Las emisiones de gases de efecto invernadero batieron su récord en 2015
8 de abril de 2016
Recientemente, la Agencia Nacional de Océanos y Atmósfera estadounidense (NOAA por sus siglas en inglés) ha publicado un alarmante informe sobre el estado del clima en el 2015. En dicho informe destacan el aumento de las temperaturas globales, el incremento del nivel y las temperaturas de los océanos y las elevadas emisiones de gases de efecto invernadero.
Estos datos rompen todos los récords establecidos en el año 2014, cuando el planeta alcanzó los índices de calentamiento más altos desde mediados del siglo XIX. Este análisis del estado medioambiental de nuestro planeta ha sido llevado a cabo gracias a la colaboración de más de 450 científicos de 62 países diferentes.
Gases de efecto invernadero
El primero de los récords lo encontramos en las emisiones de gases de efecto invernadero. Las concentraciones de gases como el dióxido de carbono, el metano o el óxido nitroso fueron más elevadas que nunca en el año 2015.
En lo que a niveles de dióxido de carbono se refiere, el estudio calculó que la concentración media global en 2015 fue de 399,4 partes por millón (ppm). Concretamente, en el observatorio de Manua Loa (Hawaii), el lugar del planeta donde se lleva registrando durante más tiempo esta variable, la concentración media fue de 400,8 partes por millón, otro récord histórico.
Lo más preocupante es el ritmo al que ha aumentado la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera desde 1960, cuando era de 0,6 partes por millón al año. Durante los últimos 10 años, este ritmo se ha triplicado, alcanzando un incremento medio anual de 2,1 partes por millón.
En estos niveles tan elevados registrados en 2015 ha jugado su papel el fenómeno climático conocido como El Niño, el más intenso desde 1950. Este consiste en el flujo de agua con temperaturas más elevadas desde el Pacífico occidental hacia el Pacífico oriental, cerca del Ecuador y de las costas sudamericanas. Normalmente, tras este fenómeno climatológico, se produce un aumento de las áreas secas y de los incendios en selvas tropicales, así como otros cambios en el paisaje que conducen al incremento de los niveles de CO2.
Pero la causa principal de este último y preocupante incremento son las emisiones producidas por los humanos, que se han cuadruplicado desde el año 1958, y que proceden mayoritariamente de la quema de combustibles fósiles y la fabricación de cemento. Desde el comienzo de la Revolución Industrial, los humanos hemos provocado el aumento de las concentraciones de estos gases en la atmósfera más de un 40%, causando también el calentamiento global y la mayor acidez de los océanos.
Temperaturas globales en superficie
Para empezar, la temperatura global media en 2015 se situó entre 0,42°C y 0,46°C por encima de la media entre 1981 y 2010. Esta cifra es una décima superior a la del año 2014 –que ya había sido récord en este campo–, un aumento que supone uno de los márgenes más amplios que se han registrado hasta el momento.
Las variaciones climáticas naturales provocan también variaciones interanuales o de década en década en la temperatura en superficie –tanto su aumento como su descenso–. Por ello es todavía más alarmante lo que está sucediendo a largo plazo, ya que en unas cuantas décadas las temperaturas se han ido elevando cada vez más. De hecho, 14 de los 15 años con temperaturas más altas registradas han tenido lugar desde el año 2.000.
Con esta variación en las temperaturas tiene que ver de nuevo el fenómeno El Niño, que afecta a los patrones climatológicos y atmosféricos en muchos lugares del mundo, elevando las temperaturas.
Calentamiento oceánico y aumento del nivel del mar
Otra de las variables analizadas ha sido el nivel medio del mar, que en 2015 se encontraba aproximadamente 70 milímetros por encima de la media inicial registrada en 1993. Este es el nivel más alto registrado desde que se comenzó a medir esta variable en el año 1993.
Según apuntan en el estudio, los niveles han aumentado a un ritmo de 33 milímetros al año durante las dos últimas décadas. Esta cifra refleja un aumento mucho más acelerado al compararlo con el ritmo a principios del siglo XX. Además, en algunas regiones el nivel del mar está subiendo más que en otras, especialmente el Pacífico occidental y el Índico occidental.
Asimismo se ha observado un incremento en la temperatura de la superficie oceánica, cuya media global se situaba entre 0,33°C y 0,39°C por encima de la media, superando el récord anterior establecido en 2014. Este aumento era especialmente alarmante en parte del noreste del Pacífico, área en aumento continuado desde 2013, y en el Pacífico oriental ecuatorial, provocado también por el fenómeno de El Niño.
En lo que se refiere al calor almacenado en las capas superiores océano, también se ha registrado un récord en 2015, superando también el anterior dato de 2014. Esta variable es importante ya que más del 90% del exceso de calor que genera la Tierra es absorbido por los océanos.
Un tiempo extremo
Las estaciones lluviosas, que este año han sido peores que nunca, causaron inundaciones catastróficas en muchas partes del mundo en 2015. Al mismo tiempo, los lugares afectados por la sequía aumentaron desde el 8% del planeta en 2014 al 14% en 2015.
Hubo 101 ciclones tropicales en 2015, muy por encima de la media entre 1981 y 2010 de 82 tormentas anuales. En particular, en el Pacífico este y central tuvieron lugar 26 tormentas -todas ellas con nombre-, el número más alto desde 1992. La estación de huracanes del norte del Atlántico sin embargo fue más tranquila de lo normal, como suele pasar durante los años en los que se produce el fenómeno El Niño.
Este informe ha hecho saltar todas las alarmas, ya que estos récords evidencian el caos al que estamos conduciendo a nuestro planeta. Estas variaciones afectan directamente al medio ambiente, a nuestros ecosistemas y a la biodiversidad que los habita. Por ello, concienciarnos de la necesidad de un cambio en nuestros hábitos y en nuestra forma de vida es necesario para nuestra supervivencia y la del mundo que nos rodea.