitir que los votantes confinados en casa o de viaje participaran en las elecciones. En la actualidad, el voto por correo cuenta con numerosas protecciones antifraude, como la verificación de las firmas, los buzones en lugares seguros y la confirmación de la dirección.
No hay pruebas de que el voto por correo aumente el fraude electoral. Un análisis del Washington Post encontró que el 0,0025% de los votos fueron considerados posiblemente fraudulentos en las elecciones de 2016 y 2018. En 20 años y 250 millones de votos por correo, solo ha habido 143 condenas penales relacionadas con votos por correo fraudulentos.
En las elecciones presidenciales de 2016, 33 millones de votos (casi una cuarta parte del total) se emitieron por correo. Trump afirmó que millones de personas votaron ilegalmente y posteriormente nombró una comisión para investigar el fraude electoral. Al final se disolvió sin pruebas que apoyaran su afirmación. También afirmó que si se adoptara el voto por correo en todo Estados Unidos "nunca se volvería a elegir a un republicano en este país". Pero un estudio de la Universidad de Stanford (California) que examinó las elecciones en tres estados entre 1996 y 2018 no encontró ninguna ventaja partidista en el voto por correo.
"Las afirmaciones de que el voto por correo favorece fundamentalmente a un partido sobre el otro parecen exageradas", escribieron los autores. "En tiempos normales, según nuestros datos al menos, el voto por correo aumenta modestamente la participación sin favorecer a ningún partido".
El voto por correo suscitó polémica entre los estadounidenses cuando los soldados de la Guerra Civil empezaron a rellenar las papeletas desde sus puestos militares. Pero ahora, según una reciente encuesta del Centro de Investigación PEW, más del 70 por ciento de los estadounidenses cree que el voto por correo debería ser accesible para todos. En noviembre de 2020, el 43% de las personas emitieron su voto por correo, un fuerte aumento respecto al 21% de los votos por correo emitidos en 2016.
La pandemia también impulsó a un grupo bipartidista de estados a diversificar su capacidad de voto. Pero solo el tiempo dirá si estos cambios en el comportamiento del voto fueron temporales, o una señal de que el país ha adoptado una tradición que comenzó hace más de un siglo.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.