El Triángulo de las Bermudas del sur está en Australia
Al menos 1600 naufragios (y un sinfín de historias de piratas y saqueos) yacen en alta mar, bajo las aguas del océano Índico. Ahora los exploradores marítimos se sumergen para revelar sus secretos.
Los casi 13 000 kilómetros de costa de Australia Occidental están plagadas de al menos 1600 barcos hundidos, más que en cualquier otro estado australiano. Cada año, estos pecios atraen a los turistas, emocionan a los buceadores y fascinan a los científicos. Una especie de Triángulo de las Bermudas del sur.
Con un tamaño más de cuatro veces superior al de la península ibérica (pero con sólo 2,6 millones de habitantes), el estado de Australia Occidental (WA) recibe pocos turistas en comparación con la costa oriental, más desarrollada, donde se encuentran Sídney y Melbourne. La capital del estado, Perth, está a 2092 kilómetros de la ciudad más cercana, Adelaida.
Pero los que viajan a WA descubren que algunos de sus lugares más atractivos están más allá de sus orillas, ocultos bajo las olas del océano Índico. Aquí, los naufragios pueden encontrarse en todas partes, desde en las playas de la ciudad hasta en los parques marinos más lejanos, y son el centro de una nueva serie de televisión documental de seis capítulos, Shipwreck Hunters Australia. Además de ser magníficos lugares de inmersión, estas ruinas submarinas revelan sorprendentes corrientes de la historia marítima de Australia.
La costa de los naufragios
A partir del siglo XVII, esta costa se convirtió en un cementerio de barcos holandeses, británicos y portugueses, explica Ross Anderson, conservador de arqueología marítima del Museo de Australia Occidental. Muchos barcos perecieron en la ruta de navegación de los Cuarenta Rugientes desde Europa a Indonesia. Se aventuraron demasiado hacia el este y se adentraron en las traicioneras aguas de Australia Occidental, cargadas de trampas naturales como mareas extremas, arrecifes poco profundos en alta mar, imponentes acantilados y un clima peligroso.
Un error humano fue la causa del primer naufragio registrado en WA hace 400 años. Los visitantes del impresionante Museo de Naufragios de Australia Occidental de Perth pueden ver un cañón de hierro fundido recuperado de este barco, el Trial, que se hundió a unos 160 kilómetros al oeste de la ciudad de Karratha, en el norte del estado, en 1622. También pueden conocer su escandalosa historia.
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En su ruta de Inglaterra a Indonesia, el Trial se desvió de su rumbo, chocó contra las rocas y se hundió. Más de 100 miembros de la tripulación fueron tragados por el mar. Uno de los 36 que sobrevivieron, el capitán del barco John Brookes, mintió sobre su desaparición para ocultar su negligencia. Esta falsa versión ocultó el lugar de descanso del Trial durante tres siglos, afirma Alistair Paterson, profesor de arqueología de la Universidad de Australia Occidental.
Un lugar igualmente remoto protegió el secreto del mayor misterio marítimo de Australia. El Museo Marítimo de Australia Occidental, en Perth, explica a los visitantes cómo una estruendosa batalla de la Segunda Guerra Mundial entre el HSK Kormoran alemán y el HMAS Sydney II australiano hundió ambos buques de guerra, matando a 645 tripulantes australianos y a más de 70 alemanes en 1941.
El HMAS Sydney II de Australia sale al agua por primera vez en esta foto de archivo de 1934.
El HMAS Sydney II (visto aquí) y el HSK Kormoran alemán fueron encontrados a 289 kilómetros de la costa de Australia Occidental casi 70 años después de su desaparición tras una batalla en 1941.
Los medios de comunicación australianos se volcaron en la búsqueda de estos barcos, que no fueron encontrados hasta 2008, a unos 280 kilómetros al oeste de la ciudad de Carnarvon, en Australia. "El Sydney y el Kormoran fueron difíciles de encontrar debido a la profundidad [del naufragio] de 2,4 kilómetros y a las dificultades para calcular dónde se hundieron finalmente los buques", afirma Paterson.
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Si aquel fue el peor desastre oceánico de WA, el Batavia fue el más macabro. Este barco holandés que se dirigía a Indonesia llevaba más de 300 personas y grandes riquezas cuando chocó contra un arrecife y se hundió en las islas Houtman Abrolhos de Australia Occidental en 1629.
Unos 250 pasajeros del Batavia lograron sobrevivir, en tres pequeñas islas. Poco podrían sospechar que entre ellos había un grupo de asesinos. El capitán del Batavia y su mercader habían urdido semanas antes un plan para apoderarse del barco, robar su recompensa y convertirse en piratas. Más de 120 supervivientes del naufragio fueron masacrados por estos hombres y sus subordinados.
El descubrimiento del Batavia en 1963 hizo que Australia Occidental aprobara leyes para proteger el patrimonio arqueológico subacuático de la provincia, una primicia mundial.
Los turistas pueden bucear o hacer snorkel en este naufragio conduciendo cinco horas al norte de Perth, hasta Geraldton, y luego haciendo una excursión en barco por las islas Houtman Abrolhos, a 88 kilómetros al oeste. Los restos del Batavia se encuentran a sólo 4,8 metros bajo la superficie. También pueden explorarse virtualmente a través del libro electrónico interactivo gratuito del Museo de Australia Occidental, Batavia 1629, que utiliza fotos, modelos en 3D y animaciones para representar el viaje de la nave.
Otro pecio accesible para el buceo en los Abrolhos inspiró a Ash Sutton, uno de los miembros del equipo del documental Shipwreck Hunters Australia, con su historia de supervivencia contra viento y marea. El barco holandés Zeewijk se hundió en 1726, pero 82 de sus 208 pasajeros varones consiguieron milagrosamente llegar a Indonesia en un bote improvisado.
Esta vista aérea muestra las islas Houtman Abrolhos, un archipiélago de 192 islas situado al norte de Perth, en Australia Occidental. Los supervivientes del naufragio del Batavia se dirigieron a estas islas, para luego ser asesinados por los amotinados.
"Un grupo de marineros [de Zeewijk] vivieron en el propio naufragio durante meses mientras estaba posado en un arrecife", dice Sutton, que ahora vive en las islas Houtman Abrolhos. "Es una de las historias más extraordinarias que he escuchado".
Misterios hundidos
Los turistas no necesitan salir de Perth para sumergirse en la historia marítima de este estado, dice el arqueólogo marino Jeremy Green. El naufragio británico Omeo, que zozobró en 1905, descansa a sólo 30 metros de la orilla en las aguas azules de la playa de Coogee, en Perth. Forma parte de la Ruta Marítima de Coogee, una ruta de buceo de 228 metros de largo embellecida por arrecifes artificiales y esculturas submarinas.
Otros pecios se encuentran a 16 km al noroeste del Omeo, en el popular destino turístico de Rottnest Island. Este refugio sin coches está rodeado de exquisitas playas, rompimientos de surf y arrecifes de coral, que han hundido una docena de barcos en los últimos dos siglos. Estas ruinas están hechas a medida para el buceo, debido a las aguas translúcidas, la poca profundidad y la presencia de 25 especies de coral tropical.
Lo que los turistas no pueden explorar es el SS Koombana. Nunca se ha encontrado. Se trata de un lujoso barco de pasajeros similar al Titanic que transportaba a más de 150 personas entre Port Hedland y Broome, en el extremo norte de Australia Occidental, cuando desapareció en medio de la furia de un ciclón en 1912.
"A lo largo de las décadas se han hecho varios intentos de encontrar el lugar de descanso final del Koombana, y encontrar los restos del naufragio es un gran misterio marítimo que nos encantaría resolver", dice Ross Anderson.
Más de 400 años después de convertirse en un colosal cementerio oceánico, Australia Occidental sigue guardando secretos marineros.
Ronan O'Connell es un periodista y fotógrafo australiano que viaja entre Irlanda, Tailandia y Australia Occidental.
Shipwreck Hunters Australia se emite en Disney+. The Walt Disney Company es el propietario mayoritario de National Geographic Partners.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.