Antes y después: así afecta el cambio climático a estos paisajes
Comparando estas fotografías se puede comprobar lo mucho que han cambiado glaciares, lagos y zonas de nieve por la influencia de la naturaleza y del ser humano.
29 de diciembre de 2015
Muchos son los paisajes de nuestro planeta que se han visto alterados al volverse el clima más cálido y seco, desde los casquetes polares de Groenlandia hasta los desiertos de Arizona. Además, el aprovechamiento del agua y otras actividades humanas también han alterado el paisaje. La NASA ha reunido fotografías impresionantes que muestran lo mucho que ha cambiado nuestro entorno. Arrastra la imagen hacia los lados para comparar el antes y el después.
Un mar que retrocede
El mar de Aral llegó a ser el cuarto lago más grande del mundo, pero el aumento de la aridez y el creciente uso de sus aguas para irrigación han ido diezmando el lago, y también a las comunidades que viven a su alrededor y dependen de él. La cuenca oriental se secó por completo en 2014.
Menos nevadas
El manto de nieve de la californiana Sierra Nevada alcanzó el nivel más bajo del que se tiene constancia. Tras varios años seguidos de sequía, el estado ha tenido que ordenar restricciones en el uso de agua por primera vez. Para mantener el suministro, los embalses de California dependen del agua que procede de la nieve que se derrite cada primavera.
Embalse en peligro
El nivel de las aguas del lago Mead, que depende de la nieve de las montañas Rocosas, se ha desplomado debido a la sequía y al aumento de la demanda. La altura del lago ha caído 36 metros, poniendo en peligro el valle de Las Vegas, que depende del embalse para obtener el noventa por ciento de su agua.
Retrocede el glaciar
El glaciar Lyell, del Parque Nacional Yosemite, ha retrocedido enormemente durante el último siglo, dejando al descubierto la roca. Debido a su gran sensibilidad al entorno, los glaciares son barómetros críticos del cambio climático.
Asfixiado por la sequía
El descenso de la fusión de nieve en las Rocosas redujo severamente el nivel del agua del lago Powell, en Arizona, afectando a quienes dependen de él para su suministro. Las sequías periódicas son cada vez más habituales. En 2015 los embalses alcanzaron solo el 45% de su capacidad.
Rompiendo el hielo
El retroceso del glaciar Zachariæ Isstrøm, en Groenlandia, se ha acelerado desde 2012, y cada año deja caer más toneladas de hielo al Atlántico Norte. Los expertos temen que este proceso tan rápido ejerza un impacto terrible sobre el nivel del mar.