Diego Ferraz: «España ha tenido un papel muy flojo y muy poco valiente en la COP26»
Desde Glasgow, el activista vigués Diego Ferraz nos habla de las luces y las sombras de la Cumbre del Clima desde el movimiento Juventud por el Clima.
Diego Ferraz Castañeiras, ambientólogo, oceanógrafo y divulgador climático, en la COP26, en Glasgow.
Ambientólogo, oceanógrafo y divulgador sobre la crisis climática en diferentes plataformas digitales, el activista de Juventud por el Clima Diego Ferraz Castañeiras atiende por teléfono a National Geographic desde una ajetreada COP26 que pone hoy un tibio broche de cierre a sus negociaciones por el clima.
Cuando los jóvenes comenzaron a llenar las calles en protesta de los fuertes impactos ambientales, económicos y sociales que está teniendo el cambio climático, este activista vigués comenzó a coordinar un grupo en su ciudad natal hasta que llegó a la capital Madrid, donde hoy tiene un papel a nivel estatal en Juventud por el Clima.
¿Cómo han vivido el día a día en la COP26?
La COP26 está teniendo un ritmo que no te deja digerir toda la información, y no solo por las distancias. Yo estaba en Edimburgo porque no había sitio en Glasgow y he tenido que hacer una hora de ida y otra de vuelta en tren. El cansancio y el ver que en el día a día no se llega a acuerdos y no hay una motivación que venga desde la parte política te desmotiva.
¿Cuál está siendo el peso de la juventud?
El peso de la juventud, desgraciadamente, no está siendo mucho, pero no por falta de fuerza, sino porque no se está dejando hacer. Por poner un ejemplo, en la Green Zone, una de las zonas oficiales de la COP, no dejan entrar con carteles o pancartas que puedan, de alguna forma, poner en un aprieto a la gente que está allí.
Por tanto, los movimientos ecologistas climáticos más jóvenes quedan relegados a acciones y actuaciones en las calles. Sabemos, por casos de compañeras de Extintion Rebellion que algunas están siendo detenidas o reprimidas.
¿Cómo lo está haciendo España en el marco de la COP26?
Creo que España ha tenido un papel muy flojo y muy poco valiente en la COP26. Hemos visto que ha tenido la oportunidad de unirse a una alianza para acabar con los combustibles fósiles, la BOGA, Beyond Oil Gas Alliance, y ha decidido desmarcarse totalmente de esa alianza y no participar.
También ha tenido la oportunidad para acabar con los coches de combustión en 2035 y, debido a que la ley de cambio climático ya fijada en España lo limita a 2040, ha decidido no participar. En cuanto a la financiación y las ayudas a otros países menos desarrollados en cuanto a transición energética y ecológica también la ambición puede ser mayor, aunque también podría haber sido peor.
¿Se han cumplido sus expectativas de la Conferencia?
De la COP no esperábamos mucho, ya conocemos las otras cumbres del clima y no suele haber avances. Lo que se está haciendo en este tipo de cumbres, que están mal estructuradas, solo perpetúan los intereses de los políticos del Norte Global, que no tienen la ambición necesaria para afrontar la grave situación de de emergencia y crisis climática y social en la que vivimos.
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Ya no es una expectativa u opinión nuestra, de Juventud por el Clima, sino que son datos de los diferentes informes que salen y nos muestran que según las acciones que se están tomando ahora no se limitaría el aumento de las temperaturas ni siquiera en dos grados a final de siglo. Estamos hablando de entre 2,4 y 2,7 grados de aumento para 2100. Debemos recordar que en el Acuerdo de París se hablaba de 1,5 grados.
¿Cuáles creen que han sido los puntos más positivos? ¿Y los más negativos?
Lo más positivo, por poco que sea, es que está habiendo algunos acuerdos, y eso siempre es positivo. Tenemos que aumentar la ambición de los acuerdos. Otra cosa positiva que tienen las COP es que reúne a las capas sociales más cercanas al activismo y las organizaciones ecologistas. Ver personas de diferentes países y culturas te revitaliza, te motiva y te ayuda a organizarte, formarte, coger ideas, intercambiar opiniones. Esa especie de networking entre los diferentes movimientos ayuda bastante a seguir luchando y buscar nuevas formas de acción.
Lo negativo es sin duda que esos acuerdos son muy poco ambiciosos. Es todo aquello que no estamos viendo, acuerdos vinculantes que realmente limiten lo que dice la ciencia que tenemos que limitar para quedarnos en ese 1,5 o 2 como mucho. Esa ambición no existe.
¿Qué están haciendo los jóvenes españoles para que los líderes políticos “pisen el acelerador”?
Desde Juventud por el Clima y otros movimientos juveniles o ecologistas es presionar mediante acciones, manifestaciones, el juicio por el clima mediante litigios climáticos que es una nueva forma aplicada en España para presionar al Gobierno y para que realmente los planes tengan la ambición necesaria. Son las herramientas que tenemos a día de hoy para presionar a los gobiernos
¿Qué papel tiene España en este movimiento global de la juventud por el clima?
En España, los informes poblacionales y sociodemográficos indican que España es uno de los países más concienciados a nivel europeo en cuanto al cambio climático. Por experiencia personal, cuando asistí a una reunión internacional europea en Suiza de Fridays for Future, veíamos que en número y en capacidad de trabajo y actuación éramos un grupo muy parecido al resto de Europa. Sí que es cierto que cada movimiento de cada estado es diferente y tienen diferentes intereses, objetivos o formas de actuar, y creo que desde esa diversidad nace la fuerza.
¿Ha afectado la COVID-19 a las diferentes acciones que llevan a cabo?
Sí hemos notado que durante la COVID, por el distanciamiento y el confinamiento se ha ralentizado o reducido nuestra acción en la calle, era una especie de estado de hibernación del que poco a poco estamos saliendo para reactivarnos y reforzarnos.
¿Cómo esperaban que finalizase hoy esta Cumbre del Clima tan decisiva para nuestro futuro?
Esperábamos que se llegase a acuerdos de reducción de emisiones más ambiciosos. No es capricho nuestro, sino para intentar llegar a esos acuerdos que en su día se hicieron y no se están cumpliendo. Por tanto, queremos que se aumente la ambición.
Es importante también que se empiece a hablar de la justicia climática integral, que se deje de invisibilizar a los colectivos más vulnerables como Most Affected People and Areas (MAPA), que son poblaciones del Sur Global, siendo el Norte Global el mayor responsable en cuanto a cambio climático e impidiendo así que muchas zonas del Sur Global puedan recibir financiación o puedan generar una transición adecuada.