Por qué es tan difícil extinguir los incendios de California
Los vientos intensos, la sequía y el terreno escarpado dificultan la extinción de los incendios.
Los incendios forestales pueden aparecer en cualquier lugar donde las ramas secas estén expuestas a una chispa, pero en California el reto de combatirlos es especialmente complejo.
«Lo que vemos ahora es que, durante los dos últimos años, la temporada de incendios ha durado todo el año», explica Brian Rice, director de la California Fire Foundation y presidente de California Professional Firefighters.
Rice afirma que las condiciones cálidas y secas del verano persisten hasta el otoño, por lo que el estado permanece en condiciones inflamables. Según el organismo supervisor de sequía de los Estados Unidos, el 18 por ciento del estado sufre sequías graves, empeoradas por los patrones meteorológicos estacionales y los paisajes existentes, que dificultan la extinción de incendios en California.
Vientos fuertes
Para avivar un fuego solo hace falta un poco de viento. En California, los vientos de entre 80 y 110 kilómetros por hora de la semana pasada aumentaron el tamaño de los incendios en apenas unas horas. El incendio de Camp obligó a evacuar Paradise, en el norte de California, antes de que los bomberos empezasen a combatirlo siquiera. El viernes, el incendio de Woolsey al norte de Los Ángeles aumentó de 3.200 a 14.000 hectáreas en menos de un día.
La topografía de la región es una de las culpables de los vientos intensos. Cuando las altas presiones se acumulan en los desiertos al este de las montañas de California, las atraviesan como si fueran un embudo, llenando rápidamente las zonas de bajas presiones sobre la costa pacífica.
Las alertas del Servicio Meteorológico Nacional advierten que el norte de California experimentará vientos intensos y secos hoy y mañana, mientras que en el sur de California podrían producirse ráfagas tan intensas como las de los vientos huracanados.
Estas ráfagas pueden hacer que los incendios sean incontrolables e impredecibles para los bomberos. Hasta la fecha, se han registrado 31 víctimas mortales y 300.000 personas han sido evacuadas de sus hogares.
Un terreno accidentado
Las famosas colinas y cañones de California contribuyen al crecimiento de los incendios y dificultan las labores de extinción. Los cañones se convierten en hornos cuando los incendios forestales los atraviesan, calentando las laderas rocosas.
«Cuando el terreno es escarpado, no es seguro enviar al personal directamente sobre el terreno», afirma Rice.
Según él, cuando los incendios queman lugares rocosos y laderas de difícil acceso, el Servicio Forestal prefiere emplear los recursos aéreos en la región. Los aviones que transportan pirorretardante sobrevuelan las enormes llamaradas y los bomberos paracaidistas (a los que llaman smokejumpers) descienden a los lugares incendiados.
Lleguen en avión o en camión, los bomberos deben avanzar a pie, armados con «trabajo duro, una espalda fuerte y agua», afirma Rice.
Transportando entre 11 y 22 litros de agua cada uno, pueden rociar recursos fundamentales sirven de combustible para el fuego, como la vegetación seca. También instalan miles de metros de mangueras en líneas para contener los incendios.
Pero el terreno accidentado tiene su lado bueno: las crestas escarpadas pueden evitar que los incendios se extiendan. «La topografía puede ser tu peor enemigo, pero también puede ayudarte», afirma Rice.
Estas condiciones naturales se suman a la que para muchos es una temporada de incendios agravada por el cambio climático.
«No es la nueva normalidad. Es la nueva anormalidad», declaró el gobernador de California Jerry Brown en una conferencia de prensa en la que también citó el cambio climático como una de las razones principales de que el estado haya experimentado un repunte de incendios forestales mortales en los últimos años.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.