Glasgow está de moda y te contamos por qué

Conocida por su legado de arte y diseño, la ciudad más grande de Escocia vive una explosión de inauguraciones al acoger la cumbre COP26 de noviembre.

Por Peter Ross, Jamie Lafferty
fotografías de Kieran Dodds
Publicado 8 nov 2021, 14:02 CET

Como habrán aprendido esta semana los líderes mundiales que asisten a la Cumbre del Clima COP26, puede ser difícil ser tener una actitud verde en ciertas partes de Glasgow (Escocia; Reino Unido). El mero hecho de lucir este color en algunos barrios puede ser motivo de burla, debido a la rivalidad futbolística que existe en la ciudad desde hace 130 años entre los dos clubes por excelencia; dos equipos que mantienen una rivalidad equivalente a la del Real Madrid y el Atlético de Madrid: con el verde, el Celtic de Glasgow, y con el azul, el Rangers Football Club.

Afortunadamente, la ciudad y sus habitantes sí están abiertos al cambio en otros ámbitos. En las últimas décadas, Glasgow -cuyo nombre gaélico, Glaschu, significa acertadamente "querido lugar verde"- ha sido testigo del desarrollo de restaurantes y hoteles, y los barrios que antes era mejor evitar han evolucionado de forma veloz y entusiasta hacia algo nuevo y fresco.

En ningún lugar es más evidente esta transformación que en Finnieston. La zona se ha convertido en uno de los rincones gastronómicos más dinámicos de Escocia, y sigue entusiasmando con nuevas aperturas. Entre las incorporaciones más recientes destacan la cervecería y tienda orgánica Hidden Lane, instalada en una antigua lavandería de Argyle Street, y Unalome By Graeme Cheevers, que ha abierto sus puertas en pleno corazón de la escena gastronómica de la ciudad. 

Es posible que Cheevers busque emular el éxito de Cail Bruich, con una estrella Michelin, al otro lado del hermoso Kelvingrove Park. Glasgow no ha figurado en las guías Michelin durante 17 años, pero eso cambió a principios de 2021, cuando la inteligente visión de Cail Bruich de la cocina escocesa moderna fue finalmente reconocida.

La pandemia del COVID-19 ha frenado, por supuesto, la regeneración de Glasgow, pero en ciertas zonas ha significado una oportunidad. En el barrio de Merchant City, una serie de bares y restaurantes que operan bajo el paraguas del Festival Village se reenfocaron de forma permanente para operar al aire libre. Más al este, Barras Art and Design -un conjunto de espacios para comer, beber y divertirse- está dando nueva vida al centenario mercado de Barrowlands. Ubicado en la parte trasera de Glasgow Green, cuenta con aparcamientos para bicicletas eléctricas y una saludable presencia de IPAs, arte callejero, hipsters y demás que, a ratos, le hacen a uno creer estar en Brooklyn.

Glasgow de un vistazo

Edimburgo, a unos 65 kilómetros al este, le roba protagonismo con demasiada frecuencia a Glasgow, la ciudad más grande de Escocia y la cuarta más poblada del Reino Unidos. Puede que Edimburgo tenga un aire de festival marginal, pero Glasgow cuenta con cierto carácter y encanto fanfarrón, encarnado en la palabra galsera gallus, que significa "atrevido" o "descarado".

La ciudad escocesa, un rico centro de construcción naval y comercio en el río Clyde desde el siglo XV, cayó en el abandono y se ganó cierta reputación de ciudad decadente, patente en el hollín que solía cubrir los edificios hasta la década de 1980. Ahora, con un aspecto más limpio y reluciente, Glasgow muestra su músculo cultural y pule artísticamente su paisaje urbano industrial.

Como Ciudad de la Música de la UNESCO y Ciudad Europea de la Cultura en 1990, Glasgow es muy reconocida por su escena artística. La restauración de la Escuela de Arte, obra maestra de la arquitectura de la ciudad, pulió una joya cultural y rindió homenaje al célebre arquitecto del edificio, Charles Rennie Mackintosh, cuya sensibilidad en el diseño determinó la forma en que la ciudad es vista por el mundo.

Pero para conocer el corazón y el alma de la ciudad hay que mirar a los lugareños. El lema de la ciudad, después de todo, es: "La gente hace Glasgow".

Dónde darse un festín

Los restaurantes más populares se arremolinan ahora en Finnieston, el distrito ribereño de moda que no hace mucho languidecía como una ciudad fantasma postindustrial. The Gannet, Ox and Finch y Crabshakk son algunos de los muchos aclamados destinos que encontramos en la llamada "franja de Finnie".

Glasgow cuenta con muchas casas de curry excelentes; Shish Mahal y Mother India's Café son posiblemente las mejores.

Por supuesto, no podía faltar el tradicional plato por excelencia: el  fish and chips. El pescado frito con patatas fritas es la opción clásica de comida rápida, como descubrió Justin Bieber cuando pidió uno en el Blue Lagoon de Argyle Street después de un reciente espectáculo. Lo regó con una lata de Irn-Bru, un refresco gaseoso de naranja venerado por los escoceses.

Dónde dormir

Descrito por su diseñador como "el apartamento de Darth Vader", Dakota Deluxe es todo ladrillo oscuro y persianas negras en su exterior. Dentro, sin embargo, la sensación es indulgente, acogedora y adecuada para parejas. Este elegante bar de cócteles viene con un reto: intentar nombrar a todos los famosos (Nicholson, Kennedy, etc.) cuyos retratos se alinean en las paredes.

En el frondoso West End de Glasgow, la dirección del Hotel du Vin -número 1 de Devonshire Gardens- ha sido durante mucho tiempo sinónimo de lujo, haciendo de este tramo de casas victorianas reconvertidas lugar predilecto de muchos famosos.

Dónde pasarlo bien

Una de las experiencias por excelencia de Glasgow es asistir a un concierto en el Barrowland Ballroom o, al menos, pasarse por allí para admirar su icónico cartel de neón.

Esta es también una ciudad para el fútbol. La feroz rivalidad entre el Celtic y el Rangers acapara todos los titulares, pero ir a ver a uno de los equipos más pequeños, el Partick Thistle o el Queen's Park, también ofrece al turista una visión auténtica de la cultura "fitba" (fútbol en jerga escocesa).

Puede ser una gran idea también buscar un hueco para visitar la Galería de Arte y Museo de Kelvingrove, un edificio majestuoso que, por cierto, alberga un cuadro de primera categoría: el "Cristo de San Juan de la Cruz" de Salvador Dalí.

La ciudad cuenta con 90 jardines y parques, entre ellos el Parque Victoria, donde se pueden ver restos de un antiguo bosque pantanoso. El lugar, llamado Fossil Grove, protege 11 tocones de árboles fosilizados que se calcula que tienen unos 330 millones de años.

De compras

Se suele decir que la ciudad tiene las mejores tiendas del Reino Unido fuera de Londres. Gran parte de ellas se concentran en la "Milla del Estilo", a lo largo de las calles Argyle, Buchanan y Sauchiehall.

No obstante, también hay otros lugares donde puedes encontrar ideas para regalos más extravagantes: Young's Interesting Books, en Skirving Street; Dowanside y Ruthven Lanes, para ropa vintage (Starry Starry Night) y antigüedades; Penny Black, en Great Western Road, para tarjetas de felicitación con temática de Glasgow. Y no te pierdas la mejor tienda de discos de Escocia, Monorail, dentro del café vegano Mono en Kings Court.

Cuándo ir

Visita la ciudad de marzo a mayo para disfrutar de las flores de primavera, y de junio a agosto para disfrutar de festivales al aire libre y de hasta 17 horas de luz. A finales de año se celebran los festivales Hogmanay y Burns Night.

Publicado originalmente en 2018, este artículo se actualizó en 2021 con información adicional de Jamie Lafferty, publicada en National Geographic Traveller (Reino Unido).

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