Qué se esconde bajo la misteriosa Petra
La "Ciudad Perdida" todavía guarda secretos por revelar: hace miles de años, la ahora abandonada ciudad de Petra era un próspero núcleo comercial y cultural, ahora es uno de los lugares favoritos de los arqueólogos.
Este artículo se publicó originalmente el 22 de mayo de 2017 y ha sido modificado el 17 de diciembre de 2024.
La ciudad prehistórica jordana de Petra, tallada directamente en acantilados de arenisca roja, blanca y rosa, estuvo “perdida” para el mundo occidental durante cientos de años.
Situada entre escarpados cañones desérticos y montañas en lo que hoy es el extremo suroccidental del Reino Hachemí de Jordania, Petra fue en su día un próspero centro comercial y la capital del imperio nabateo entre el 400 a.C. y el 106 d.C..
La ciudad permaneció vacía y casi en ruinas durante siglos, y sólo a principios del siglo XI, un viajero europeo se disfrazó de beduino y se infiltró en el misterioso lugar.
En 1985, el Parque Arqueológico de Petra fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y en 2007 fue nombrada una de las nuevas siete maravillas del mundo.
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Realidad y ficción
En Petra se rodaron varias escenas de la superproducción de Hollywood Indiana Jones y la Última Cruzada. El ficticio Cañón de la Luna Creciente de la película se inspiró en la entrada oriental de Petra, un cañón de arenisca de 76 metros de altura conocido como el Siq, que conduce directamente a Al Khazneh (el Tesoro), quizá el más impresionante de las decenas de monumentos de Petra.
En las escenas finales de la película, los actores Harrison Ford y Sean Connery salen del Siq y se adentran en los laberintos del Tesoro en busca del Santo Grial. Pero, como de costumbre, los hechos arqueológicos se rindieron ante la ficción de Hollywood cuando Indy llegó a Petra.
En realidad, el Tesoro no es más que una fachada con una sala relativamente pequeña utilizada en su día como tumba real.
“En realidad no se puede decir que nada de lo que sale en Indiana Jones sea exacto”, afirma el arqueólogo de la Universidad de Haifa (Israel) Ronny Reich. “Una vez me preguntaron en Estados Unidos si una de las responsabilidades de los arqueólogos israelíes es perseguir nazis. Les dije: 'Ya no'“.
Una urna gigante tallada sobre la entrada del Tesoro luce marcas de cientos de disparos. Los miembros de la tribu beduina que viven en y entre las antiguas ruinas afirman que los daños se produjeron cuando los hombres del lugar abrieron fuego con rifles, en busca del botín que se creía que había dentro de la urna (en realidad, de piedra maciza).
En Petra hay docenas de tumbas y otras estructuras y yacimientos tallados o construidos.
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Historia
Los nabateos, antes de ser conquistados y absorbidos por el Imperio romano, controlaban una vasta extensión de Oriente Próximo, desde las actuales Israel y Jordania hasta el norte de la península arábiga. Los restos de sus innovadoras redes de captación de agua, almacenamiento, transporte y sistemas de irrigación se encuentran hasta hoy en toda esta zona.
Según el arqueólogo Zeidoun Al-Muheisen, de la Universidad jordana de Yarmouk, se sabe que los nabateos estuvieron en Petra al menos desde el año 312 antes de Cristo.
Al-Muheisen, que lleva excavando en Petra desde 1979 y está especializado en el periodo nabateo, afirma que aún no se ha encontrado ninguna prueba arqueológica que se remonte al siglo IV a.C. Los primeros hallazgos hasta la fecha se remontan únicamente a los siglos II y I a.C.
Pero aún quedan más pistas bajo la superficie. “Sólo hemos descubierto el 15% de la ciudad”, afirma. “La inmensa mayoría (el 85%) sigue bajo tierra e intacta”, añade.
En diciembre de 1993 se descubrieron numerosos pergaminos en griego de época bizantina en una iglesia excavada cerca del Templo del León Alado de Petra.
Los investigadores del Centro Americano de Investigación Oriental de Ammán, la capital jordana, están analizando ahora los pergaminos y esperan que arrojen luz sobre la vida en Petra durante este periodo.
Una vez que Roma tomó posesión formal de Petra en el año 106 d.C., su importancia en el comercio internacional empezó a decaer. La decadencia de la ciudad continuó, ayudada por los terremotos y el aumento de la importancia de las rutas comerciales marítimas, y Petra alcanzó su punto más bajo cerca del final del dominio del Imperio bizantino, alrededor del año 700 d.C.
En la actualidad, los visitantes pueden contemplar diversas mezclas de estilos arquitectónicos nabateo y grecorromano en las tumbas de la ciudad, muchas de las cuales fueron saqueadas por ladrones, perdiendo así todos sus tesoros por el camino.
Hoy en día, los beduinos locales que venden recuerdos a los turistas ofrecen sus mercancías no muy lejos del lugar donde los árabes creen que Moisés golpeó una roca con su bastón hasta hacer brotar agua.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.