¿Qué es un genocidio y por qué son tan difíciles de demostrar?
El más grave de los crímenes internacionales comenzó a perseguirse en la década de 1940 tras las atrocidades del Holocausto. Pero se tardaron décadas en condenar a alguien por genocidio, y desde entonces el término se ha convertido en un arma política.
El genocidio surgió como concepto jurídico en la década de 1940, acuñado por un jurista que creía que las leyes de guerra existentes eran inadecuadas. Desde entonces se ha utilizado para describir atrocidades como la matanza por parte de los Jemeres Rojos de cerca de 1,7 millones de personas (incluidas las que aparecen en esta foto) a finales de la década de 1970 en Camboya.
El entonces secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, estaba más que acostumbrado a hablar de forma habitual ante líderes internacionales y poderosos diplomáticos. Pero en 2014, se enfrentó a un público muy diferente: un estadio lleno de 30 000 ruandeses angustiados que, dos décadas antes, habían visto cómo más de 800 000 de sus conciudadanos eran masacrados en 100 días de terror que desde entonces han sido reconocidos como un genocidio.
"No debemos dejar de pronunciar las palabras 'nunca más', una y otra vez", dijo Ban, mientras los supervivientes gritaban y sollozaban.
La masacre de Ruanda fue la primera vez en la historia que un tribunal internacional condenó a alguien por genocidio, un crimen cuya definición sólo se formalizó tras el Holocausto. La invasión rusa de Ucrania en 2022 ha reavivado los debates modernos sobre la definición y el enjuiciamiento del genocidio. A continuación se explica cómo surgió el término genocidio y por qué es tan difícil de probar.
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En 2014, la fotógrafa Jenny Matthews se encontró con un viejo baúl de fotografías Polaroid en la oficina de Save the Children en Kigali. Las fotos eran de niños no acompañados y fueron tomadas después del genocidio de 1994. Save the Children y el Comité Internacional de la Cruz Roja las habían expuesto en los tablones de anuncios de las oficinas de las ONG y en los campamentos de supervivientes desplazados en busca de algún familiar vivo de los niños.
Las imágenes forman parte de una colección que la fotógrafa Jenny Matthews se encontró en un viejo baúl de fotografías Polaroid en la oficina de Save the Children en Kigali.
Una colección de machetes y utensilios metálicos recogidos cerca de la frontera de Ruanda en el campo de refugiados de Goma en 1994. Armas como éstas fueron ampliamente dispersadas y utilizadas durante el genocidio.
El origen del "genocidio
El genocidio como concepto jurídico no surgió hasta la década de 1940. El término se originó con Raphael Lemkin, un judío polaco que trabajó como jurista en el emergente campo del derecho internacional. Lemkin, según su biógrafo Douglas Irvin-Erickson, consideraba que "las leyes de guerra existentes eran inadecuadas para tratar las nuevas formas de violencia política que afligían al mundo".
Su primer intento de redactar nuevas leyes de guerra se produjo en 1933, 10 meses después de que Adolf Hitler se convirtiera en canciller de Alemania y comenzara a promulgar leyes represivas contra los judíos alemanes. Lemkin escribió a la Sociedad de Naciones, una organización internacional fundada para mantener la paz en el mundo tras la Primera Guerra Mundial, proponiendo que prohibieran lo que él llamaba "barbarie" y "vandalismo". Pero la propuesta fracasó, y una vez que el ascenso al poder de Hitler se extendió a la toma de Polonia por parte de la Alemania nazi, Lemkin escapó del país.
Memorial del genocidio. En la primavera de 1994, unos 5.000 tutsis se refugiaron en una escuela donde fueron encontrados y masacrados por extremistas hutus.
El genocidio de Ruanda dejó más de 800 000 muertos en cinco meses.
Un hombre grita rodeado de cadáveres en el campo de refugiados de Kibeho, en Ruanda. Un año después del genocidio de los tutsis, miembros del ejército ruandés dirigido por los tutsis abrieron fuego en un intento de desalojar el campamento, matando a unos 4000 hutus y dejando a más de 95 000 niños huérfanos.
Finalmente, Lemkin acabó en Estados Unidos, donde publicó un libro en 1944 titulado Axis Rule in Occupied Europe [El gobierno del Eje en la Europa Ocupada]. En él, utilizó un nuevo término: genocidio. Había acuñado el término en 1942, combinando la palabra griega genos (tribu o raza) con el término latino cide (matar). Aunque algunas culturas ya tenían sus propias palabras para el concepto, como la alemana völkermord (matar deliberadamente a una raza o pueblo), Lemkin quería un neologismo que no pudiera ser reclamado por ningún grupo.
Los aliados aún no habían conocido el alcance de los crímenes de guerra de Hitler. Pero en 1945, con la liberación de la vasta red de campos de concentración y de exterminio de la Alemania nazi, se hizo evidente el alcance del horror del Holocausto. Lemkin, que perdió a sus padres y a otros 47 miembros de su familia a causa de las atrocidades nazis, presionó para que se incluyera la palabra en el acta de acusación de los Juicios de Núremberg, que expusieron el alcance y la brutalidad del Holocausto. Tuvo éxito, y la nueva palabra cobró fuerza cuando el mundo sopesó cómo proteger a las generaciones futuras.
Qué es y qué no es el genocidio
En diciembre de 1946, tras la conclusión de los juicios, la Asamblea General de la recién creada ONU declaró el genocidio como un delito dentro del derecho internacional. Dos años más tarde, adoptó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, un acuerdo de 1948 que calificaba de "azote odioso" el intento de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Desde entonces, el genocidio está proscrito por la comunidad internacional.
Speciose Mukakibibi muestra la cicatriz que un hombre con un machete le hizo en la cara durante el genocidio de Ruanda. Estaba embarazada cuando huyó de su casa en Runyinya, pero eso no impidió que el hombre la atacara. Tres de sus cinco hijos fueron asesinados.
Una mujer trabaja la tierra que obtuvo como restitución por su sufrimiento durante el genocidio de Ruanda. Sin embargo, los esfuerzos para compensar a los supervivientes han sido irregulares, y algunos observadores sostienen que todavía no se ha hecho lo suficiente.
Para ser condenado por genocidio, la parte acusada (un individuo o un Estado) no sólo debe haber demostrado la intención de cometer genocidio, sino que debe haber hecho una o más de las siguientes cosas: matar a miembros del grupo, causar al grupo graves daños corporales o mentales, infligir deliberadamente condiciones "calculadas para provocar su... destrucción", impedir los nacimientos entre el grupo o trasladar por la fuerza a los niños de un grupo a otro. Los acusados de genocidio deben ser juzgados en un tribunal internacional o en el lugar donde supuestamente se produjo el acto de genocidio.
Legalmente, el genocidio es distinto de los crímenes de guerra, que sólo tienen lugar en el contexto de un conflicto armado e incluyen el "asesinato deliberado", la toma de rehenes y la pérdida de vidas o lesiones. Los crímenes de lesa humanidad, por su parte, pueden tener lugar en tiempos de paz e incluyen el asesinato, la esclavitud y la persecución basada en factores como el género, la etnia o la religión.
Pero aunque todos estos crímenes pueden dañar a un gran número de personas, sólo alcanzan el nivel de genocidio si se dirigen a grupos específicos de personas con la intención de "destruirlos total o parcialmente". Como el genocidio es tan difícil de perseguir, la comunidad internacional tiende a acusar a las personas de otros delitos.
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Fotografías de un hombre cautivo en Auschwitz, el mayor de los campos de concentración nazis establecidos durante el Holocausto. Estas imágenes se encuentran en el Centro Judío Menorah de Dnipro (Ucrania), que explora el pasado, el presente y el futuro de la vida judía.
La Segunda Guerra Mundial. Fotografías del Holocausto.
La Segunda Guerra Mundial. Fotografías del Holocausto.
El genocidio llega a los tribunales
Aunque el genocidio ha sido finalmente proscrito, la comunidad internacional tardó décadas en hacer cumplir su prohibición. En 1994, el Consejo de Seguridad de la ONU creó un tribunal penal internacional a raíz de los asesinatos masivos cometidos durante la Guerra Civil en Ruanda, en la que milicias armadas de hutus habían masacrado a miembros de la minoría étnica tutsi tras el asesinato del presidente ruandés Juvénal Habyarimana en abril de 1994.
Aunque el número de víctimas sigue siendo objeto de debate, se cree que al menos 800 000 fueron asesinadas en sólo 100 días. Muchos de los que sobrevivieron sufrieron violencia sexual y tortura.
Las familias de las víctimas lloran en el Centro Conmemorativo de Srebrenica-Potočari en el 17º aniversario de la masacre de Srebrenica de 1995. En la mayor atrocidad cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas serbobosnias persiguieron y ejecutaron a más de 8000 niños y hombres musulmanes bosnios.
Entre 1994 y 2016, el tribunal acusó a 93 personas, muchas de ellas líderes de prestigio dentro de Ruanda, y condenó a 62 de ellas por el delito de genocidio, incitación al genocidio y otros crímenes.
A continuación, se acusó a Serbia de haber cometido un genocidio en Bosnia y Herzegovina durante la Guerra de los Balcanes a principios de la década de 1990, con la limpieza étnica de los musulmanes bosnios por parte de las fuerzas serbias. Durante la masacre de Srebrenica, en 1995, miembros del ejército serbobosnio y un grupo paramilitar asociado habían ejecutado metódicamente a 8000 hombres y niños bosnios.
El número total de muertes armenias resultantes se considera generalmente entre un millón y un millón y medio. Otros grupos étnicos fueron atacados de forma similar por el Imperio Otomano durante este periodo, incluyendo asirios y griegos, y algunos estudiosos consideran que estos hechos forman parte de la misma política de exterminio. Se reconoce ampliamente que fue uno de los primeros genocidios modernos, ya que los estudiosos señalan la forma sistemática y organizada en que se llevaron a cabo las matanzas para eliminar a los armenios, y es el segundo caso de genocidio más estudiado después del Holocausto. La palabra genocidio se acuñó para describir estos hechos.
El Genocidio armenio se refiere a la destrucción deliberada y sistemática de la población armenia del Imperio Otomano durante y justo después de la Primera Guerra Mundial. Se llevó a cabo mediante masacres y deportaciones al por mayor, consistiendo las deportaciones en marchas forzadas en condiciones diseñadas para llevar a la muerte a los deportados.
Refugiados armenios apiñados en la cubierta de un crucero francés que los rescató en 1915 de la masacre en curso en el Imperio Otomano.
Tras el baño de sangre, la ONU llegó a la conclusión de que había contribuido involuntariamente al asesinato masivo con su reticencia a intervenir. Aunque varias personas fueron condenadas por genocidio, la ONU absolvió a Serbia del delito. Sin embargo, el tribunal consideró que Serbia no hizo lo suficiente para prevenir el genocidio o castigar a quienes lo habían cometido.
La ONU también ha participado en los esfuerzos para investigar, procesar y juzgar a los acusados de cometer genocidio durante el gobierno de los Jemeres Rojos en Camboya entre 1975 y 1979. Durante esos cuatro años, el régimen de Pol Pot supuestamente torturó y ejecutó a aproximadamente 1,7 millones de personas. El gobierno camboyano está cooperando con el tribunal, pero sus avances han sido titubeantes, y sólo se han producido tres condenas.
Una celda en el interior del S-21, uno de los centros de interrogatorio más conocidos utilizados por los Jemeres Rojos durante los cuatro años que gobernaron Camboya. El régimen está acusado de torturar y ejecutar a aproximadamente 1,7 millones de personas entre 1975 y 1979.
Por qué el genocidio es difícil de demostrar
Con el auge del término "genocidio", los estudiosos empezaron a utilizarlo para referirse a atrocidades históricas en masa, como los asesinatos en masa de nativos californianos por parte de los colonos anglosajones en la época de la Fiebre del Oro, la esterilización de la minoría uigur por parte de China en 2020 y la matanza de hasta 1,2 millones de cristianos armenios por parte del Imperio Otomano en 1915 y 1916.
Sin embargo, muchas menos barbaridades masivas han sido designadas como genocidio por el derecho internacional. Aunque la ley es clara en cuanto a lo que constituye un genocidio, sus críticos argumentan que la norma legal para el genocidio es tan específica que casi nunca es aplicable a las matanzas masivas o a los actos brutales perpetrados contra un grupo.
Según la ONU, "la intención es más difícil de determinar....La destrucción cultural no es suficiente, como tampoco lo es la intención de simplemente dispersar a un grupo".
Las fotos del "antes" de las víctimas del S-21. Los jemeres rojos fotografiaron y crearon un archivo para cada prisionero que entraba en el centro de tortura, ahora conocido como Tuol Sleng. La Alemania nazi había utilizado la misma práctica para documentar su internamiento de judíos durante el Holocausto.
Técnicamente, la ONU sólo puede perseguir condenas por genocidio cuando una nación participante no ha cumplido su obligación de perseguir el delito por sí misma. Como resultado, el genocidio puede ser juzgado en diferentes lugares y por diferentes entidades.
Algunos expertos jurídicos sostienen que la definición de "genocidio" no es suficiente para impedir realmente que se perpetre el delito, y que, al ser tan difícil de probar, los fiscales presentan muy pocas veces casos de genocidio. "Con tan pocas condenas hasta la fecha", escribe la profesora de criminología de la Universidad de York (Reino Unido) Rachael Burns; "la comunidad internacional tiene mucho que hacer para ponerse al día".
El genocidio se considera ahora uno de los crímenes más atroces. Pero el término puede ser apropiado de forma maliciosa y utilizado como una forma de desviar la atención de sus propios crímenes. Desde la década de 1940, escribieron en 2014 Matthew Kupfer y Thomas de Waal, de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, las acusaciones de genocidio han sido utilizadas indebidamente como "arma de retórica política" por entidades como la Unión Soviética.
Sacerdotes armenios en una conmemoración del genocidio armenio en abril de 1994. La tragedia se ha convertido en un punto de tensión geopolítica: el gobierno turco sigue negando que las matanzas constituyeran un genocidio y Estados Unidos no lo reconoció como tal hasta 2021.
Como escribieron Kupfer y Thomas de Waal, la palabra "genocidio", irónicamente, se ha "desvinculado de su formulación jurídica original" y se ha convertido en un arma de guerra.
Determinación del genocidio en Ucrania
En la actualidad, muchos miembros de la comunidad internacional (entre ellos el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el presidente estadounidense Joe Biden) han acusado al presidente ruso Vladimir Putin de genocidio durante la invasión de Ucrania en 2022. "Cada vez está más claro que Putin está tratando de eliminar la idea de siquiera... poder ser ucraniano", dijo Biden el 12 de abril, informó NPR.
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Putin, por su parte, ha desviado esas acusaciones, y el Tribunal Internacional de Justicia aún no se ha pronunciado sobre si la invasión rusa de Ucrania se contará entre el puñado de conflictos que han llegado a la definición legal de genocidio.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.