Salvando el océano de las anillas de plástico para latas
Desde los años 70, las anillas de plástico han sido un símbolo de los perjudiciales desechos plásticos, pero ¿son aún igual de peligrosas?
En asociación con la National Geographic Society. Esta historia forma parte de ¿Planeta o plástico?, una iniciativa plurianual para crear conciencia sobre la crisis global de desechos plásticos. Ayúdanos a evitar que mil millones de objetos de plástico de un solo uso lleguen al mar para finales de 2020. Elige al planeta. Comprométete en www.planetaoplastico.es.
Al igual que las pajitas de plástico, las anillas de plástico suelen considerarse enemigas del océano. Aunque las pajitas y las anillas de plástico solo representan una fracción diminuta de todos los desechos plásticos presentes en el océano, las imágenes de animales marinos desvalidos como tortugas marinas con pajitas de plástico incrustadas en la nariz o anillas de plástico alrededor de su cuerpo han provocado críticas por parte del público en contra de estos objetos cotidianos.
Ahora, algunas empresas cerveceras intentan crear métodos innovadores para mantener unidas las latas sin atrapar animales marinos con los desechos resultantes.
Sin embargo, a diferencia de las pajitas de plástico, las alternativas viables no siempre están disponibles. Cuando se produjo la primera pajita comercial, estaba hecha de papel, por lo que alejarse del plástico supondrá el regreso a las pajitas de antaño.
La historia de las anillas de plástico
Las anillas de plástico llevan cuatro décadas disponibles y ahora están mucho más reguladas que cuando empezaron a fabricarse.
En 1987, Associated Press informó de que, cada año, las anillas de plástico mataban a un millón de aves marinas y 100.000 mamíferos marinos. La cifra se cita y se usa ampliamente hoy en día, pero su origen no es fácilmente localizable. En 1984, el New York Times informó desde una conferencia de Entanglement Network en Washington de que 100.000 mamíferos marinos mueren cada año por culpa del plástico.
En una limpieza de las playas de la costa de Oregón organizada en 1988, los voluntarios recogieron 1.500 anillas de envases seis latas en el transcurso de unas pocas horas.
La empresa fabricante Illinois Tool Works afirmó que «la industria del empaquetado de bebidas se transformó» cuando una unidad operativa dentro de una empresa llamada HiCone inventó las anillas de plástico en los años 60. Hoy, esa misma unidad fabrica una gran variedad de anillas de plástico en máquinas que, según dice, puede empaquetar 2.400 latas por minuto.
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Desde 1994, la EPA exige que las anillas vendidas en Estados Unidos sean degradables. Muchos fabricantes cumplen con esta norma elaborando anillos fotodegradables, lo que significa que se descomponen con la luz.
HiCone emplea esta técnica y afirma que, como mucho, las anillas tardan entre tres y cuatro meses en descomponerse en condiciones invernales nubladas. Aunque esta normativa reduce las probabilidades de que los animales se queden atrapados en las anillas, deja abierta la posibilidad de que consuman los subproductos más pequeños que se forman con la descomposición del plástico. La normativa de la EPA especifica que los fragmentos de plástico pueden ser desde partículas demasiado pequeñas para verlas a simple vista hasta fragmentos de varios centímetros.
Se conocen al menos 700 especies afectadas por el plástico del océano y, cada año, unas ocho millones de toneladas de plástico llegan al océano. El 40 por ciento de las mismas son plásticos de un solo uso, plásticos que se utilizan una sola vez y, a continuación, se tiran. Los animales marinos, de aves a mamíferos, no solo se ven afectados por el riesgo de quedarse atrapados antes de que las anillas se degraden, sino también por ingerir partículas de plástico de tamaños microscópicos que pueden hacer que se mueran de hambre al acumularse en sus tractos digestivos.
Los científicos han descrito los microplásticos como una especie de «sopa de plástico» y algunos estudios afirman que hay entre 15 y 50 billones de fragmentos de microplásticos en los océanos.
Para la producción de anillas de plástico también es necesario usar petróleo: en torno al ocho por ciento de la producción de petróleo mundial se dedica a la fabricación de plástico.
Las alternativas a las anillas de plástico
Para reducir microplásticos y emisiones de carbono, algunas empresas han rechazado las anillas de plástico.
En 2016, la cervecera Salt Water Brewery anunció que todas las anillas de seis de su Scramin’ Reels IPA se envasarían con un soporte compostable llamado E6PR (Eco Six Pack Ring). El recipiente está diseñado para ser completamente compostable cuando se tire y comestible si entra en los hábitats de animales marinos. Se elabora con algunos de los subproductos generados en la elaboración de cerveza, como el trigo y la cebada usados.
«No sé lo nutritiva que será la cebada para las tortugas marinas, pero si se ingiere parece menos perjudicial que los plásticos tradicionales de las anillas», contó Nick Mallos, director del programa Trash Free Seas de Ocean Conservancy, a National Geographic en 2016.
En junio, la cervecera danesa Carlsberg Breweries anunció que emplearía un nuevo tipo de pegamento para sostener sus packs de seis latas.
Han hecho falta tres años y 4.000 versiones para crear un adhesivo que fuera lo bastante fuerte como para mantener las latas unidas, pero no tan fuerte como para que los consumidores sean incapaces de coger una con facilidad, según explica Simon Boas Hoffmeyer, director de sostenibilidad de Carlsberg.
Hoffmeyer no ha revelado información específica sobre lo que hace de su pegamento algo único ni tampoco su coste, pero señaló que no se parece a ningún otro adhesivo del mercado.
«Es el mismo tipo de adhesivo o pegamento presente en otros productos, pero la composición exacta es diferente. La forma en que usamos el pegamento es diferente. Hemos realizado pruebas que demuestran que no afecta a su reciclabilidad. Recomendamos dejar el pegamento en las latas para garantizar que no acabe en el lugar equivocado», añadió.
Cada envase de seis contendrá un «asa» hecha con una fina tira de plástico fijada a las dos latas de cerveza de en medio. Aun así, la empresa afirma que les ayudará a evitar usar 1.322 toneladas de plástico al año.
Aunque los fabricantes esperan que influya en la cantidad de contaminación por plástico en el océano cada año, las anillas de plástico no son ni de lejos la mayor parte de los desechos plásticos presentes en el mar. La organización Ocean Conservancy celebra limpiezas de playas cada año en las que los voluntarios recogen basura. En 2017, las colillas de cigarrillos fueron la mayor fuente de contaminación por plástico: se recogieron 1.863.838.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.