Siete increíbles maravillas naturales de África
Viaja más allá de los destinos turísticos y explora estas joyas menos conocidas del continente africano.
Todos conocemos las verdaderas experiencias en África, como ver animales sobre las llanuras de Masái Mara o probar el vino en los viñedos de la provincia de El Cabo. Pero el enorme continente africano alberga 54 países llenos de maravillas naturales que parecen de otro mundo y experiencias culturales singulares.
Aquí te proponemos las experiencias menos esperadas para cualquier viajero que quiera ir más allá de los lugares turísticos de África.
Depresión de Danakil, Etiopía
Ir a uno de los lugares más calurosos e inhóspitos del planeta puede no ser una idea apetecible en la teoría, pero la depresión de Danakil, en Etiopía, es una vista espectacular de tierra seca y piscinas de lava burbujeantes. Esta depresión geológica, resultado de la fricción entre tres placas tectónicas, borbotea con lava y montículos sulfurosos.
Los salares grises circundantes, que suponen un marcado contraste con la infinidad de colores brillantes de la depresión, se prolongan hasta donde alcanza la vista.
Llegar allí no es fácil, pero se pueden reservar excursiones a través de turoperadores locales, que llevan a los visitantes en coche o camello.
Parque Nacional de la llanura del Liuwa, Zambia
Este parque en el oeste de Zambia, un paisaje de hierba interminable, podría compararse con el Serengueti. De hecho, incluso recibe la mayor migración de ñus después de la del Serengueti. El parque se encuentra tan aislado que, hasta que se inauguró el acogedor alojamiento King Lewanika este año, no contaba con un campamento permanente.
Aunque el Parque Nacional de la llanura del Liuwa, previamente afectado por la caza y el furtivismo, está siendo rehabilitado en la actualidad y no tiene una gran abundancia de vida salvaje, alberga multitud de aves y grandes manadas de hienas.
Como la mayoría de turistas acuden al país para ver una gran cantidad de animales, el parque sigue siendo uno de los lugares más salvajes e intactos de Zambia.
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Tsingy Rouge, Madagascar
Localizado a las afueras de Diego Suarez, en Madagascar, Tsingy Rouge es una increíble acumulación de roca rojiza. Esta formación rocosa, resultado de la erosión del suelo por la acción del río Irodo, fue descubierta a mediados del siglo XX y se considera una obra magnífica de la Madre Naturaleza (pese a ser el resultado de la erosión).
A diferencia de otros Tsingys en Madagascar (que suelen ser de color gris), Tsingy Rouge está formada de laterita, una roca similar a la arcilla que proporciona a los pináculos el color rojo tan distintivo. Los visitantes pueden explorar la zona a pie, pero lo más espectacular es ver cómo los montículos se elevan desde el aire.
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Namaqualand, Sudáfrica
Tras las lluvias, en torno a agosto y septiembre cada año, la zona árida sudafricana de Namaqualand se cubre de miles de flores de colores brillantes. Muchos buscadores de flores recorren kilómetros hacia la parte noroeste del país para contemplar cómo este paisaje excepcional cambia de llanuras desérticas a campos de flores brillantes. Unos de los mejores lugares para disfrutar de las vistas son el Parque Nacional Richtersveld, la Reserva Natural Goegap y la Reserva de Flores Silvestres Skilpad. Los aficionados al senderismo también pueden explorarlo a pie.
Taghazout, Marruecos
Aunque quizá no asocies la cultura del surf con Marruecos, la pequeña aldea pesquera de Taghazout es uno de los mejores lugares para los surfistas en África: las puntas Anchor y Killer. Los surfistas aficionados y profesionales acuden a Taghazout para aprovechar las excelentes olas y la pequeña comunidad surfista, formada totalmente por turistas. Para los que no hacen surf, las playas son también perfectas para nadar, y la encantadora ciudad cuenta con numerosos cafés y restaurantes de marisco. También tienes el cercano valle Paraíso, una formación de rocas y piscinas naturales en el Alto Atlas.
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Salares de Makgadikgadi, Botsuana
Lo que en su día fue el lago Makgadikgadi en Botsuana (hace muchos millones de años) es ahora el salar de Makgadikgadi, un salar árido del tamaño aproximado de Portugal, lo que lo convierte en uno de los más grandes del mundo. La desolada llanura de sal, localizada en la parte noreste del país, no es el paisaje que nos imaginaríamos al pensar en un país rico en vida silvestre como Botsuana. La inhóspita y plana zona tiene una superficie de 16.000 kilómetros cuadrados y es un paisaje infinito de tierra pastosa y seca que contrasta con el cielo azul.
Aunque está desprovista de vida silvestre durante casi todo el año, las lluvias anuales traen consigo una espectacular corriente de animales, entre ellos cebras, ñus y flamencos. Los alojamientos como Jack's Camp y San Camp hacen que sea un destino menos complicado (y más romántico) que visitar.
Parque Nacional de la Reina Isabel, Uganda
Los únicos felinos salvajes que los turistas verán en los safaris subidos a los árboles en la mayoría de los parques nacionales africanos son leopardos. Este no es el caso en la zona de Ishasha en el Parque Nacional de la Reina Isabel, en Uganda, donde los visitantes pueden esperar ver leones balanceándose de las enormes ramas de las higueras.
Con el calor, la mayoría de leones se retiran a la sombra de un arbusto o árbol, pero los leones de Ishasha suelen trepar a los árboles. También se cree que lo hacen para huir de las moscas. Visítalo en un día caluroso y es probable que veas hasta cinco leones en un solo árbol al mismo tiempo.
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