Así se celebra la Navidad en las Islas Canarias
Hacer un paréntesis veraniego en mitad del duro invierno es para muchos turistas la manera de celebrar la Navidad de una manera diferente y especial.
Para muchos, el último mes del año merece recordarse de forma especial. Ya sea para huir del frío o para vivir una Navidad diferente, pasar estas señaladas fechas en las Islas Canarias es una opción con mucha fama para muchos europeos. Pasar un diciembre en estas tierras tiñe la Navidad de un tono cálido y acogedor, con sus 18 grados de media, muchas celebraciones al aire libre, cantidades ingentes de sol y algún que otro baño en el mar.
Entre las múltiples razones que existen para visitar estas islas, muchos se decantan por hacer un pequeño descanso del clima frío y volver por unos días a estas soleadas tardes de verano. Sin embargo, además de su agradable temperatura, durante los últimos meses del año, Canarias celebra muchas tradiciones navideñas típicas de su tierra.
Un baño para empezar el año
Como no podía ser de otra manera, para algunos su suave clima ha convertido en tradición recibir el Año Nuevo con un chapuzón en el mar. Esta tradición simboliza la pureza y la renovación, un ritual que, según cuentan los lugareños, trae suerte para todo el año al darle la bienvenida con una revitalizante experiencia para comenzar con buen pie.
Estas revitalizantes tradiciones aptas solo para valientes no solo se realizan en lugares como Las Palmas de Gran Canaria, donde miles de personas se juntan para zambullirse en el agua. Arrancar el año de esta refrescante manera ya se ha extendido por lugares como Barcelona, A Coruña o Ciudad Real, en el río Bullaque.
Belenes y mercadillos sin igual
¿Has oído hablar alguna vez sobre el Belén de Arena de la playa de Las Canteras? Durante estas fechas los belenes y los mercadillos copan cada rincón de las calles de nuestras ciudades, pero no como en este archipiélago: las particularidades de sus representaciones navideñas son difíciles de ver en otros lugares del mundo.
En Las Palmas de Gran Canaria, el gran belén de arena se lleva todas las miradas: seis escenas esculpidas en arena por seis artistas internacionales son la joya de la corona de la capital canaria, que dona la recaudación a los comedores sociales de la ciudad.
En 2000 toneladas de arena, las escenas tradicionales de nuestra Navidad cobran vida entre recreaciones históricas de aldeas y personajes enmarcados en los paisajes y las especies más típicas de Canarias. En las islas vecinas y con un nivel de detalle también espectacular, encontramos el Belén San Matías y el Belén de Candelaria, en Tenerife, en Tuineje, Fuerteventura, e incluso en La Palma, donde, este año, el Instituto Geográfico Nacional, uno de los organismos al frente del estudio de la erupción, ha construido un belén con materiales del volcán.
Galería: Los 16 mejores lugares para ver las luces de Navidad
Dentro de esta tradición son especialmente famosos los que se encuentran en distintas partes de Lanzarote, muchas veces con finalidades benéficas. Entre ellos, uno de los más conocidos es el Belén de Yaiza, situado junto a la Plaza de Los Remedios del pueblo de Yaiza. En este céntrico lugar del pueblo se construye un espectacular portal de Belén cuya característica más llamativa es que se recrean a pequeña escala los lugares más representativos de esta localidad. Un belén de más de 20 metros de largo que parece recrear Lanzarote en miniatura.
Desplazándonos en el mapa hacia el oeste de la isla, encontramos el Belén de Tinajo, ubicado junto a la iglesia de San Roque. Un belén a escala natural que resulta impresionante por tratarse del belén viviente más famoso de las Canarias, escenificado por los propios vecinos de la localidad y algunos animales como gallinas o cabritillos.
En el centro del valle de las Mil Palmeras se encuentra el pueblo de Haría, parada obligatoria para todos los visitantes de Lanzarote. Por si el encanto de este entorno y las calles de este pueblo de pequeñas casas no fuera suficiente, durante la Navidad su magia crece por su iluminación y su belén tradicional.
Ranchos de Pascua
Los típicos villancicos navideños también tienen su versión canaria: los llamados Ranchos de Pascua. Esta tradición musical surgió en el siglo XVI, cuando distintos grupos recorrían las calles al son de la música durante el mes de noviembre para recaudar limosnas. Este ritual se extendió tanto que llego hasta las navidades y los músicos actuaban al son de panderetas, castañuelas y espadas durante la Nochebuena.
Aunque comenzaron siendo los Ranchos de las Ánimas, introducidos por los franciscanos en tierras canarias. El nombre provenía de que, en su mayoría, eran canciones que recordaban las almas de los difuntos. Al ir cambiando a un tono más alegre durante las Navidades, estos cánticos derivaron en los llamados Ranchos de Pascua. En Fuerteventura, por ejemplo, esta tradición se mantiene durante las fiestas del pueblo. Las influencias culturales fruto de las invasiones a lo largo de los siglos han dejado un rastro musical muy peculiar.
En Lanzarote, uno de los Ranchos de Pascua más conocidos es el de la Villa de Teguise, siendo este uno de los más antiguos de Canarias. Se dice que data del siglo XVI y que ya en aquella época cantaban en la iglesia durante la Nochebuena, la Nochevieja y el día de Reyes.
Trucha de batata y auto de Reyes
Tal y como ocurre en el resto de nuestra geografía, la Navidad canaria se atiborra de dulces como celebración entre amigos y familiares. Reuniones a las que siempre ponemos fin con un dulce típico, que en el caso de Canarias es la trucha de batata, una empanadilla de hojaldre rellena de batata y almendra.
Si eres de celebrar las fiestas a golpe de tenedor, conocer toda la gastronomía canaria te resultará irresistible. Las papas arrugadas con mojo, el rancho canario, el sancocho, potaje de berros, puchero canario o escaldón de gofio son algunos de los platos que no te podrás perder.
También como en el resto de España, los Reyes Magos pasan por Canarias a dejar sus regalos. Cada 5 de enero llegan de Oriente y recorren las calles en una cabalgata llena de color para después comenzar su largo recorrido por todas las casas. Pero además, en las Canarias se celebran también los Autos de Reyes, una escenificación del viaje que hicieron los Reyes Magos hasta Belén por pueblos como Garafía, en La Palma.
Además de las tradiciones típicas navideñas con siglos de historia, en Canarias muchos lugares pueden darle un toque diferente al inicio del nuevo año. Por ejemplo, pasar una velada en la cueva volcánica los Jameos del Agua, en Lanzarote, un lugar diseñado por el artista César Manrique donde la Navidad adquiere un tono de calma y tranquilidad a medida que se suceden los conciertos que se organizan en esta cueva volcánica.
Pero si lo tuyo es perderte en la naturaleza, las noches isleñas están tomando también fama por encontrarse en un lugar privilegiado para observar las estrellas. El observatorio de El Roque de los Muchachos es uno de los más importantes y por eso cada año son más personas las que deciden arrancar el año canario mirando al firmamento. También el bosque milenario de Garajonay, en La Gomera, es otro de los lugares más especiales donde vivir una Navidad rodeado de naturaleza y bosques de laurisilva, o bien el Parador del Teide, donde podrás pasar el Año Nuevo haciendo senderismo por la montaña más alta de España.