India lidera el mayor proyecto de energía limpia del mundo
Mientras el presidente Trump pretende revivir la industria del carbón estadounidense, la India se lanza a por las renovables, las luces LED y los coches electrónicos, entre otras iniciativas.
La India se encuentra en medio de «el mayor proyecto de transformación energética del mundo», según declararon los organizadores del Foro de la Energía de Viena cuando presentaron al ponente principal, el Ministro de Energía de la India Piyush Goyal, el pasado 11 de mayo.
«Todo cambió en 2015 con el acuerdo del clima de París. Debemos separar el crecimiento económico de los impactos medioambientales y dejar atrás un mundo mejor», afirmó Goyal, que recibió un sonoro aplauso de los 1.650 expertos en energía y responsables gubernamentales presentes en Viena. «Cada momento cuenta».
«Nunca había escuchado unas afirmaciones tan visionarias y progresistas en un país líder a nivel mundial», me contó más tarde el Primer Ministro de Tuvalu, Enele Sopoaga. La pequeña nación isleña del Pacífico se encuentra a apenas tres metros sobre el nivel del mar, por lo que la subida de los niveles del mar resultante del cambio climático ha forzado a miles de habitantes a abandonar el país.
«La India comprende lo urgente que es la acción en materia climática», dijo Sopoaga.
La India tiene mucha prisa por convertir su sistema energético en un sistema verde para crear trabajo, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, limpiar el aire y el agua y, por supuesto, luchar contra el cambio climático, según afirman sus líderes. Hay que tener en cuenta que este es un país con 1.300 millones de habitantes, donde casi 300 millones de ellos carecen de acceso a la electricidad y los ingresos medios anuales son de poco más de 1.400 euros.
Aunque ahora funciona mayoritariamente con carbón, la India añadirá un 50 por ciento más energía solar y eólica de la que se ha instalado hasta ahora en Estados Unidos. Remplazará también 770 millones de bombillas en calles y hogares con luces LED, más eficientes por su ahorro energético y su mayor vida útil. Además, proporcionará acceso a la electricidad por primera vez a decenas de miles de poblaciones rurales. Y lo mejor: la India lo está haciendo posible a un ritmo mayor del que nadie podía imaginar.
«La India es el modelo a seguir en lo referente a energía limpia… lo que demuestra que esto no es una carga, sino todo lo contrario», afirma Vivien Foster, experta en economía energética en el Banco Mundial. «Se trata de una gran oportunidad».
Una revolución lumínica
Se espera que la instalación de luces LED en todo el país finalice en 2019, cuatro años después de que el programa fuera anunciado en 2015, poco después de la elección del primer ministro Narendra Modi. Antes, la India se había comprometido a utilizar carbón para el desarrollo de su economía, del mismo modo que había hecho China 25 años antes. Pero ahora Modi está intentando encauzar el futuro de la India hacia las tecnologías del siglo XXI.
El ahorro de energía resultante del remplazo de 770 millones de luces en hogares y de farolas hará que la demanda de electricidad de la India descienda en 20.000 megavatios y reducirá las emisiones de CO2, gas responsable del calentamiento, en 80 toneladas anuales. Esta es prácticamente la cantidad de emisiones de CO2 emitidas por Chile en 2015. Esto reduce drásticamente la necesidad de construir más centrales eléctricas y ahorrará al país unos 6.200 millones de euros al año.
Todo esto se ha logrado sin financiación gubernamental.
La India es líder en un tipo de empresa llamada Empresa de Servicios Energéticos (ESE), que consigue ingresos a partir de los costes energéticos que consiguen ahorrar a sus clientes. Las empresas eléctricas gubernamentales fundaron una empresa ESE llamada Energy Efficiency Services Limited, que desde el inicio de su actividad solo ha obtenido beneficios. Esta empresa ha trabajado con fabricantes de LED para reducir los costes de estas luces en hasta un 85 por ciento en menos de tres años. Ahora, la India tiene el precio más bajo del mundo, dijo Goyal en una entrevista.
Energy Efficiency Services Limited (EESL) ha tenido tanto éxito que acaba de anunciar una inversión de 115 millones de euros en tres años en el Reino Unido para acceder a su mercado de eficiencia energética, con un valor estimado de entre 7.000 y 9.000 millones de euros. EESL pretende captar gran parte del mismo promoviendo e implementando soluciones energéticas renovables, eficientes y de emisiones reducidas, así como luces LED.
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En Estados Unidos, uno de los grandes responsables de las emisiones a nivel mundial, no existe nada parecido a un programa nacional de conversión a LED. Sin embargo, muchas ciudades estadounidenses están remplazando las bombillas de farolas por LED para ahorrar millones en costes energéticos, aunque es una iniciativa lenta. El Smart Lighting Project de Chicago, que acaba de lanzarse en abril, remplazará 270.000 dispositivos de iluminación y no se completará hasta el año 2021. En Washington, D. C., el Streetlight Modernization Project podría remplazar hasta 71.000 farolas, pero comenzará en el año 2018.
Un incremento en solar y eólica
El sector de las renovables en la India también está creciendo a la velocidad del rayo. En la conferencia del clima de París de diciembre de 2015, Modi dejó a muchos boquiabiertos al anunciar que la India añadiría 160 gigavatios de energías eólica y solar para el 2022 a los 26 gigavatios existentes. Un solo gigavatio puede iluminar 100 millones de bombillas LED de uso doméstico.
«Es un objetivo ambicioso», afirma el experto en energía Nicklas Höhne, fundador del NewClimate Institute, un centro de investigación europeo. «Existe un impulso importante y ahora dos estados de la India están pensando en llegar a un cien por cien de energía renovable, lo que es un hito destacable».
«La energía verde ya no es cara ni difícil de construir, y se adapta bien a nuestras necesidades», afirmó Goyal. Debido a todos los beneficios que conlleva, todos los países deberían seguir este camino, dijo.
El boom solar y eólico de la India ha reducido los costes en gran medida, cayendo de los 12 céntimos el kilovatio por hora a solo 4 céntimos el kilovatio por hora en el caso de la energía solar. Es más barata que el carbón. Como resultado, Goyal espera que no se necesite más energía a partir de carbón después del año 2022. Un análisis sugiere que parte de la energía producida a partir de carbón actualmente en la India es más cara que construir nuevas plantas solares. Goyal cree que la India pronto podría poner fin a las importaciones de carbón térmico.
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Según Höhne, estos avances son especialmente impactantes por los importantes problemas económicos y sociales en la India.
Para los 300 millones de habitantes sin acceso a la electricidad, eso también va a cambiar. Todo hogar estará conectado para el año 2019, según Goyal, tres años antes del objetivo de 2022.
«El primer ministro Modi creció en un entorno pobre. Sabe cómo es carecer de energía eléctrica. Está totalmente comprometido con la tarea de hacer de esto una realidad», declaró Goyal.
La revolución energética de la India podría transformar pronto el país, pero también está creando «soluciones que otros países del mundo podrían replicar y emplear como apoyo a su propia transición energética hacia las renovables», dijo Rachel Kyte, consejera delegada de Sustainable Energy for All y Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas.
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Una conducción eléctrica
Los coches eléctricos son el siguiente paso que la India pretende dar. El país ha encargado un estudio sobre cómo cambiar la totalidad de su flota de vehículos por coches eléctricos para el año 2030, aunque este todavía no es un objetivo oficial del gobierno.
Pero para esa fecha, Goyal cree que los coches eléctricos serán los únicos coches que se vendan debido a los bajos costes de operación, la escasa necesidad de mantenimiento o reparaciones y su larga vida útil. Las baterías también funcionarán bien con energía solar o eólica contenida en dispositivos de almacenamiento. Según dice, no se necesitarán subsidios, ya que el impuesto sobre la gasolina en la India está prácticamente al mismo nivel que el impuesto medio mundial.
«Lo vamos hacer incluso si nadie más lo hace. Jugamos un importante papel en la lucha contra el cambio climático», afirmó Goyal.
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