Las inyecciones de agua podrían elevar 30 centímetros la ciudad de Venecia
25 de enero de 2012
¿Cómo salvar Venecia y evitar que se hunda en el mar? Según los científicos, la solución está en el agua.
Al inyectar litros de agua del mar, se «inflarían» los sedimentos porosos que se encuentran bajo la ciudad de los canales, provocando una elevación de aproximadamente 30 centímetros.
El fenómeno conocido por los venecianos como acqua alta provoca la inundación de las zonas más bajas de la ciudad una media de cuatro veces al año y la situación no hace más que empeorar.
Venecia se hundió unos 12 centímetros entre 1950 y 1970, cuando se bombeó agua subterránea con fines industriales. En la actualidad, sin embargo, se hunde una media de menos de cinco centímetros cada cien años, de acuerdo con un estudio de 2002 de la revista Geophysical Research Letters.
Aunque se ralentice el hundimiento de la ciudad, el Mar Adriático está creciendo, por lo que se prevé que el nivel del mar aumente aproximadamente 30 centímetros a finales de siglo, como afirma el profesor Giuseppe Gambolati, defensor del innovador método.
El plan prevé la presencia de una docena de pozos alrededor de Venecia en un círculo de diez kilómetros que bombearán agua al suelo durante un periodo de diez años, es decir, casi 150 millones de metros cúbicos.
«Al inyectar agua se provoca la expansión del sedimento», afirma Gambolati, de la Universidad de Padua (Italia).
Deteniendo las aguas
Esta modesta elevación podría limitar la necesidad de aplicar el llamado «Plan Moisés», todavía en construcción, y que consiste en una barrera sumergida bajo puntos estratégicos donde se funden las aguas de la laguna de Venecia y del mar Adriático. Llegado el caso, los enormes paneles se elevarán para evitar la amenaza de serias inundaciones.
En 2100 el plan MOSE (Moisés en italiano) tendrá que ponerse en práctica 35 veces al año si el nivel del mar local aumenta aproximadamente 28 centímetros, según un estudio de 2010 de la revista Climate Dynamics.
Las inyecciones podrían reducir ese número a 4 veces al año, de acuerdo con un nuevo estudio del que es coautor Gambolati y que fue publicado en la edición de 7 de diciembre de la revista Water Resources Research.
Para llevar a cabo su estudio, los autores combinaron datos sísmicos de la década de los 80, cuando las empresas de gas y petróleo todavía podían utilizar explosivos en el fondo de la laguna, con datos más recientes. El resultado es un mapa 3D que muestra la capa impermeable de arcilla bajo Venecia. «Esa arcilla es la clave», afirma Gambolati.
«El agua del mar puede inyectarse en capas arenosas entre 650 y 1000 metros de profundidad», comenta. «La presencia de una capa de arcilla hace que el agua no fluya hacia arriba y así el agua se extendería de forma lateral entre las capas en las que se inyecta».
No es la primera vez
De acuerdo con un estudio de 2010, este sistema de inyección ha sido utilizado anteriormente por compañías petrolíferas que provocaron la elevación de California, Canadá y otros lugares.
El ingeniero Ron Wong, experto en inyección subterránea de fluidos para impulsar la obtención de petróleo, comentó que la idea de «elevar» Venecia es posible si la situación geológica es la correcta.
«En Alberta (Canadá) tenemos más de 20 años de experiencia en inyección de vapor o agua en el suelo, y hemos observado una elevación similar, de unos 30 centímetros», afirmó Wong. «Sin embargo, solamente ha funcionado en arena densa». Wong señaló que el estudio parece indicar que el suelo bajo Venecia tiene propiedades parecidas.
Según Wong, en Alberta emplean herramientas de vigilancia de alta tecnología que observan la tierra mientras ésta se «eleva» y así asegurarse de que la elevación es uniforme. «Si no lo es se puede dañar el terreno».
Gambolati afirma que la simulación llevada a cabo por su equipo sugiere que toda la ciudad de Venecia se elevaría de igual forma para evitar daños estructurales que podrían producirse si algunas secciones se elevaran más que otras.
Ahorro
Según los cálculos de Gambolati, si el proyecto es aprobado solamente se necesitarían un año o dos para iniciar el proceso de inyección y subrayó que el plan supone además un mayor ahorro en comparación con el sistema Moisés.
«No hemos hecho un desglose detallado del coste», comenta. «Sin embargo, calculamos que el coste total estaría entre 200 y 300 millones de euros».
«No olvidemos que el coste del proyecto Moisés alcanza los cinco mil millones de euros, y eso sin tener en cuenta los gastos de mantenimiento».
¿Que sigan como están?
Hasta el momento, las calles y plazas de Venecia, en ocasiones inundadas, no han empañado el entusiasmo de los turistas. En 2011, por ejemplo, más de 20 millones visitaron la ciudad, generando aproximadamente dos mil millones de dólares de beneficios.
La periodista americana Erla Zwingle lleva 17 años viviendo en Venecia y asegura que es parte de su atractivo.
«Mi marido es veneciano y dice que si ya estuviera funcionando el sistema Moisés, tendrían que dejar pasar el agua de vez en cuando, porque a los turistas les encanta», comenta Zwingle, autora de un blog sobre la vida en Venecia.
«Se quitan los zapatos, se meten en la plaza San Marcos y se sacan fotos. Para ellos es divertido».
Incluso cuando el agua alcanza niveles elevados, hay partes de la ciudad que no se inundan. Las que sí lo hacen se suelen atravesar gracias a las muchas pasarelas situadas en la ciudad. Las tiendas y hoteles hacen negocio vendiendo botas de goma.
Para los venecianos se trata de una molestia menor
Zwingle añade que las inundaciones suelen durar pocas horas y son predecibles. «No son habituales».
La temporada de acqua alta abarca los meses comprendidos entre septiembre y abril y «las inundaciones suelen producirse con luna nueva o llena, cuando sopla viento del sureste y/o cuando hay baja presión atmosférica. No suceden de repente», añade Zwingle.
«La gente sabe cuándo van a producirse, así que es fácil estar preparado».
Para los habitantes de la ciudad, según Zwingle, no se trata de una catástrofe ni es divertido, simplemente es parte de la vida en Venecia.
«Es un inconveniente, una pequeña molestia, pero la gente está acostumbrada».
«Los venecianos son los únicos que no se alteran con la subida del agua. Se calzan las botas y siguen con su vida».
De hecho, siempre de acuerdo con Zwingle, «los venecianos tienden a preocuparse por otro tipo de cosas, como la falta de financiación municipal, los servicios médicos o el nivel de las escuelas».
«Venecia ha estado aquí durante 1500 años y el problema del agua lleva siglos existiendo», comenta, «si fuera un problema grave para la vida diaria la gente hace tiempo que se habría ido a vivir a otro sitio».