¿Dónde está enterrado Santa Claus? En busca de los resto del auténtico San Nicolás

Es probable que los restos mortales del obispo griego del siglo IV estén esparcidos por todo el mundo en forma de reliquias sagradas.

Por Brian Handwerk
Un "Outback Santa" del sur de Australia es soplado por la brisa en 2006.

Un "Outback Santa" del sur de Australia es soplado por la brisa en 2006.

Fotografía de Trent Parke, Magnum Photos

La historia de cómo San Nicolás se convirtió en el salta-chimeneas de traje rojo que todos conocemos como Santa Claus o Papá Noel es fascinante por sí misma, pero no tiene nada que envidiar al no menos intrigante y controvertido relato de los últimos días del santo.

Estamos ante una historia que guarda ciertas similitudes con la del cuerpo de San Valentín: sus restos son venerados en todo el mundo y nadie sabe con certeza el lugar en el que Papá Noel descansa en paz (y, dicho sea de paso, en pedazos). En la tradición cristiana primitiva y medieval, los restos mortales de los santos populares se esparcían por diversas iglesias de distintos lugares para exhibirlos como reliquias sagradas.

Gracias a las pruebas de datación y ADN, la comunidad científica puede saber con certeza qué reliquias pertenecen realmente al mismo hombre, y en 2017, estudiosos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) anunciaron un primer paso en esa dirección: un estudio radiocarbónico que demuestra que un hueso en concreto que durante mucho tiempo se pensó que era una reliquia de San Nicolás (y que se encuentra en la iglesia de Santa Marta de Betania en Morton Grove, Illinois, EE. UU.), ha resultado datar en realidad de la época de la muerte del santo.

El obispo griego, conocido como patrón de los niños, murió probablemente en el año 343 d.C. en Myra, una pequeña ciudad de la actual Turquía llamada Demre. Aunque se discute el año de su muerte, no ocurre lo mismo con el día: hay consenso en que el 6 de diciembre es el Día de San Nicolás.

Pintura de San Nicolás.

Representación religiosa de San Nicolás.

Fotografía de Hemis, Alamy

“Muchas reliquias que estudiamos resultan datar de un periodo algo posterior al que sugeriría la atestación histórica”, declaró en un comunicado el experto en datación arqueológica Tom Higham. “Este fragmento de hueso, en cambio, sugiere que posiblemente estemos ante restos del mismísimo San Nicolás”, añade.

He aquí algunos lugares más donde podría estar enterrado el verdadero Santa Claus.

Según el reverendo Michael Witczak, profesor de estudios litúrgicos de la Universidad Católica de América, en Washington D.C. (Estados Unidos), los restos de San Nicolás, o la mayoría de ellos, podrían haber sido trasladados desde la actual Turquía a la ciudad portuaria adriática de Bari en 1087.

“En la época de las Cruzadas, cuando el Imperio bizantino se erosionaba lentamente, un grupo de italianos sacó su cuerpo de Myra y lo llevó a Bari con el objetivo de salvaguardar algunas reliquias de los turcos, que realmente no tenían ningún interés en los santos cristianos”, explica Witczak.

Estos restos aún reposan en la Basílica de San Nicolás, destino de peregrinos cristianos ortodoxos y católicos romanos. Cada mes de mayo, un festival celebra su regreso a casa, escenificado por sacerdotes que llegan en barco con un icono pintado del santo.

Adam English, autor del libro The Saint Who Would Be Santa Claus [El santo que se convertiría en Santa Claus], señala que las personas que trasladaron los huesos documentaron el viaje con todo detalle.

“Tenemos bastante confianza en que los de Bari son huesos de Nicolás. Pero, por supuesto, incluso esto podría ponerse en duda”, añade English, teólogo y filósofo cristiano de la Universidad Campbell de Carolina del Norte (Estados Unidos).

Curiosamente, las reliquias de Bari sólo incluyen una parte de la pelvis. Así que también es anatómicamente posible que el fragmento de Illinois forme parte del mismo esqueleto.

Bari no es la única ciudad italiana que reclama partes del cuerpo del santo. La iglesia de San Nicolás de Venecia, en el Lido, contiene pequeños fragmentos óseos del santo que los marineros venecianos afirmaron haber desenterrado en 1099 en la iglesia casi abandonada de Myra.

La historia cuenta que los marineros de Bari que se llevaron los restos desde Turquía dejaron algunos de ellos en la iglesia de San Nicolás. “Fue esencialmente un robo sagrado. No sólo temían que les persiguieran los lugareños, sino también los huesos y el poder de Nicolás. Así que parece que dejaron algunos pequeños fragmentos, que los venecianos se llevaron después”.

Hace décadas, el profesor de anatomía Luigi Martino examinó los huesos de Bari y Venecia y llegó a la conclusión de que podían proceder del mismo esqueleto. Pero esa explicación no ha apagado del todo la polémica.

Demre, Turquía

Durante más de siete siglos después de la muerte de San Nicolás, hasta que sus restos fueron supuestamente trasladados a Italia, los cristianos no tuvieron ninguna duda de dónde se encontraba su cadáver: la catedral de Myra, donde el santo había servido a los fieles.

En octubre de 2017, las autoridades turcas sugirieron que, después de todo, San Nicolás podría seguir en Demre. Varios tipos de imágenes, afirman, revelaron una cámara inexplorada bajo los suelos de mosaico de la antigua iglesia de San Nicolás de la ciudad, lo que llevó a algunos arqueólogos turcos a plantear la hipótesis de que esta podría atesorar la tumba de Santa Claus.

English, de la Universidad de Campbell, se muestra escéptico. En primer lugar, no se ha encontrado nada. Además, “la iglesia ha sido saqueada, abandonada y reconstruida, por lo que tiene una larga y accidentada historia con muchas lagunas. ¿Qué queda por encontrar en la iglesia si algún día abren ese espacio? ¿Quién sabe?”, afirma.

Pese al escepticismo de English, en diciembre de 2024, los arqueólogos turcos sumaron una pieza más al puzzle. Aseguraron haber encontrado el sarcófago del santo

Históricamente, los santos eran considerados hacedores de milagros porque el poder y la presencia de Dios fluían a través de ellos. “Después de su muerte, se consideraba que ese mismo poder residía en sus restos mortales, que eran enterrados en la iglesia”, explica Witczak.

Como había más iglesias que santos, algunas personas que no tenían sus propios mártires o santos milagrosos “se las ingeniaban por las buenas o por las malas para hacerse con las reliquias de los santos”, explica.

Esto parece especialmente cierto en el caso de los restos de San Nicolás. Sus supuestos dientes y huesos de los dedos son reliquias preciadas en más de una docena de iglesias de lugares como Rusia, Francia y los territorios palestinos.

Entre ellas destaca la iglesia ortodoxa de San Nicolás de Nueva York, destruida durante el derrumbamiento del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Las reliquias nunca se recuperaron.

“La pregunta es: ¿de dónde las sacaron?”. dice English. “Tienen cientos de años, y sería muy difícil rastrear de dónde procedieron originalmente algunas de ellas, o si forman parte del mismo esqueleto”.

En ese sentido, estas reliquias sagradas de San Nicolás pueden tener algo en común con Papá Noel. Y aquí, claro, pasa lo mismo que con el propio Santa Claus: lo que realmente importa es si decides creer.

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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