Esta enorme bodega subterránea contiene 2 millones de botellas de vino

Bajo la superficie de una parte aislada de Europa existe una enorme ciudad subterránea con miles de túneles llenos de vino. Cada «calle» tiene el nombre de una uva determinada, como Pinot o Cabernet Sauvignon. Los visitantes pueden ir en coche o en bicicleta a través de este laberinto en el que se aplican las normas de tráfico. Mileștii Mici, en Moldavia, se autoproclama como la mayor bodega del mundo.

En Moldavia, que se encuentra entre Rumanía y Ucrania, existe una rica tradición de vinificación que se remonta a miles de años atrás. Las colinas de baja altura, las llanuras bañadas por el sol, los ríos caudalosos y el clima moderado gracias a la cuenca del mar Negro proporcionan las condiciones ideales para el cultivo de uvas, rivalizando con otras regiones vinícolas de renombre del continente. El país, que formó parte de la Unión Soviética, producía la mayoría del vino de las repúblicas: una de cada dos botellas de vino consumidas en la URSS procedía de Moldavia.

Más ideas de viaje: Ciudades europeas

 «Aunque el vino moldavo todavía busca nuevos mercados en todo el mundo y no mucha gente lo conoce, los que lo prueban aprecian verdaderamente su valor real», afirma Viorel Bezede, administrador de Mileștii Mici, gestionado por el estado.

Cuando una vieja mina de piedra caliza cerró a finales de los sesenta, transformar sus cavernas en la bodega de Mileștii Mici tenía sentido. Las temperaturas en el espacio subterráneo, que se extiende a lo largo de 240 kilómetros, se suelen mantener en torno a los 10 grados Celsius y, junto a la humedad constante, crean condiciones ideales para dejar envejecer el vino hasta la que alcance la perfección. Aproximadamente la mitad del espacio contiene casi dos millones de botellas, por lo que ha sido reconocida por el libro Guinness de los récords como la colección de vino más grande del mundo por número de botellas.

Los visitantes necesitarán su propio vehículo para una visita guiada de una hora con un guía experto que pasa frente a una cascada subterránea natural, las añadas más preciadas y una sala de cata a unos 60 metros bajo tierra. Puede que sea Mileștii Mici la bodega con la mayor reserva, pero la cercana bodega de Cricova también contiene una extensa red de túneles subterráneos que se extienden a lo largo de 120 kilómetros.

Si quieres visitarlas, hay varios tours que parten desde la capital, Chisináu. Está claro, el orgullo que siente Moldavia por su bebida nacional tiene raíces muy profundas.

Noticia relacionada: Halladas las pruebas más antiguas de vinificación en una aldea de la Edad de Piedra