Recuperar el café de calidad superior en las laderas de las Rwenzori

Al igual que sus padres antes que ellos, Joseph Kirimbwa y su mujer, Rose Musoki, cultivan café para mantener a su familia. La sacos llenos de cerezas rojas recién recolectadas que sostienen representan la actitud pionera con la que se unieron al Programa Nespresso AAA Sustainable Quality, donde trabajan con agrónomos para aprender nuevos métodos que aumenten la calidad del café y la producción de la cosecha. Esta acción ha permitido a Joseph y Rose aumentar sus ingresos, hacer planes para ampliar su casa y desarrollar su finca todavía más. Se trata de una mejora a nivel vital que está resultando tan beneficiosa que otros caficultores empiezan a darse cuenta. 
 

Joseph se encuentra entre un gran número de frutos maduros de café recolectados de árboles que llevan creciendo más de una década y han llegado a ser tan altos como para que se necesite una escalera para hacer la recolección. Pronto podrá podarlos de nuevo para seguir manteniendo la productividad alta pero, mientras, el esfuerzo adicional que hace para llegar a las ramas merece la pena. Las cerezas se han nutrido de la luz solar filtrada entre las hojas, y han tomado una forma realmente preciosa. En su interior crecen granos de café de la mejor calidad. 
 

Recoger los frutos de forma selectiva es la primera fase para llegar al mercado de café, y además es la más importante. Los caficultores de Uganda tenían una larga historia de bajo rendimiento, porque se veían obligados a recolectar todas las cerezas sin importar su tamaño o madurez. Con la intención de revitalizar la cultura del café en esta región tan especial, Nespresso, junto a su socio con sede en Uganda, Agri Evolve, trabaja con caficultores como Joseph para dar valor a la calidad por encima de todo, animándoles a recolectar únicamente cerezas rojas y carnosas. El nivel de producción puede equipararse con un volumen ligeramente más pequeño, pero se valora con un precio mayor en el mercado. 
 

Decir que el pueblo de Mbata está alejado de todo se queda corto. Por este motivo, recoger o entregar el café que cultivan los grupos de pequeños productores resulta difícil a cualquier nivel comercial. Los caficultores suelen llevar a pie sus cerezas de café hasta un centro de compra especializado, donde saben que Nespresso les comprará sus mejores frutos a muy buen precio. 
 

Es muy probable que, cuando los caficultores lleven sus cerezas al centro de compra especializado, Ester Mbambu les esté esperando. Ester les ayuda a pesar y preparar las cerezas para transportarlas y les paga un precio superior después de inspeccionar los frutos junto con sus compañeros. Después, los frutos comienzan su proceso de secado natural al sol. Ester, que también es caficultora, cuenta con la confianza de otros agricultores de la comunidad, y promueve técnicas que les permitan aumentar la calidad de su café y mejorar sus ingresos. Con la posibilidad sobre la mesa de conseguir potencialmente casi el doble de ganancias, empieza a hablarse de que merece la pena aprender las técnicas. 
 

Las cerezas de Joseph y Rose se mezclan con las de otros caficultores de la región en el centro de compra, donde se vuelven a clasificar y se comprueba su calidad. En los dos últimos años hemos visto un cambio de perspectiva en favor de mantener la calidad durante el proceso de venta del café. Los caficultores solían ser los responsables de cultivar, recolectar, pelar y secar los granos antes de poder venderlos. Ahora esta infraestructura, más consolidada, les libera de algunos de estos procesos y les facilita hacer llegar su café al mercado global. Y Nespresso les ofrece seguridad en cuanto a que las medidas adicionales que toman para cultivar cerezas de la mejor calidad merecerán la pena. 
 

Los caficultores de la zona no solo son responsables de cultivar el café; también tienen que procesarlo. Esto implica tiempo y recursos, y a menudo no pueden permitirse mantener el control de calidad necesario para preparar de forma adecuada el café prémium que han cultivado. Para ayudarles a eliminar algo de presión, Nespresso ha apoyado la construcción de un molino en el pueblo de Bugoye, donde se procesan las cerezas para cumplir los estándares más rigurosos una vez que los caficultores las entregan. Esto permite a los pequeños productores centrarse en mejorar sus fincas para seguir cultivando los mejores granos. Así es cómo lo estamos haciendo. 
 

Los caficultores de Uganda siempre tienen en mente a sus familias. Al empezar a aprender habilidades tales como contabilidad y técnicas de recolección mejoradas, esperan poder ofrecer una mejor vida a los suyos. En el futuro, unos ingresos más altos podrían suponer para los caficultores la posibilidad de contar con sanidad, pensiones y una educación continuada para sus hijos. Los hijos de Joseph y otros niños de las fincas de la zona asisten a la escuela del pueblo de Mbata. 
 
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