Cinco castillos medievales que puedes visitar en Alicante
Algunas de las fortalezas mejor conservadas de la provincia ofrecen entre sus murallas la posibilidad de sumergirse en la historia de siglos de batallas y asaltos.
El Castillo de Santa Bárbara ha jugado un papel crucial en la historia de la Reconquista, en el siglo XII, durante la guerra de sucesión, en el siglo XVII, y durante la guerra civil española.
Centenares de castillos, torres y fortalezas se elevan sobre el horizonte según recorres el paisaje de la Costa Blanca. Entre sus muros esconden la historia de siglos de batallas, guerras y asaltos defendiendo sus territorios de la invasión. Este patrimonio mediterráneo forma hoy parte de los grandes tesoros de nuestra arquitectura histórica y supone la mejor forma de viajar a la memoria de pueblos históricos y sus secretos mejor guardados.
Castillo de la Atalaya de Villena
El famoso Castillo de la Atalaya, en la localidad de Villena, es uno de los más conocidos de la zona. Declarado Monumento histórico-artístico desde 1931 y Bien de Interés Cultural, su construcción se remonta a finales del siglo XII. Gracias a que ha sido restaurado en varias ocasiones desde entonces, su estado de conservación es muy bueno y permite pasear por su historia, que mezcla la cultura musulmana y romana entre sus muros. Incluso se ha especulado sobre si el castillo se asentó sobre los cimientos de una villa romana anterior, pero la arqueología no ha probado esta teoría.
El castillo de la Atalaya se levanta sobre el monte de San Cristóbal o de la Villa, en la localidad de Villena, al noroeste de la provincia de Alicante.
Desde sus orígenes como plaza musulmana, llegó a ser un escenario clave en la rebelión de las germanías y en la guerra de sucesión. En la guerra de la independencia fue también un punto estratégico, lo que llevó a que el militar francés Luis Gabriel Suchet ordenase volar las cubiertas de la Torre del homenaje y las bóvedas almohades, que eran de las más antiguas de España. Quedó entonces abandonado hasta que comenzaron las primeras obras de restauración en 1958.
El Castillo de San José de Guadalest
El encanto de esta fortaleza va mucho más allá de la historia que encierran sus paredes y murallas; desde lo alto de la roca en la que se emplaza se puede observar uno de los paisajes más espectaculares de la provincia de Alicante. Esta fortaleza musulmana del siglo XI goza de la peculiaridad de situarse sobre la roca en el lugar más alto de la localidad y de albergar una villa entera entre sus muros. Allí se encontraba una zona destinada al cementerio local y otra a la defensa del territorio.
La fortaleza de San José de Guadalest tiene la peculiaridad de albergar en su interior una villa entera, que formaba parte del castillo en un emplazamiento rodeado de montañas.
Declarado Monumento histórico–artístico en 1993, el recinto amurallado encierra la Iglesia Parroquial, la Casa Orduña, convertida en museo, y la prisión. Debido a su estratégica situación, fue un emplazamiento clave durante la Edad Media y la Edad Moderna, pero la Guerra de Sucesión y los terremotos de de 1644 y 1748 provocaron su destrucción parcial.
Castillo de Santa Bárbara
El Castillo de Santa Bárbara está situado en la cumbre del monte Benacantil, a 166 metros de altitud sobre el nivel del mar, y presume de ser una de las fortalezas medievales más grandes de España, desde la que se puede disfrutar de las mejores vistas de la bahía de Alicante. Al hacer un recorrido por sus diferentes alturas viajamos también en el tiempo, pues cada una de ellas pertenece a una época diferente. En La Torreta, la zona más alta, se encuentran la Torre del Homenaje y los restos más antiguos de la fortaleza, que datan del siglo XIV.
En la zona intermedia, del siglo XVI, encontramos lugares emblemáticos como el Salón de Felipe II, el Patio de Armas o el Baluarte de la Reina. Por último, la zona inferior data del siglo XVIII y alberga el famoso Revellín del Bon Repós.
Castillo de Denia
El diseño del Castillo de Denia se remonta a la época islámica, aunque las diferentes reformas dejan ver estilos de diferentes épocas.
De origen islámico, esta fortaleza del siglo XI esconde una apasionante historia sobre la piratería en el Mediterráneo. Su estado de conservación es aceptable, aunque aún se realizan trabajos de mantenimiento para hacer renacer esta joya histórica de los restos que quedaron tras la guerra de sucesión. Ocupado posteriormente por las tropas francesas en 1812, su recuperación por parte de los españoles no llegó hasta 1813. A día de hoy, este castillo es un conjunto patrimonial emblemático donde se puede visitar un museo arqueológico.
Castillo de Sax
Alzado sobre un cerro de forma alargada, la fortaleza es inaccesible por su vertiente oeste, lo que suponía una gran ventaja estratégica para su defensa.
El famoso Castillo de Sax fue levantado, junto al de Villena y el de Biar, para contar con una línea defensiva que separase la zona cristiana de la musulmana. Construido por los musulmanes en el siglo XII y reconstruido en el XIV, sus hallazgos más antiguos son íberos y romanos, aunque el origen es probablemente almohade. Alzado sobre un cerro de forma alargada, la fortaleza es inaccesible por su vertiente oeste, lo que suponía una gran ventaja estratégica para su defensa.