La misteriosa mansión californiana que desató la moda de las casas encantadas

Más de cien habitaciones. Escaleras que no llevan a ninguna parte. Un laberinto de pasillos vacíos. La espeluznante Casa Winchester fue una de las primeras en atraer a turistas en busca de emociones escalofriantes.

Por Roger Luckhurst
Publicado 26 oct 2023, 11:42 CEST
Gran Salón de Baile de la Casa del Misterio Winchester, en San José (California)

Con un precio de 9000 dólares, el elaborado Gran Salón de Baile de la Casa del Misterio Winchester, en San José (California), costaba más de tres veces el precio de una casa entera a finales del siglo XIX. La mansión de estilo Reina Ana fue una de las inspiraciones de la influyente novela de terror de Shirley Jackson, La Maldición de Hill House, y es una de las muchas casas históricas que ofrecen visitas guiadas.

Fotografía de Winchester Mystery House, LLC

Poco después de la muerte de Sarah Winchester en San José, California, en 1922, los nuevos propietarios abrieron su mansión como atracción para turistas atraídos por las historias de lo extraño. Winchester era la heredera de la fortuna del fabricante de armas, y los rumores giraban en torno a la constante construcción y renovación de su casa. Construyó elaboradas habitaciones adicionales (más de cien), escaleras que no llevaban a ninguna parte y pasillos vacíos que convertían la casa en un desconcertante laberinto.

¿Estaba maldita su fortuna? ¿Construyó Winchester un laberinto para confundir a los espíritus vengativos? ¿Se celebraban sesiones de espiritismo en la mansión todas las noches?

La respuesta a la mayoría de estas preguntas fue negativa, pero una vez que el célebre mago Harry Houdini la visitó y dijo a los propietarios que la comercializaran como la "Casa del Misterio Winchester", su carrera comercial estaba asegurada. Acaba de celebrar su centenario y sigue siendo una atracción popular en la bahía de San Francisco. Puedes hacer el recorrido "Walk with Spirits", asistir a una sesión de espiritismo o, como novedad este otoño, sumergirte en las espeluznantes veladas "Unhinged: Housewarming".

La mansión fue una de las inspiraciones de la novela clásica de Shirley Jackson de 1959 La Maldición de Hill House, una novela gótica clave que retrata una casa como reserva de energía maligna. El famoso párrafo inicial nos dice que la casa "se erguía sola contra sus colinas, guardando la oscuridad en su interior". En la novela, un grupo de investigadores de lo paranormal se aloja en la casa, de la que tardan en darse cuenta de que se alimenta de poderes psíquicos perturbados que conjuran resentimientos asesinos enterrados en el tiempo.

Desde el éxito del libro (y gracias a las novelas de Stephen King, a los programas de televisión "auténticamente" paranormales y a las películas de found-footage como Paranormal Activity) nos hemos acostumbrado a la idea del Bad Place, la casa en la que traumas o atrocidades del pasado se han filtrado en la atmósfera y quedado atascados en la repetición.

He aquí cómo el libro de Jackson sigue inspirando el turismo de casas encantadas, y dónde se pueden visitar otros evocadores Bad Places.

Palacio de Blenheim, situado en un lago de Oxfordshire (Inglaterra)

Situado en un lago de Oxfordshire (Inglaterra), el palacio de Blenheim fue un escenario escalofriante para la película de 1973 La leyenda de la casa del infierno, inspirada en la novela gótica de Shirley Jackson.

Fotografía de Andreas von Einsiedel, Getty Images

El legado de Hill House

En el prefacio de su bestseller, Jackson confesó que la idea de su historia de fantasmas la había tomado de una extraña investigación sobre hechos reales realizada en 1897 por la Sociedad para la Investigación Psíquica, con sede en Londres. La Sociedad (que aún existe) formó un Comité de Casas Embrujadas y envió a la dudosa "psíquica sensitiva" Ada Goodrich-Freer a investigar las acusaciones de embrujamiento en Ballechin House, en Escocia. El libro de la investigación, respaldado aristocráticamente por el marqués de Bute, causó todo tipo de revuelos en las páginas de cartas del London Times, y muchos condenaron la ingenuidad de los investigadores.

La novela de Jackson fue filmada en 1963, con gran éxito, como The Haunting. El director Robert Wise utilizó Ettington Park Hall, en Warwickshire (Reino Unido), para los inquietantes exteriores. El palacio era una antigua propiedad de la familia Shirley, que se remonta al Libro de Domesday, pero fue reconstruido en el siglo XIX en estilo neogótico, con arcos apuntados y ladrillos policromados. Algunos afirman que la mansión está embrujada, por ser un antiguo palacio familiar en la región de Shakespeare. Un anciano fantasma victoriano se pasea al anochecer, mientras que se dice que "Lady Emma" se desliza por los pasillos de noche. Sin embargo, ahora que es un hotel de 4 estrellas muy frecuentado por bodas, no se le da tanta importancia.

También inspirada en el libro de Jackson, la película de 1973 La leyenda de la casa del infierno mostraba los detalles barrocos de ángulos agudos del palacio de Blenheim, en Oxfordshire. El palacio fue construido por el arquitecto y dramaturgo Sir John Vanbrugh para el héroe británico Duque de Marlborough, que había obtenido una famosa victoria en la batalla de Blenheim en 1704. La gran casa fue el lugar de nacimiento del descendiente más famoso del primer duque, y otro héroe de guerra, Winston Churchill.

Para la reciente serie de Netflix, adaptación libro La Maldición de Hill House, el director Mike Flanagan utilizó el exterior gótico de Bisham Manor, en Lagrange, Georgia. Esta mansión, en manos privadas, sí parece adecuadamente gótica, pero en realidad tiene menos de 30 años.

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    En las montañas de Transilvania, el castillo de Bran se comercializa como "el castillo de Drácula",

    En las montañas de Transilvania (Rumanía), el castillo de Bran se comercializa como "el castillo de Drácula", aprovechando el inquietante escenario de la novela Drácula de Bram Stoker.

    Fotografía de Sean Gallup, Getty Images

    Castillos vampíricos y otros espacios góticos

    Para los admiradores más aventureros de las novelas góticas y las casas encantadas, el castillo de Bran, en Transilvania (Rumanía), pretende ser la inspiración del melancólico prefacio de Drácula, la novela de Bram Stoker de 1897. Stoker nunca visitó la región, pero construyó la guarida del vampiro a partir de libros de viajes, conversaciones con su hermano, que había viajado por los Balcanes, y su febril imaginación.

    El castillo de Bran recibe turistas, a diferencia de la Villa Diodati, situada a orillas del lago Lemán, en Cologny (Suiza). Este fue el lugar donde, en 1816, los poetas románticos Lord Byron y Percy Shelley y su séquito intentaron divertirse asustándose contando historias de fantasmas durante una tormenta particularmente violenta. El encuentro impulsaría a la adolescente Mary Shelley a escribir Frankenstein y al muy apocado médico de Byron, John William Polidori, a escribir El Vampiro. Villa Diodati es propiedad privada, y las vallas de seguridad mantienen alejados a los curiosos.

    No sólo las casas solariegas o las mansiones campestres inspiran aires góticos. Durante un tiempo, las fábricas abandonadas de Detroit se erigieron en símbolos de todo un orden económico y social industrial que llegaba a su fin. No es de extrañar que este paisaje aparezca en películas de terror recientes, como It Follows (2013), No Respires (2016) o Barbarian (2022).

    También parecen asustarnos los exteriores de las prisiones o los manicomios, esas instituciones en expansión cuyas ruinas nos persiguen con la muerte de cierta creencia optimista de que un periodo de tratamiento institucional podría mejorar a las personas. El último de los llamados "manicomios monstruosos", como el Willard Asylum for the Chronic Insane de Ovid, Nueva York, cerró en la década de 1990.

    Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, a veces recurría a la casa como metáfora de la psique humana, un lugar con muchos secretos encerrados en sótanos o dormitorios olvidados. Freud, ávido lector de historias góticas, sostenía que lo gótico inspiraba sentimientos de lo unheimlich. A menudo traducido como "siniestro", el original alemán significa poco hogareño, y esto llega precisamente a lo que nos inquieta de los cuentos de casas encantadas: la irrupción de algo horripilante o profano precisamente en el lugar que siempre pensamos que era el espacio más seguro.

    El gótico repite una y otra vez esta angustia en un bucle sin fin, tratando de apuntalar nuestra sensación de hogar, sabiendo todo el tiempo que lo impío siempre acecha en las sombras de las habitaciones polvorientas, en el crujido de las escaleras o a lo largo de las vistas de los pasillos vacíos.

    Roger Luckhurst publicó Gothic: An Illustrated History en 2021, y ha escrito historias culturales de la investigación psíquica, los zombis, los vampiros y las momias.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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