National Geographic Channel investiga el tráfico ilegal de las pieles de tigre
1 de octubre de 2010
Nuestros investigadores de delitos ecológicos acompañan a policías secretos de la EIA (la agencia de investigación medioambiental de los Estados Unidos), que se disponen a infiltrarse en el sórdido y despiadado mundo del delito medioambiental.
Este comercio ilegal está poniendo el tigre al borde de la extinción, hasta el punto de que la población de tigres ha descendido un 95% en los últimos cien años.
La organización a favor de la naturaleza WWF considera la especie como una de las más amenazadas del momento en 2010, “el año del tigre”.
Apenas quedan 3.500 tigres vivos en libertad. Una caída de estas proporciones en el número de miembros de una especie no solo la pone al borde de la extinción, sino que hace más que evidente a qué extremos están llegando la caza y el tráfico ilegal. Con las pieles y los huesos cotizándose en el mercado negro por valor de miles de dólares, los tigres lo tienen muy difícil para garantizar su supervivencia en medio de este comercio ilegal y la corrupción que le rodea.
Una organización, la Environmental Investigation Agency (EIA), es la única que ha hecho oir su voz para paliar este desastre. Poniendo en riesgo a veces hasta sus vidas, los miembros de la EIA se adentran en medio de las redes de tráfico de pieles de tigre para intentar desmantelarlas.
National Geographic Channel muestra la arriesgada labor de la EIA en un documental muy especial para el que el equipo de rodaje se ha infiltrado literalmente en la EIA para filmar de manera oculta los pasos de la agencia en su lucha contra este tráfico ilegal. El resultado es 'El comercio de las pieles de tigre', programa que el canal de televisión National Geographic Channerl emite este mes.
La Environmental Investigation Agency
La EIA es una organización internacionaldedicada a denunciar los crímenes contra la naturaleza y el medioambiente. En el caso del tigre, las misiones del grupo están siendo cruciales para identificar las complicadas redes ilegales que matan y trafican con estos animales. Desde cómo se acercan a ellos en la selva hasta cómo logran pasar las pieles de forma clandestina a través de las fronteras y vendérselas a comerciantes, la EIA sigue sus actividades con el fin de desmantelarlas.
El equipo de National Geographic ha obtenido un acceso sin precedentes para seguir a los propios agentes infiltrados de la EIA, en esta ocasión metidos en una red de traficantes que opera dentro de China para investigar sus movimientos y operaciones. Provistos de micrófonos y cámaras ocultas, los agentes identifican a los vendedores y descubren algunas de sus tramas y, con ellos, también los responsables del documental.
Entre las historias más increíbles, está el relato de un vendedor ilegal de pieles, que cuenta al agente de la EIA cómo se las han ingeniado para llevar los restos de los tigres de la India a China a través de Nepal. Otros, exhiben sin pudor colmillos de tigre y otros productos sin miedo a las reacciones de las autoridades. Por último, un viaje a un festival de caballos en el Tibet permitirá la EIA descubrir que aquí también se lleva a cabo la venta ilegal de pieles de tigre.
El comercio de pieles y otras partes del cuerpo de los tigres es un negocio enormemente lucrativo, lo que aún motiva más a los criminales involucrados y los hace aún más peligrosos. Para la EIA, obtener la confianza de los vendedores es vital para lograr información, pero también para proteger la integridad de los agentes infiltrados.
Los agentes infiltrados están constantemente vigilados por un equipo de seguridad de la agencia. Pero cuando los vendedores les invitan a algún tipo de localización cerrada, entonces deben ir solos mientras los responsables de la seguridad permanecen fuera pendientes del más mínimo movimiento. En uno de estos tratos, la cámara clandestina de NGC será testigo de cómo un comerciante puede llegar a pedir 20.000 dólares por una piel de tigre.
Las pieles son símbolos muy preciados y poderosos, mientras que los colmillos y dientes se cree que tienen propiedades medicinales. Para algunos, la carne de tigre es una especie de delicatessen, y hay quien se atreve a comercializar el pene de tigre como un producto afrodisiaco.
En este escenario ya complicado de por sí, la conservación del tigre está politizándose cada vez más con claros signos de corrupción. Por ejemplo, un vendedor chino contará que entre sus clientes hay miembros del ejército y que ésta es una de las razones por las que las autoridades chinas no han entrado de lleno en la prohibición y control de esta práctica.