Caminos para ayudar al planeta: 15 ideas luchan por el premio medioambiental más prestigioso de la historia
Los premios Earthshot, los más prestigiosos de la historia en materia medioambiental, han anunciado sus nominaciones de los inventos y proyectos que creen podrían marcar la diferencia en los retos medioambientales más grandes del mundo.
Una humeante vista de Shanghaí, China, la tercera ciudad más grande del mundo es una de las que más rápido crece. Con la expansión urbana, el crecimiento de la población y el desarrollo tecnológico de los países en desarrollo, es un momento crucial para combatir los efectos del cambio climático a nivel global. Los premios Earthshot nacieron para atajar los retos más urgentes premiando el ingenio.
El pasado octubre, la asociación caritativa británica The Royal Foundation lanzó lo que su patrono el príncipe Guillermo de Inglaterra, segundo en la línea de sucesión a la corona británica, describió como “el premio medioambiental más prestigioso que se ha dado jamás”.
En una entrevista con David Attenborough, que dio el pistoletazo de salida a esta iniciativa plurianual, el príncipe explico que el nombre es un guiño al slogan que usó el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy para referirse a la misión lunar en los años 1960 y definió 5 “Earthshot” (objetivos terrestres, en inglés): un grupo de retos mortales a los que se enfrenta nuestro mundo.
Los retos eran, como el “moonshot” de Kennedy, de la de máxima altura: proteger y restablecer la naturaleza, limpiar nuestro aire, construir un mundo libre de residuos, revivir nuestros océanos y reparar nuestro clima. Cinco emergencias complejas que presentan conjuntamente son una llamada a la acción a la que pueden acudir desde think tanks y gobiernos hasta activistas e inventores caseros. La ambición humana creó estos problemas. ¿Podrá la genialidad humana solucionarlos?
En juego: 58 millones de euros (50 millones de libras) a repartir en los próximos 10 años (5 millones al año) para escalar las ideas viables, además de la nimiedad de asegurar un mejor legado para los futuros habitantes de nuestro mundo. Por supuesto, también resalta un motivo cuyo potencial es lo más persuasivo de todo: el beneficio económico.
“La ambición humana creó estas cinco emergencias complejas. ¿Podrá el ingenio humano resolverlos?”
Dado que, con las ideas adecuadas, hacer dinero y mejorar el planeta no deberían ser excluyentes, es más, probablemente no tendrían que serlo. Como ha dicho del galardón Indra Nooyi, miembro del Consejo del Premio y antigua CEO de Pepsico, : “¿Cómo alineamos nuestro incentivo para el crecimiento con el incentivo para el planeta?”
Tras un proceso de selección inicial, se presentó a los candidatos a un grupo de asesores científicos compuesto por expertos en cada uno de los campos de cada Earthshot, con el objetivo de seleccionar a los 15 finalistas que se presentarán al Consejo del Premio para su juicio final. Esta mañana, se ha anunciado a esos finalistas, tres por cada Earthshot.
Reto: Limpiar nuestro aire
Finalista: Blue Map App
Idea: Esta app, desarrollada por el medioambientalista y galardonado Explorer de National Geographic Ma Jung, es la primera base de datos medioambiental pública de China y tiene como objetivo dar una detallada visibilidad y contabilizar las emisiones industriales de China. El descomunal crecimiento industrial del país más poblado del mundo ha llevado a las comunidades a luchar por un cambio en muchos sitios donde sufren una pésima calidad del aire. La Blue Map App ayuda a identificar violaciones en las emisiones en 31 provincias publicando datos en tiempo real de la calidad del aire y el agua y datos de contaminación de 40.000 fábricas. La aplicación está provocando que muchos negocios tengan que explicar públicamente cualquier violación de las emisiones y está presionando a las empresas que no dan sus cifras a hacerlo. El equipo de la aplicación espera que este modelo de transparencia y responsabilidades pueda ser adoptado a nivel global.
Finalist Vinisha Umashankar
Idea: La niña de 14 años de la ciudad india de Tiruvannamalai, Vinisha Umashankar, ha creado un carro de planchado que funciona con energía solar y que ejemplifica como una pequeña idea, escalada, puede, potencialmente, tener un impacto colosal. Se inspiró cuando calculó que las planchas de carbón, que usan muchos de los 10 millones de indios que se tienen un puesto callejero de planchado, quemaban cerca de 5 millones de kilos de carbón al día. Con su proyecto se atajan de golpe: la contaminación del aire por residuos de partículas y las enfermedades asociadas; la deforestación; las emisiones; y los aparatos peligrosos. Su pequeño invento además permite cargar los móviles, permitiendo incrementar los ingresos además de las seis horas de planchado que permite el carrito. Estos múltiples impactos, tanto económicos como medioambientales, que se pueden extender por todo Asia, hace que el invento de Umashankar sea fácilmente escalable, se fabrica a un precio razonable.
Finalist Takachar
Idea: Si se pudiera llevar al mercado global, este concepto, impulsado por los eco-emprendedores Vidyut Mohan y Kevin Kung, afirma que sería capaz de reducir un millón de toneladas de emisiones de carbón al año y mejorar la calidad del aire de 500 millones de personas. Su objetivo: los desechos agrícolas. Con esto se refieren residuos de los cultivos que se terminan quemando, infectando el aire en torno a los campos con humo que reduce la calidad del aire, y por consiguiente la esperanza de vida. En lugar de repensar las tradicionales estrategias agrícolas, la solución de Takachar es más práctica: un dispositivo que se pone en la parte trasera del tractor. Este, según la empresa, reduce las emisiones de humo un 98 por ciento y convierte los residuos en biocombustible y fertilizante, haciendo que el proceso pueda, potencialmente, dar beneficios (o recortar gastos). Usando un proceso de secado por torrefacción, desde su lanzamiento en 2018, el aparato lo han usado cerca de 4500 agricultores, que han registrado un aumento del 30% de sus ingresos.
Reto: Revivir nuestros Océanos
Finalista: National Geographic Pristine Seas
Idea: liderado por el español Enric Sala, Explorador residente de National Geographic, Pristine Seas es un proyecto global que busca establecer que el 30 por ciento de los oceános del mundo sean Áreas Marinas Protegidas en 2030. Esto implica que no se pueda pescar, que se restablezca la biodiversidad y la promoción de prácticas sostenibles entre las comunidades locales. El proyecto ya ha conseguido establecer 24 reservas marinas en todo el mundo. "La ciencia nos ha enseñado que tenemos que proteger, por lo menos el 30 por ciento de los océanos del mundo para 2030 si queremos recuperar la vida marina, aumentar el suministro de alimentos marinos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero", dijo Sala; "es un honor ser reconocido como unos de los primeros finalistas de la historia del premio Earthshot".
Y añadió: "Estamos muy contentos pero también sentimos una enorme responsabilidad para continuar con nuestro trabajo de conservar el soporte vital de los oceános [de nuestro planeta]".
Finalista: Living Seawalls
Idea: Creado por el Instituto de Ciencia Marina de Sidney (Australia), este muro marino viviente nació para poder introducir las necesarias defensas costeras de una manera menos destructiva en hábitats marinos. Con esta iniciativa, se dice adiós a los grotescos y lisos bloques de hormigón y su devastados impacto en los ecosistemas costeros, en su lugar las defensas se cubren con paneles que imitan los manglares, los corales y las rocas marinas para incitar a las criaturas marinas a colonizar esos espacios. Living Seawalls asegura que las defensas costeras con paneles albergan un 36 por ciento más de vida marina después de dos años, registrando hasta 85 especies de peces, invertebrados y algas marinas refugiándose y asentándose entre las estructuras. Su expansión desde Australia a sitios tan variopintos como Gales o Singapur, con especial atención a sitios con climas extremos y aumentos del nivel del mar, el equipo ha demostrado que su solución es "la prueba viviente de que las ciudades y los océanos pueden coexistir".
Finalista: Coral Vita
Idea: Usando un concepto llamado microfragmentación (crecimiento acelerado) y evolución asistida (resistencia a la química cambiante del mar), Coral Vita usa la bioingeniería y cultiva un coral construido para ser resistente al cambio climático. Fundada por los emprendedores Sam Teicher y Gatos Halpern, el concepto parte de la predicción de que, sin intervención tecnológica, en 2050 se habrá destruido el 90 por ciento de los corales del mundo por la acidificación del mar. Esto supondrá unas consecuencias terminales para los ecosistemas y las comunidades de las costas que dependen de la protección e ingresos que les aporta el coral. Usando su técnica de restauración del arrecife de coral terrestre, Coral Vita busca ser capaces de criar corales robustos y resistentes en el futuro 50 veces más rápido que sus congéneres naturales. Usando tanques de cultivo, la empresa experimenta con acidez y calor para seleccionar el tejido coralino que se muestra más resistente, que después es la base del cultivo, de ahí la "evolución asistida". Estos corales después se llevan a los arrecifes deteriorados, parecido a un trasplante, para que crezcan y florezcan.
Reto: Construir un mundo libre de residuos
Finalista: WOTA Box
Idea: Básicamente se trata de una planta de tratamiento de agua en una unidad del tamaño de una cafetera comercial. WOTA Box, creado por el inventor Yosuke Maeda, busca recuperar el agua que se va por los sumideros, los baños y otros usos domésticos y convertirla en agua potable. Esto recude la cantidad de contaminantes domésticos que se vierten en los ecosistemas de agua fresca. Con la perspectivas de crecimiento de la población se espera que la demanda de agua crezca un 55 por ciento en los próximos 50 años, los que significa que el aumento de la escasez de agua que bebemos y el incremento de la contaminación de la misma, debido al agua que no bebemos, será un problema que al que muchos nos tendremos que enfrentar. Esta innovación apunta a los dos problemas, desde un punto de vista local.
Finalista: Sanenergy
Idea: Otro problema asociado con el crecimiento constante de la urbanización en las economías emergente - y también asociado al crecimiento demográfico - es qué hacer con la basura que todos "producimos" a diario. Sanenergy apunta a la vez al destino de los restos sólidos que se van por el inodoro y las necesidades de las cadena alimenticia. Este proyecto que se está poniendo a prueba en Kenia usa larvas de moscas soldado negras para descomponer restos fecales y residuos orgánicos de los baños, antes de procesar las larvas y convertirlas en una fuente rica en proteínas para alimentar al ganado. La eficiencia de la cadena va un paso más allá, ya que los restos se usan como fertilizante o se convierten en ladrillos de combustible de bio-masa.
Finalista: Ciudad de Milán
Idea: Los residuos generados por los supermercados, restaurantes y viviendas es colosal. Un informe de la ONU estima que un tercio de la comida que se produce globalmente cada año no se come y que el problema del hambre en el mundo afecta a 2.500 millones de personas que viven en diferentes niveles de inseguridad alimentaria. Milán atajó este problema a nivel local al introducir núcleos de restos de comida portátiles que recuperan el exceso de productos de los comerciantes y puntos de venta de comida y lo distribuye entre los más necesitados. La iniciativa, impulsada por el alcalde de la ciudad Giuseppe Sala, busca atajar a la vez el desperdicio de comida y el hambre, con el objetivo de reducir la primera un 50 por ciento antes de 2030. La consecuente reducción de la producción además producirá una reducción de las emisiones, casi de regalo.
Reto: Reparar nuestro clima
Finalista: Electrolizador AEM
Idea: La electricidad renovable no se puede usar para todo. Los debates sobre su disponibilidad y fiabilidad global, junto con la necesidad de descarbonizar, significa que muchas aplicaciones industriales se están fijando en el hidrógeno para saciar sus grandes necesidades energéticas. Aunque el hidrógeno por si mismo es limpio, se saca del agua usando electrólisis, como se obtiene es una pregunta que te debes hacer si realmente quieres conseguir una energía descarbonizada. El electrolizador AEM (Membrana de Intercambio de Aniones, en sus siglas en inglés), fabricado por Enapter, pretende producir hidrógeno usando electricidad renovable que da unas unidades modulares, almacenables y del tamaño de un microondas capaces de producir algo más de 1 kilo de hidrógenos cada una cada 24 horas.
Finalista: Cápsulas Reeddi
Idea: "Una máquina expendedora de cápsulas de energía". Ese es el ambicioso slogan de Reeddi, un startup nigeriana creada por Olugbenga Olubanjo que ofrece una solución energética modular y limpia. La unidad Reeddi es básicamente un cargador solar de baterías supereficientes de litio, cada una del tamaño de un libro de tapa dura, que se alquilan a menos de 30 céntimos de euro al día. Se usan para cargar móviles, ordenadores o cualquier cosa que necesite un enchufe, el objetivo de la compañía es atajar la creciente demanda, y potenciales ingresos, de energía de combustibles fósiles y ofrecer una fuente de energía limpia, eficiente y asequible para comunidades emergentes.
Finalista: SOLbazaar
Idea: La idea de unir paneles solares en viviendas unifamiliares para compartir la red energética y permitir a los ocupantes vender electricidad mediante una red eficiente no es nueva. La idea de pequeñas redes de usuario a usuario en comunidades rurales, sin embargo, es más novedosas. Con el objetivo de reducir el uso de carbón y madera en las viviendas que se encuentran repentinamente o habitualente desconectados de la red general, SOLBazaar es otra innovación que podría ser una solución múltiple, aportando a la vez energía limpia y una vía de ingresos a las comunidades empobrecidas que necesitan ambas. Con el objetivo de crear 10.000 mini redes en 2030, y ambicionando expandirse a la carga de rickshaws eléctricos para reducir aun más las emisiones, y empezando en Bangladesh, donde más de cinco millones de hogares se alimentan de energía solar, SOLBazaar tiene un potente punto de partida para su modelo de proveer de una infraestructura eficiente en regiones aisladas.
Reto: Proteger y restaurar la naturaleza
Finalista: Restor
Idea: La restauración de un hábitat, el fortalecimiento de los ecosistemas y la plantación de árboles terapéuticos es una buena ambición, pero sin el conocimiento para hacerlo debidamente, es complicado hacerlo correctamente. Se estima que el ratio de supervivencia de los proyectos de restauración ecológica es de menos del 30 por ciento, un dato que Restor espera cambiar. Descrita por sus creadores de Crowther Lab como "un ecosistema online para el movimiento global de restauración de la naturaleza" esta startup suiza busca conectar a aquellos que están replantando con información de calidad y darles la oportunidad de conectarse entre ellos. Esto se consigue haciendo que las grandes bases de datos científicas sean accesibles para los restauradores y que estos puedan apuntalar sus iniciativas restauradoras, ya sea una plantación de árboles a nivel local o la regeneración de una marisma, y conectarles con proyectos similares en todo el mundo.
Finalista: Pole Pole Foundation
Idea: Un problema suele desembocar en varios, como ha experimentado la República Democrática del Congo. La escasez de comida y las malas condiciones económicas han llevado a un aumento de la deforestación y la caza furtiva de especies valiosas y vulnerables, como el Gorila oriental de planicie, para conseguir carne o el tráfico ilegal de animales. Modernizar la dependencia de la población local en la selva es el principal objetivo de la fundación Pole Pole ('despacio, despacio' en kiswahili). Estas acciones incluyen la plantación de zonas de control con árboles maduros para cultivo y combustible y combatir el hambre incentivando una dieta vegetariana y rica en nutrientes fomentando el cultivo de spirulina y setas en la comunidades locales.
Finalista: Gobierno de Costa Rica
Idea: Costa Rica fue pionera en dos estrategias, el Programa de Pago de Servicios Ambientales(PPSA) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), que pagan a sus ciudadanos, incluidos los que viven en comunidades indígenas, por plantar árboles y cuidar la ecología circundante. Este modelo, según el Ministerio de Medio Ambiente del país, "hace beneficiosa la protección de la naturaleza". Con una economía de turismo multimillonaria centrada en los viajes ecológicos y de vida salvaje, Costa Rica, y su lema nacional Pura Vida, ha sido alabada por sus esfuerzos de conservación que han conseguido una gran reforestación en la última década. Ahora quier exportar sus ideas a sus propios núcleos urbanos y redoblar sus esfuerzos más allá de sus fronteras en un intento de proteger el 30 por ciento de la tierra y los océanos.
¿Qué pasa ahora?
Los 15 finalistas seleccionados serán presentados al Consejo del Premio Earthshot para una valoración final, los cinco ganadores, uno por cada categoría, se anunciarán en Londres el próximo 17 de octubre. Los cinco ganadores recibirán cada uno 1 millón de libras (1,17 millones de euros) para escalar sus ideas y, en la línea de la aspiración de los organizadores, marcar la diferencia.
Como dijo David Attenboroug, este premio “es una gran fuente de esperanza”. Esperemos que se extienda por todo el mundo.
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Este artículo se ha traducido del inglés y se publicó originalmente en National Geographic.co.uk