Los 10 mejores hoteles de España según cada tipo de viajero

España ofrece una gran variedad de estancias inolvidables en sus diversas regiones, desde las vibrantes calles de Barcelona hasta el encanto histórico de Sevilla. Tanto si estás explorando los centros culturales de Madrid y Bilbao como si buscas una tranquila escapada a una isla en La Palma o Mallorca, estos alojamientos seleccionados ofrecen una equilibrada combinación de lujo, confort y experiencias únicas, cada uno de ellos reflejando el carácter distintivo de su entorno.

Hotel Palace, Barcelona

Lo mejor para: Entusiastas de la cultura  

Desde su creación en 1919 como primer hotel de cinco estrellas de la ciudad, el inquebrantable orgullo por el patrimonio local se refleja en las experiencias culturales de este establecimiento. La sala de recepciones Great Hall del Hotel Palace Barcelona ofrece una galería rotatoria de obras de arte emergentes de la región, así como actuaciones musicales. Las seis Art Suites reproducen las preferencias de huéspedes famosos como Salvador Dalí. Situado a un corto paseo de La Pedrera y la Casa Batlló de Gaudí, "también animamos a los huéspedes a visitar pequeñas joyas ocultas como el recién inaugurado Museu de L'Art Prohibit, el primer museo que alberga arte censurado internacional en [irónicamente] un edificio histórico protegido", dice Arantxa Domínguez Garrido, responsable de comunicación del hotel.

Es bueno saberlo: Llévate a casa un pedacito de cultura de proveedores regionales selectos. "Nuestra fragancia de autor procede del perfumista artesano Carner Barcelona, y colaboramos estrechamente con Raima, una fantástica papelería familiar" dice Garrido. 

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Finca La Donaira, Montecorto, Málaga

Lo mejor para: Eco-entusiastas

Situada en la biodiversa Serranía de Ronda, la Finca La Donaira es un cortijo restaurado de nueve habitaciones que alberga un exclusivo retiro ecológico, una granja biodinámica y un centro ecuestre para caballos lusitanos. Los huéspedes se nutren en cuerpo y alma con comidas "de la semilla al plato" en los huertos ecológicos y medicinales del lugar y en una granja de 700 hectáreas de prados, robles y antiguas ruinas. Participar en actividades programadas es otra forma de apreciar el entorno. "Una experiencia especial que refleja la esencia del hotel es el shinrin-yoku, una práctica japonesa que combina naturaleza y atención plena junto a [en nuestro caso] burros andaluces casi extintos", dice Ronald Jacobs, director general de Finca La Donaira.

Es bueno saberlo: Para los viajeros aventureros, se pueden organizar caminatas guiadas y excursiones a las Ruinas de Acinipo, así como actividades al aire libre, como parapente y escalada en roca.   

Marbella Club, Marbella

Lo mejor para: Diversión en familia

Un complejo familiar de lujo junto al mar con dos piscinas al aire libre, pistas de tenis, un centro ecuestre y jardines subtropicales. Lo más destacado de este hotel de 115 habitaciones y 16 villas es el gigantesco club infantil de 5000 metros cuadrados. Para los huéspedes de 4 a 14 años, las actividades van desde clases de pintura y cocina hasta experimentos científicos supervisados y jardinería, mientras los padres disfrutan de un descanso en el spa o en el campo de golf vecino. Cuando estés listo para reagruparte y explorar, los cascos antiguos de Marbella y Puerto Banús están a pocos minutos o, un poco más lejos, puedes visitar pueblos pintorescos como Estepona y Ronda. En coche, las familias con niños pueden conducir 20 minutos desde el hotel para pasear por los bosques cercanos, o desde Estepona (a 20 minutos en coche de la costa occidental), para disfrutar de una excursión de avistamiento de delfines.

Es bueno saberlo:  En la recién inaugurada ampliación, Finca Ana María, "los niños pueden embarcarse en búsquedas del tesoro, escuchar emocionantes cuentos bajo el árbol de los cuentos o aprender sobre biodiversidad", dice la directora del Club Infantil, Marta Arrese.

Palacio de Villapanés, Sevilla

Lo mejor para: Amantes de la arquitectura

Protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2009, este hotel clásico está "considerado una importante construcción barroca del siglo XVIII que conserva la mayor parte de sus elementos arquitectónicos originales", explica el director general del Palacio de Villapanés, Jesús Bonilla. Todas las habitaciones (que fueron residencia de la marquesa de Villapanés) tienen elementos de época: la Suite Torreón, por ejemplo, tiene techos artesonados y una bañera de mármol del siglo XIX. En las zonas comunes, los huéspedes pueden admirar detalles como la puerta de triple arco y el patio de columnas con una fuente en forma de hexágono, junto con puertas, contraventanas y techos de madera hechos a mano.

Es bueno saberlo: Las principales atracciones históricas de la ciudad están a poca distancia a pie. Destacan la Catedral de Sevilla, la catedral gótica más grande del mundo, y el Real Alcázar, una maravilla del diseño de palacios multiculturales construidos a lo largo de los siglos.

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Grand Hotel Son Net, Mallorca

Lo mejor para: Románticos

Cerca del tranquilo pueblo de Puigpunyent y con la Sierra de Tramuntana (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO) como espectacular telón de fondo, esta casa señorial del siglo XVII, vestida con lujosos tejidos y muebles antiguos, es un sueño de cuento de hadas hecho realidad. Las 31 habitaciones y cabañas, decoradas con esmero y encanto de época, inspiran momentos románticos, al igual que el ornamentado Green Bar y el restaurante Mar & Duix, donde las parejas pueden disfrutar de cocina clásica acompañada de actuaciones musicales en directo. El recién estrenado spa, con una lujosa piscina de agua salada, espacios al aire libre con vistas a los viñedos y un huerto privado, completan el ambiente relajado e íntimo.  

Es bueno saberlo: Para una memorable escapada à deux, el hotel ofrece excursiones en velero a las playas menos conocidas y calas escondidas de la isla o para contemplar las puestas de sol desde las orillas de Cabo Formentor.      

Gran Hotel Mas d'en Bruno, Priorat (Tarragona)

Lo mejor para: Enófilos  

A dos horas en coche de Barcelona, el Mas d'en Bruno, con 24 suites, se encuentra en la galardonada región vinícola del Priorat, hogar de robustos tintos cosechados en empinados viñedos en terrazas. Los amantes del vino pueden elegir entre tratamientos de vinoterapia en el spa y "catas de vino con el sumiller residente en la nueva bodega o en los viñedos, o una clase magistral de vino con un experto local de renombre, llena de anécdotas y un paseo por nuestros viñedos de 50 años", dice Jesús Heras, director general de The Stein Group. "Para promocionar a los viticultores locales entre nuestros visitantes, [los restaurantes Tarraco y Vinum y el Bruno's Bar] ofrecen más de 200 vinos, el 70% de los cuales proceden del Priorat".

Es bueno saberlo: Después de visitar las populares bodegas locales Perinet y Clos de l'Obac, participa en la experiencia de observación de estrellas del hotel (disponible cada dos semanas), que se completa con un experto en astrología y un cóctel temático.

Mandarin Oriental Ritz, Madrid

Lo mejor para: los amantes de comer bien

El célebre chef Quique Dacosta, galardonado con una estrella Michelin, supervisa los cinco comedores del hotel, incluida la decoración. El Palm Court, con techo de cristal, sirve un desayuno clásico y té por la tarde junto al íntimo Champagne Bar, que ofrece burbujas y caviar de la mejor calidad. En el exterior, el frondoso Ritz Garden ofrece paellas y barbacoas. El bar de cócteles Pictura sirve bebidas creativas en un espacio dorado con retratos de famosos locales vestidos de época, un guiño creativo al cercano Museo del Prado. El restaurante Deessa, con dos estrellas Michelin, lleva a los comensales a un viaje epicúreo de tres horas a través de "Históricos", un exquisito menú degustación con los platos de autor de Dacosta.    

Es bueno saberlo: El Salón Condesa Maslov, el comedor privado de Deessa, lleva el nombre de Margaretha Geertruida Zelle, más conocida como la infame espía holandesa Mata Hari. Utilizó el seudónimo al reservar una estancia en 1916.

The Artist – Grand Hotel of Art, Bilbao

Lo mejor para: Aficionados al arte

Un emplazamiento privilegiado con vistas al Museo Guggenheim Bilbao y a la escultura floral Puppy de Jeff Koons sirve de marco a la colección de obras de arte contemporáneo del hotel, repartidas por los renovados espacios del establecimiento. "Aunque actualizamos continuamente nuestras instalaciones, este año hemos completado importantes renovaciones y un cambio de marca", afirma el director de marketing, Erik García Blanco. Un millón de veces 120, una pieza animada compuesta por 120 relojes en continuo movimiento, es una de las más destacadas. También lo es Fossil Cypress, una torre vertical rellena de piedra, obra del artista Javier Mariscal, cuyas caprichosas pinturas adornan las 10 modernas suites del establecimiento.

Es bueno saberlo: Para adentrarse en la cultura artística local, el hotel organiza visitas privadas al Guggenheim, al vecino Museo de Bellas Artes y al distrito artístico de Abandoibarra.  

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Faro Punta Cumplida, La Palma, Islas Canarias

Lo mejor para: Talasófilos  

El faro, inaugurado en 1867, cuenta con un pasado heroico que se remonta a la II Guerra Mundial. Según cuenta la historia, un acorazado británico naufragó cerca de La Palma. 97 marineros náufragos sobrevivieron al ataque al ser avistados por la linterna de la propiedad tres días después. Las tres suites, de distintos tamaños y decoración, ofrecen una cesta de desayuno y vistas al océano Atlántico. Sin embargo, para disfrutar del mejor punto de vista tendrás que subir los 155 escalones hasta el mirador, un lugar ideal para disfrutar de una copa de vino y una impresionante perspectiva junto al mar.

Es bueno saberlo: Los alrededores son salvajes e ideales para practicar senderismo y ciclismo de montaña. "La más chula en la que participé fue una ruta desde la cumbre del Roque de los Muchachos hasta la piscina infinita del faro", dice Tim Wittenbecher, cofundador de Faro Punta Cumplida.

Casa Beatnik, Vedra, A Coruña

Ideal para: Devotos del diseño

La fachada rosa intenso de Casa Beatnik, una casa solariega restaurada del siglo XVIII, es la primera pista de que no se trata de un hotel rural corriente. La llamativa piscina de azulejos rojos es la segunda de muchas rarezas de diseño. "Nuestra estética se inspira en tres países que me son muy queridos: Marruecos, por sus suntuosas combinaciones de color y su sublime artesanía; Francia, por su música y su confianza artística; e Italia, por su adecuada dosis de refinamiento y garbo", dice el fundador Daniel Alonso. A 20 minutos en coche de Santiago de Compostela, el ambiente chic y artístico se extiende a los restaurantes Tribu y Bambola, donde se sirve comida gallega contemporánea y platos internacionales. Para mejorar tu estancia, reserva una lujosa yurta siguiendo los modelos de Kirguistán, disponible todo el año.

Es bueno saberlo: Para inspirarse artísticamente, el hotel ofrece paseos guiados a las ciudades de Santiago de Compostela, A Coruña o Lugo, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y los más intrépidos pueden emprender una peregrinación personal por el legendario Camino de Santiago.