Cómo los árboles pueden llegar a salvar el cultivo de café en Guatemala

El caficultor Don Willy Solares sostiene un plantón que algún día dará sombra a sus cafetos. En un intento por mejorar el rendimiento de las cosechas en los años 70, se aconsejó a los caficultores de la región que se deshicieran de la vegetación para plantar más café. Esto generó consecuencias imprevistas como la erosión del suelo, deslizamientos de tierra y temperaturas más cálidas a nivel superficial que desequilibraron el ecosistema. 
 
Este declive continuo está siendo revertido a medida que el programa de agrosilvicultura de Nespresso ayuda a los caficultores como Willy a restaurar las variedades de árboles y volver al tradicional cultivo a la sombra, con lo que protegen la productividad de su café.

Don Willy y su mujer, Doña María, cosechan cerezas de café. Para Don Willy, las ventajas de adoptar técnicas de cultivo sostenible van más allá de obtener cosechas más abundantes. Con el tiempo, podrá obtener ingresos adicionales procedentes de la fruta y la madera de los árboles que protegen su plantación, además de que Nespresso le pagará un precio superior por la mejor calidad de su café.

Sara, agrónoma certificada de Nespresso, forma a los trabajadores en un campo de café. Todos han traído plantones que plantarán en las laderas donde ya crecen los cafetos. Sara explica cómo estos árboles protegerán el café, que crece de forma natural en la sombra, al tiempo que generan otros beneficios: enriquecen el suelo con nutrientes, eliminan sustancias tóxicas de las aguas subterráneas y fortalecen la tierra con sus raíces para prevenir la erosión de la superficie. 
 
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Los caficultores locales ponen especial atención mientras Sara da otra sesión formativa en las laderas. El programa de agrosilvicultura no trata únicamente de mostrar a los productores qué árboles plantar y dónde; también se trata de un apoyo educativo constante que se ha diseñado para dotarles de los conocimientos necesarios para proteger sus cosechas y evitar el impacto del cambio climático. 
 

Durante el programa, vecinos y caficultores colocan plantones en el campo de café donde se realizan las prácticas, para que otros puedan ver y aprender técnicas como la plantación y ubicación y aplicarlas después en sus granjas. Estas plantas que ejercen de barrera impulsarán la biodiversidad que de forma natural mantiene el suelo fertilizado y lo protege de la erosión, algo que se ha convertido en un problema recurrente en la zona. En el momento en que se escriben estas líneas, ya se han plantado 752.132 árboles a través del programa AAA de Nespresso en fincas de toda Jalapa. 
 

Cultivar cerezas de café de calidad es solo el primer paso para producir café lo suficientemente bueno para que se disfrute en todo el mundo; el procesamiento también es fundamental. Una vez que se sacan los granos de la pulpa protectora de sus cerezas, se esparcen en el patio de la molienda en húmedo, ya que la fórmula de secado al sol sigue siendo una de las mejores formas de realzar los perfiles de sabor al tiempo que se conserva su calidad. 
 

Las laderas montañosas de Jalapa rebosan toda clase de vida, y es su ecosistema delicadamente equilibrado el que asegura una forma de cultivo sostenible. Los anteriores métodos de cultivo que consistían despejar las tierras y sobreexplotar el suelo fértil rompieron este ciclo natural, reduciendo la zona y haciéndola vulnerable al clima adverso. Pero ahora los caficultores están aprendiendo a insertar su labor en el ecosistema mediante la implementación de técnicas que les permitan vivir y cultivar sin causar impacto en el entorno. 
 
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