El proyecto para la protección de los océanos de National Geographic recibe el premio Sartun 2020
Otorgado como reconocimiento al trabajo en defensa de los mares, el proyecto de National Geographic Pristine Seas ha sido recién galardonado con el Premio Sartun 2020.
El océano, piedra angular del desarrollo de la vida en la Tierra, cubre un 70% de la superficie del planeta, proporciona más de la mitad del oxígeno que respiramos y regula el clima terrestre. Sin embargo, a día de hoy, tan solo un 5% de la superficie del mar se ha estudiado en profundidad, según afirma el explorador de National Geographic Enric Sala. «Protegemos aquello que amamos. Pero solo amamos aquello que conocemos», afirmó el investigador francés Jacques Y. Cousteau, quien lideró expediciones a lo largo y ancho del mundo para comprender la complejidad de nuestros ecosistemas e instar a su protección.
Entre la inmensidad del legado de este conservacionista se encuentra una arista dominante: la preocupación por amortiguar la huella de la actividad humana sobre el medio ambiente. En esta línea fue construido el proyecto de National Geographic Pristine Seas, de la mano de los biólogos marinos y exploradores de National Geographic Manu San Félix y Enric Sala.
Recién galardonado con el Premio Sartun 2020, otorgado como reconocimiento al trabajo en defensa de los mares, el proyecto Pristine Seas tiene como objetivo «viajar a los lugares más remotos del planeta, proteger y salvaguardar esas zonas remotas que quedan a salvo por su lejanía», afirma Manu San Félix.
A día de hoy, la iniciativa ha logrado la protección de más de 5,8 millones de kilómetros cuadrados de océano en 22 reservas marinas, «un resultado que nunca hubiéramos soñado», cuenta el explorador. Pristine Seas es una de las iniciativas clave de la National Geographic Society, la mayor entidad colaboradora sin ánimo de lucro para la protección del medio ambiente a nivel mundial.
La primera edición del Premio Sartun premió el año pasado a la Global Fishing Watch, plataforma de la Fundación Leonardo DiCaprio, cuyo objetivo se centra en la lucha contra la pesca ilegal.
Tan solo un 0,04% del mar Mediterráneo está protegido
En 2008, Enric Sala inauguró el proyecto Pristine Seas con el objetivo de identificar, proteger y restaurar los últimos lugares salvajes del océano. La investigación científica, su espíritu explorador, el compromiso con la comunidad y el análisis económico y político de las diferentes áreas han guiado el trabajo en las áreas marinas que han logrado proteger, asegurando su conservación, su sostenibilidad y prosperidad.
Sin necesidad de alejarnos en el mapa oceánico, encontramos un mar Mediterráneo que ya está considerado el mar más sobreexplotado del planeta. «No podemos ni imaginar cómo era antes de la llegada del hombre», afirma San Félix. «Dos tercios de las poblaciones de peces están sobreexplotadas, con riesgo de colapsarse. Además, hay más de 900 especies de animales que se han introducido en el Mediterráneo, que se ha calentado el doble de la media de los océanos del mundo», denuncia Enric Sala en una entrevista a National Geographic España durante la COP25.
En menos de 70 años, el Mediterráneo ha perdido un 41% de sus mamíferos y un 34% de sus peces, más del 40% de la preciada posidonia ha desaparecido en cuatro años. Más de 150.000 toneladas de crudo se vierten a este mar anualmente y más del 95% de sus residuos son plástico. Un largo etcétera de cifras ponen en el punto crítico la situación de este ecosistema. «Es un desafortunado ejemplo de lo que está pasando en el planeta»
«Pero el mar también es una solución para el cambio climático», afirmó en la conferencia de Mediterráneo y cambio climático. «Afortunadamente para nosotros y desafortunadamente para el océano, este ha absorbido más del 90% del calor extra que hemos generado desde la revolución industrial. Si el océano no hubiera absorbido ese 90%, ahora mismo tendríamos 36ºC más de temperatura».
Con el objetivo de proteger el mar Mediterráneo, Manu San Félix lleva más de treinta años estudiando sus amenazas bajo la superficie. Para visibilizar el declive que estamos provocando en su biodiversidad, se enmarca en un viaje submarino del que nace el documental Salvemos nuestro Mediterráneo.
Ahora, las aguas de Marsella serán el destino del hijo del famoso explorador Jacques Cousteau, que se embarca con Enric Sala y un equipo de National Geographic para explorar el fondo marino mediterráneo y comparar la evolución de su flora y fauna a bordo del buque Alcyone, propulsado por turbovelas. La concienciación acerca de la importancia de proteger los océanos es el objetivo principal de Pristine Seas, que trabaja día a día por lograr establecer más zonas marinas protegidas a través de la investigación y la legislación.
«Si pudiéramos viajar en el tiempo y ver los paisajes sumergidos del Mediterráneo hace 40, 50 o 60 años, nos daríamos cuenta de que muchos sitios no tienen nada que ver con lo que tenemos ahora. Tenían una salud y un brillo que estamos perdiendo, aunque aún se ve en algunos sitios», afirma San Félix. «Pero no tenemos mucho tiempo para seguir diciendo que estamos a tiempo».