Esto es lo que realmente ha causado que las bocas de incendios de Los Ángeles se hayan quedado sin agua

Muchos bomberos de Los Ángeles perdieron el acceso al agua mientras los incendios más devastadores de la historia de la región calcinaban varias zonas de la ciudad estadounidense a una velocidad de cinco campos de fútbol por minuto. ¿Qué ha fallado?

Por Colleen Hagerty
Publicado 10 ene 2025, 11:44 CET
Bombero trabajando en el incendio de Palisades el martes 7 de enero de 2025

Un bombero del Departamento de Bomberos de Los Ángeles abre un hidrante en un esfuerzo por apagar un complejo de apartamentos en llamas provocado por el incendio Palisades, que se extiende rápidamente, en Los Ángeles, el martes 7 de enero de 2025. Un incendio repentino y sin precedentes puso a prueba el suministro de agua de la ciudad, haciendo que los hidrantes se quedaran temporalmente secos.

Fotografía de Caylo Seals, Sipa US, AP Photo

El fuego no ha sido el único protagonista. Poco después de que varios incendios forestales comenzaran a propagarse el 7 de enero por Los Ángeles (California), la atención se centró rápidamente en otro elemento: el agua.

Siete horas después del inicio del incendio de Palisades, en la zona oeste de la ciudad, Janisse Quiñones, directora general del Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles, declaró que uno de los tres tanques de un millón de galones (casi cuatro millones de litros) disponibles para llenar las bocas de riego del barrio se había vaciado. El siguiente se terminó esa misma noche; y lo mismo pasó con el último en las primeras horas del miércoles.

Para cuando salió el sol, envuelto en humo, las redes sociales ya estaban llenas de historias sobre hidrantes (bocas de incendios) secos o rotos, suscitando una amplia variedad de teorías sobre qué es lo que había salido mal.

Pero los expertos afirman que no es fácil achacar este fallo a un solo problema, sino que estamos ante el previsible resultado de un sistema que nunca estuvo preparado para el tipo de incendios provocados por el cambio climático a los que se enfrentan ahora las zonas urbanas.

Un helicóptero lanza agua sobre el incendio de Palisades en enero de 2024

Un helicóptero lanza agua sobre el incendio de Palisades, en Pacific Palisades, Los Ángeles, el 7 de enero de 2025. Las condiciones invernales anormalmente secas y los fuertes vientos estacionales provocaron los repentinos y masivos incendios forestales.

Fotografía de Etienne Laurent, AP Photo

Un reto de acceso, no de suministro

En la última década, California ha sufrido una sequía histórica que ha dado lugar a políticas más restrictivas con el agua. Y aunque los dos últimos inviernos lluviosos han dado un respiro al sur de California, 2025 ha empezado con una sequía récord. El climatólogo Daniel Swain se refirió a esta oscilación entre lluvias extremas y sequía como un "latigazo hidroclimático" que, según sus investigaciones, se ve exacerbado por el calentamiento global.

A pesar de que este ciclo de precipitaciones suele crear condiciones especialmente peligrosas para los incendios, California ha visto cómo en los dos últimos meses se han ido llenando sus reservas de agua, que antes eran cada vez menores. Así pues, aunque la sequía ha sido un problema persistente en el sur de California, esta no basta para explicar la escasez de agua en la ciudad ante los históricos incendios de 2025. Tampoco puede achacarse a las restricciones que protegen al eperlano de San Francisco, un diminuto pez en peligro de extinción que ha demostrado ser un chivo expiatorio políticamente popular para los problemas del agua. La protección de este pez limita el uso del agua en su hábitat del delta del río Sacramento-San Joaquín, que según algunos debería liberarse para el consumo humano.

Quiñones lo resume como una cuestión de acceso.

Durante las aproximadamente 15 horas que transcurrieron entre el inicio del incendio de Palisades y el agotamiento de los depósitos de agua disponibles, Quiñones argumenta que la demanda de agua fue cuatro veces superior a la normal, lo que provocó una disminución de la presión del agua. Esto hizo difícil conseguir la fuerza necesaria para llevar el agua a los tanques de mayor altitud, en particular a la velocidad necesaria para hacer frente a un incendio que, impulsado por los vientos racheados de Santa Ana, se movía a una velocidad de cinco campos de fútbol por minuto.

"Hemos llevado el sistema al extremo", dijo Quiñones durante una rueda de prensa el miércoles. "Estamos luchando contra un incendio forestal con un sistema de agua urbano. Y eso es algo realmente desafiante", añadió. 

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    Un bombero lucha contra el incendio de Eaton el 8 de enero de 2025 en Altadena, California. El miércoles por la mañana, tres tanques de un millón de galones (casi cuatro millones de litros) del sistema de abastecimiento de agua de Los Ángeles estaban vacíos, lo que provocó que algunos hidrantes se quedaran secos.

    Fotografía de Ethan Swope, AP Photo
    Incendio de Los Ángeles, 2025

    La causa de la repentina pérdida de agua ha sido objeto de desinformación, pero las autoridades municipales afirman que el sistema de abastecimiento de agua de la ciudad nunca se construyó para incendios de esta magnitud.

    Fotografía de Ethan Swope, AP Photo

    Por qué las zonas urbanas suponen un reto hídrico único

    Faith Kearns, experta en incendios forestales y agua de la Universidad Estatal de Arizona, afirma que comprender el impacto de los incendios forestales en los sistemas hídricos es un área de estudio relativamente nueva, especialmente cuando se trata de zonas urbanas como Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos con casi 4 millones de habitántes y un área metropolitana en la que viven más de 17 millones de personas. Kearns es coautora de un informe de 2021 sobre esta intersección, centrado en California e inspirado en incidentes como el incendio Tubbs de 2017, que ardió en la ciudad de Santa Rosa.

    "Todo el mundo ha sabido que existía la posibilidad de que ocurriera algo así porque lo hemos visto a menor escala", afirma Kearns.

    Aunque la situación de alta demanda citada por Quiñones es uno de los aspectos del fallo, Kearns cree que una serie de problemas contribuyeron a la falta general de agua donde y cuando se necesitaba.

    La falta de hidrantes no habría sido tan grave si el viento no hubiera sido tan fuerte como para impedir que los helicópteros sobrevolaran y arrojaran agua, un problema que también afectó a los bomberos que respondieron al incendio forestal de Lahaina, Maui, en 2023. Los incendios también pueden provocar cortes de electricidad o dañar las tuberías de agua y otras infraestructuras, creando problemas adicionales.

    El incendio de Palisades (con un número aún desconocido de víctimas, sigue ardiendo y es ya el más destructivo de la historia del condado de Los Ángeles) ha supuesto un reto especial para los bomberos y, en opinión de Kearns, es una prueba más de la necesidad de planificar aun más este tipo de situaciones sin precedentes en las que pueden fallar múltiples líneas de preparación.

    "Era el peor de los casos, pero creo que deberíamos planificarnos para ellos. No se puede predecir todo, pero también creo que es hacia donde nos dirigimos", afirmó.

    Bomberos trabajando en el incendio de Palisades, Los Ángeles, 2025

    Bomberos trabajando desde una cubierta mientras el incendio de Palisades quema una propiedad frente a la playa de Malibú el 8 de enero de 2025. Como el clima de la región sigue calentándose, los expertos dicen que la ciudad debe prepararse para combatir más incendios de esta magnitud.

    Fotografía de Etienne Laurent, AP Photo

    Más allá del fuego

    El acceso al agua no es sólo un problema durante la fase de extinción del incendio, sino un reto persistente para las zonas durante el proceso de recuperación.

    A los vecinos de varios códigos postales de Los Ángeles se les ha pedido que hiervan el agua debido a la preocupación de que sus suministros se vieran contaminados durante esos momentos de baja presión, lo que puede permitir que residuos como la ceniza se filtren en el sistema.

    Y una vez que las llamas finalmente se apaguen, las tuberías de agua y las bombas tendrán que ser evaluadas por cualquier daño adicional.

    Los habitantes de Los Ángeles pueden consultar el sitio web de su empresa local de suministro de agua para obtener información actualizada o suscribirse a las alertas de emergencia de su ciudad o condado para estar al tanto de cualquier problema en tu zona.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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