Qué puedes hacer ahora mismo para defender el planeta
Un joven ecologista da consejos sobre cómo cambiar las cosas, ya sea en las redes sociales o en plena calle.
Una activista climática ondea una bandera con el símbolo del grupo ecologista Extinction Rebellion en Berlín, Alemania. El activismo climático no tiene por qué ser tan grande como un grupo organizado de miles de personas. Incluso las pequeñas acciones pueden marcar la diferencia.
Eyal Weintraub organizó su primera sentada (cuando tenía nueve años) para obligar a su amigo a recoger la basura que dejaba en las calles de Buenos Aires (Argentina). Hoy, este activista climático de 22 años, Joven Explorador de National Geographic y cofundador de Youth For Climate Argentina, organiza protestas, se reúne con políticos y vuela por todo el mundo para asistir a conferencias internacionales sobre el clima.
Una pregunta que Weintraub recibe a menudo: ¿Cómo puedo ser yo también un activista? Es un papel, dice, que cualquiera puede desempeñar. En una entrevista con National Geographic, ofrece consejos sobre cómo empezar y qué hay que saber antes de salir a la calle.
¿Cómo se involucró en el activismo climático?
En 2019, vi este vídeo en Instagram que empezó a circular entre muchos amigos. Era un vídeo de Greta Thunberg llamando a esta huelga climática internacional, y dije: "Vale espera, ¿quién es Greta?".
Nunca había participado en política, así que llamé a un amigo, Bruno Rodríguez, y le dije: "Esto está pasando, tenemos que organizar una huelga".
Hicimos nuestra primera huelga climática [en 2019]. 5000 personas se presentaron en la ciudad de Buenos Aires. Luego fue un efecto bola de nieve. Simplemente se hizo más y más y más grande.
(Relacionado: 26 caras del frente de la lucha contra el cambio climático)
Su primera huelga climática fue parte de un movimiento internacional. ¿Cómo deberían involucrarse otras personas en el activismo climático?
Si quieres implicarte más en el activismo, empieza muy, muy poco a poco.
Empieza a pensar en cosas concretas que puedas cambiar. Creo que la escuela es el mejor lugar para empezar. Estás con otras personas de tu edad a las que ves todos los días.
Otra [opción] es unirte a un movimiento juvenil local o nacional: Zero Hour, Sunrise Movement, muchos de ellos tienen secciones locales [nota del editor: son movimientos ecologistas juveniles de Estados Unidos].
¿Qué cosas importantes hay que tener en cuenta en el activismo?
Una protesta se hace para llamar la atención, para iniciar una conversación.
Muchas veces, tan importante como conseguir que los manifestantes estén allí, es conseguir que los medios de comunicación estén allí. Por eso es tan importante redactar un comunicado de prensa en el que se describa lo que está ocurriendo y enviarlo a los medios de comunicación locales o nacionales.
Además, si haces una protesta y sabes que sólo son 15 personas, puede ser un signo de debilidad más que de fortaleza. A veces es mejor pensar en algo creativo: imprime algo enorme que diga "justicia climática ya". Haz una foto con un dron. A veces eso acaba siendo más eficaz si no puedes conseguir grandes cifras.
Supongamos que su protesta consigue llamar la atención y la gente empieza a escuchar... ¿y luego qué?
Es importante empezar a pensar en cómo pasar de la protesta a la propuesta. No se habla lo mismo fuera que dentro de la sala.
En una huelga no vas a ser muy específico, pero cuando entras en la sala es mucho más difícil que te rechacen si eres muy concreto en tus peticiones y demandas.
¿Cómo se prepara para hacer esas peticiones?
Es entonces cuando empiezas a pensar en alianzas intergeneracionales con ONG más antiguas y con más capacidad técnica.
Nunca estás preparado. Siempre hay formas de prepararse más. Para empezar, no te preocupes por todo a la vez. Si [los líderes políticos] te invitan a algún sitio y no estás todo lo preparado que te gustaría, ve de todos modos, [pero] sé consciente de que no te están utilizando sólo para una foto.
Las redes sociales han sido cruciales para difundir el movimiento climático liderado por jóvenes. ¿Qué papel desempeñan las redes sociales en el activismo por el clima y qué trampas hay que evitar?
Creo que las redes sociales son, sin duda, una parte esencial del activismo moderno. Son relevantes. Twitter es básicamente la arena pública. Los medios sociales son una herramienta increíble para la democratización [y] para la creación de relaciones, y todo eso es necesario para encontrar soluciones a la crisis climática.
Tenemos que ser conscientes de los peligros de que el activismo digital se convierta en la única herramienta de la que disponemos. Pero es una herramienta importante y puede marcar la diferencia.
Se puede generar mucha atención en Internet. ¿Cree que sigue siendo importante organizar huelgas y protestas en persona?
Si lo tienes todo en consideración, sí. Sacar a la gente a la calle demuestra que eres algo más que un grupo de 20 jóvenes activistas. Sacar a la gente a la calle demuestra [que] parte de la sociedad está dispuesta a dedicar su tiempo a exigir acciones concretas.
Al fin y al cabo, se trata de crear una masa crítica que obligue a los responsables políticos a tomar medidas en relación con el cambio climático. Tener a 100 000 personas en la calle es más importante que tener el trending topic número uno en twitter.
(Relacionado: 26 datos para entender la realidad del cambio climático)
¿De qué otras formas pueden actuar los jóvenes para hacer frente al cambio climático?
Creo que cada vez está más claro que lo que necesitamos no es solo gente que dedique una parte de su tiempo en movimientos para movilizarse y hacer huelgas, sino que [también] necesitamos gente que dedique su carrera profesional a encontrar soluciones a diversos problemas medioambientales. Se necesita gente que quiera poner en marcha startups o ir a empresas tradicionales y cambiar la cultura desde la base.
¿Siente alguna vez que las generaciones mayores no le toman en serio?
Muchas veces nos ven como jóvenes e inocentes activistas del clima. Hacemos mucho más que organizar huelgas. Esa es la parte que ven. Estamos construyendo estructuras de poder colectivo y organizaciones que están formando una generación de líderes climáticos.
No lo infantilicemos ni digamos que es sólo gente haciendo ruido en las calles. Esto es lo que inicia la conversación.
Esta entrevista ha sido editada para mayor extensión y claridad.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.