Vence al calor: ocho trucos científicos para mantenerte fresco
Échale un jarro de agua fría a las reglas habituales de los días calurosos. Estos consejos inyectarán un poco de diversión a esas jornadas llenas de sudor y mantendrán a los niños (y a los adultos) seguros al aire libre.
La ropa mojada que se seca rápidamente puede ayudar a liberar calor del cuerpo, ¡así que ¡deja que los niños se empapen!
El verano significa sudor, piel pegajosa y extrañas manchas de humedad en la ropa. Tendría sentido que no te apeteciera demasiado este goteo constante de sol y calor, pero dejarlo todo atrás significa también perderse toda la diversión veraniega, una forma realmente inaceptable de vivir la estación.
Aun así, las cosas se están poniendo calentitas por aquí, en todo el planeta. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, los últimos 10 años han sido los más calurosos de los últimos 125 000. Y esto está afectando al tiempo que experimentamos. Mientras las temperaturas siguen subiendo en todo el planeta, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos señala que las olas de calor se han vuelto mucho más intensas tanto en frecuencia como en índices de calor en comparación con la década de 1960.
Esto significa veranos más calurosos para los niños y los adultos. Y aunque sacar a los niños al aire libre es importante para su desarrollo físico, mental y emocional, la Academia Americana de Pediatría aconseja a los cuidadores que vigilen el índice de calor, o combinación de temperatura y humedad. La organización recomienda que, a partir de los 32 grados, los padres limiten progresivamente el tiempo al aire libre.
Además, las familias deberían permanecer en casa cuando se alcancen los 38 grados, según el experto en medicina pediátrica H. Dele Davies, del Centro Médico de la Universidad de Nebraska (en Estados Unidos).
Pero no todos los días calurosos alcanzan este nivel de emergencia, así que no es necesario pasarse toda la temporada dentro de casa. Consejos tan conocidos como beber agua y permanecer a la sombra mantendrán a los niños frescos durante más tiempo para que puedan disfrutar al máximo de los beneficios del aire libre. A continuación te ofrecemos otras ocho ideas que darán un giro divertido a esas reglas y que, al mismo tiempo, enseñan algo de ciencia a todo el mundo.
Hazles sudar. El sudor es básicamente el sistema de aire acondicionado de nuestro cuerpo, porque nuestro calor interno convierte el sudor en vapor. "Eso aleja el calor de ti", dice Davies, bajando tu temperatura corporal a medida que el calor se libera durante la evaporación. Mientras no se alcancen los 32 grados, anima a los niños a que jueguen sin parar y se conviertan en pequeños desaliñados y sudorosos, pero ten cerca las botellas de agua para que puedan reponer los líquidos perdidos.
Cómete el agua. Dicho esto, la gente no siempre quiere dejar de hacer algo para beber agua. Entonces, ¿qué podemos hacer? Prepara tentempiés con los alimentos más ricos en agua que puedas. Los pepinos y los tomates contienen un 96% y un 95% de agua, respectivamente, lo que los convierte en una excelente opción. En el lado dulce, la sandía tiene un 92% de agua.
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Crea una zona fresca. Davies afirma que el rocío sobre el cuerpo puede tener el mismo efecto liberador de calor que el sudor (además, el agua fría ofrece un breve respiro a un cuerpo acalorado). Haz que los niños jueguen a rociarse con la manguera con la función de nebulización activada, o construye tu propio nebulizador con tubos de PVC y chorros (o, ya sabes, cómprate uno).
Mójate la ropa. Davies dice que la ropa mojada libera calor del cuerpo de la misma forma que el sudor: después de, por ejemplo, correr por un aspersor frío o darte un chapuzón, el agua de la ropa mojada se evapora, extrayendo calor del cuerpo. Además, como el agua es más fría que el aire, te refrescas por partida doble.
Así que sé un poco travieso y deja que la ropa se empape, pero asegúrate de que sea de secado rápido. Davies dice que la ropa que permanece mojada demasiado tiempo puede atraer el calor del aire hacia el cuerpo mientras intenta secarse. Elige tejidos de secado rápido, como el nailon transpirable o el algodón fino.
Enfría las zonas calientes. Coge un bol con cubitos de hielo y fróta el hielo en los puntos de pulso del cuerpo: muñecas y cuello, el interior de codos y rodillas, la parte superior de los pies, la cara interna de los tobillos, la cara interna de los muslos y las sienes. Los vasos sanguíneos están más cerca de la superficie de la piel, por lo que el hielo puede enfriar la sangre que pasa a través de ellos más fácil y rápidamente, y luego esa sangre enfriada se moverá por todo el cuerpo.
Para un alivio más duradero, Eric Campbell, que comparte sus consejos para soportar el calor en su cuenta de TikTok, Eric_the_Green, sumerge pañuelos en agua fría y los envuelve alrededor de sus tobillos, muñecas y cabeza.
Pisa los charcos. Dejar que los niños pisen agua fría es una forma estupenda de enfriarles los pies y los tobillos, algunas de sus principales "zonas calientes". Si hace tiempo que no llueve, haz un camino de objetos que puedas llenar de agua, como cuencos anchos, recipientes de plástico o piscinas de plástico para niños, y haz que recorran este trayecto de charcos diminutos. Una advertencia: las botas de lluvia y las zapatillas de deporte impermeables bloquearán la capacidad de la piel para beneficiarse del agua fría, dice Davies. Por eso es mejor ir descalzo, pero si necesitas calzado, elige sandalias.
Sombrero puesto, sombrero quitado. Un sombrero de ala ancha protege la cara de los rayos nocivos, pero también puede retener el calor. Deja descansar el cuero cabelludo cuando estés a la sombra. Davies dice que esto puede permitir que la humedad de la cabeza se evapore más fácilmente. Eso podría ayudar a enfriar el cuerpo y evitar que esa humedad sudorosa acabe absorbiendo el calor del aire.
No pidas helado a gritos. El helado puede tener un breve efecto refrescante, pero con el tiempo puede hacer justo lo contrario. Según Bohdan Luhovyy, experto en alimentación y nutrición, en un artículo publicado por la Universidad Mount Saint Vincent (Canadá), la grasa requiere grandes cantidades de energía para descomponerse. Esto libera calor en el cuerpo, un proceso llamado termogénesis inducida por la dieta. Para evitar ese calor extra en un caluroso día de verano, prepara en su lugar unos polos de fruta sin azúcar.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.