Este es el país menos visitado de Europa
Una pista: es una de las naciones más antiguas y pequeñas del mundo.
Europa atrae a más turistas internacionales que cualquier otra región del mundo, según la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas. Las 616 millones de personas que visitaron el continente el año pasado se enfrentaron a la difícil elección de destino, cada uno de ellos con una historia estimulante, diferentes clases de cultura y paisajes impresionantes. Francia sedujo con diferencia a la mayoría de los viajeros pero, ¿qué país se situó en el último puesto?
San Marino, un enclave en Italia, es un pequeño país sin costa que ostenta el título de país menos visitado de Europa, siendo solo un punto en el mapa con 61,2 kilómetros cuadrados. Nosotros te damos razones por las que este estado es perfecto para turistas de todo tipo.
Para los aficionados a la historia
San Marino, fundada en el siglo IV, es una de las repúblicas más antiguas del mundo y ha sobrevivido desde la época en la que los estados proliferaron por toda Europa, una etapa esencial para el desarrollo de los modelos democráticos en el mundo. Puedes vagar por la capital sin coches, también llamada San Marino, un lugar Patrimonio de la Humanidad con un trazado medieval salpicado por tres fuertes imponentes, testimonio de un pasado turbulento.
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Por los amantes de la naturaleza
El monte Titano, que forma parte de la cordillera de los Apeninos, domina el paisaje de San Marino, rodeado por Italia, con vistas al mar Adriático. Los antiguos bancos de piedra que se disponen por las laderas son un lugar perfecto para contemplar la vegetación que se extiende por los pueblos periféricos. Coge el funicular desde uno de esos pueblos, Borgo Maggiore, hasta el centro histórico para disfrutar de vistas panorámicas de Italia en todas las direcciones.
Para los gourmets
Aquí también se aplican las normas de la comida del norte de Italia, donde hay una arraigada tradición de elaboración de queso. La cocina sanmarinense, a base de platos de pasta y carne, mantiene el equilibrio perfecto entre lo rico y lo fresco con ingredientes de origen local. En la zona suele gustar mucho el pan plano relleno conocido como piada, similar a la piadina de la región Emilia-Romaña. Y no te olvides del vino: San Marino ha producido vino durante casi 2.000 años, almacenando las botellas en las cuevas de la zona para que envejecieran en una temperatura óptima.
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Para los fanáticos de la arquitectura
Los visitantes pueden viajar a través del tiempo en el museo viviente que es la capital histórica, que alberga conventos de los siglos XIV y XVI, el teatro Titano del siglo XVIII y una basílica neoclásica construida en el siglo XIX. El plato fuerte es el Palazzo Pubblico, que recuerda al Palazzo Vecchio de Florencia, solo que a una escala mucho menor.
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Para los que compran con cabeza
La política de exención de impuestos convierte a San Marino en un lugar más barato donde ir de compras, en comparación con Italia. La cerámica moderna de mediados de siglo cautiva a los coleccionistas, así como los sellos de franqueo creados a finales del siglo XIX, destinados a usarse dentro de las fronteras del estado.
Para los excursionistas de un día
Puede que San Marino no sea un Estado miembro de la Unión Europea, pero disfruta de la misma política de fronteras abiertas con Italia para los turistas que se queden menos de 10 días. Su ubicación hace que sea un lugar perfecto para excursiones de un día desde ciudades como Florencia o Bolonia, ambas a menos de tres horas de viaje.
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