EE. UU. tiene un pedacito de Europa en cada uno de sus mercadillos navideños; estos son los mejores
Con su pirámide de Glühwein de 10 metros de altura y artesanos procedentes de Alemania, el Christkindlmarkt de Indiana, en Carmel, atrae cada año a cientos de miles de visitantes.
Europa, especialmente Alemania, es famosa por esos mercadillos navideños tan entrañables (aunque con un pasado un tanto oscuro) y que tan mágicamente aportan a la época una sensación de cuento de hadas. Como no podía ser de otra forma, en Estados Unidos hace tiempo que importaron la tradición, logrando una interesante mezcla de influencias y estéticas en la que se dan cita las costumbres europeas al tiempo que se celebra el patrimonio cultural de cada una de las ciudades norteamericanas que, cada vez con más pasión, deciden darle un toque europeo a sus festejos navideños.
Kerstmarkt, Holland, Michigan
Fines de semana hasta el 21 de diciembre
Fundada por inmigrantes holandeses en la década de 1840, a unos 50 kilómetros de Grand Rapids, el mercado de Holland es un pedacito de los Países Bajos en EE. UU. La ciudad cuenta incluso con una fábrica de zapatos de madera. "La cultura holandesa sigue viva en la comunidad, con el festival Tulip Time en mayo y edificios como nuestro molino de viento, que reflejan la herencia holandesa", dice el residente Kris Van Haitsma.
El Kerstmarkt de Holanda (mercado navideño en holandés) es una tradición anual muy querida desde hace 27 años. Los puestos de madera llenan el mercado de la calle 8, en el centro de la ciudad, y ofrecen artículos de los productores de la zona. Busqca artículos hechos a mano, desde bolígrafos hasta escobas y calcetines de lana de una granja de ovejas, dice Van Haitsma, cuya granja Mud Lake Farm prepara un refresco de saúco y chai sólo para el Kerstmarkt.
Además de encontrar regalos únicos, podrás degustar delicias holandesas como stroopwafels (galletas de gofre rellenas de caramelo); conocer a Sinterklaas, el Papá Noel holandés; y escuchar conciertos de campanas y villancicos con sus integrantes vestidos a la usanza de Dickens.
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Mercado Christkindl de Texas, Arlington, Texas
Hasta el 23 de diciembre
Arlington, Texas, sabe todo sobre el espíritu de dar. La ciudad "adoptó" la localidad bávara de Bad Königshofen en 1951, enviando alimentos y ropa a los refugiados que huían de Alemania Oriental. Las dos ciudades hermanas tienen un parque que lleva el nombre de la otra.
Esta historia inspiró el Mercado Christkindl de Texas, que celebra su decimocuarta edición. Arlington colabora con otra ciudad alemana, Rothenburg ob der Tauber (Rotemburgo en español y considerada uno de los lugares más encantadores de Baviera) para llevar la magia navideña y el encanto europeo a Texas. El mayor vendedor del evento, Käthe Wohlfahrt, es también la mayor empresa alemana de artículos navideños. Con sede en Rotemburgo, fabrica adornos tradicionales alemanes, como delicados adornos de cristal, juguetes de madera y cascanueces. Mientras echas un vistazo a los productos, no te pierdas la actuación de los Swiss Longhorns, un famoso cuarteto que toca trompas de 3 metros de largo.
Christkindlmarkt, Carmel, Indiana
Hasta el 24 de diciembre
El Carmel Christkindlmarkt de Indiana pretende ser un auténtico mercado navideño alemán.
La pirámide de Glühwein, una estructura de madera escalonada y llena de luces, es una de las señas de identidad de los mercados navideños de Alemania. Lo mismo podría decirse de este mercado de la ciudad de Carmel, situada al norte de Indianápolis. La versión de Carmel, de 10 metros de altura y 10 toneladas de peso, brilla con 3000 bombillas y constituye la pieza central de un evento minuciosamente detallado.
El principal objetivo es la autenticidad, afirma Maria Murphy, Directora General del mercado. "Desde sus inicios, el Carmel Christkindlmarkt siempre ha pretendido recrear la experiencia de visitar un mercado en un pequeño pueblo de Alemania", afirma. Y esto se extiende a la comida. "Un vendedor voló a Alemania sólo para traer un tipo específico de pan para que su equipo lo probara mientras planificaban el pan para sus döner kebabs", añade.
Pásate por el Werkstatt para ver trabajar a renombrados artesanos de la madera y sopladores de vidrio alemanes. Los niños pueden probar sus propias artesanías en la Kinderecke, mientras que las exposiciones de la Kulturecke exploran la historia germano-americana de Indiana: el estado fue un importante centro de inmigración alemana en el siglo XIX. Entre los indianos de ascendencia alemana destaca el escritor Kurt Vonnegut.
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Christmas Village, Baltimore, Maryland
Hasta el 24 de diciembre
Los compradores recorren algunas de las tiendas de Christmas Village, que celebra la herencia alemana de Baltimore, Maryland. A finales del siglo XIX, Charm City era el segundo puerto de entrada de inmigrantes europeos en Estados Unidos.
La herencia alemana de Baltimore se remonta a su fundación. Los colonos alemanes que ya vivían en la bahía de Chesapeake se encontraban entre los primeros residentes de la ciudad cuando se fundó en 1729. A finales del siglo XIX, Baltimore era ya el segundo puerto de entrada de inmigrantes europeos en Estados Unidos, después de Ellis Island, en Nueva York, con una cuarta parte de los habitantes de Baltimore alemanes de nacimiento o de padres alemanes.
Esta herencia se celebra cada año en el Christmas Village, que tiene lugar en el corazón del Inner Harbor, en West Shore Park. Caliéntate con un vaso de vino caliente en la pirámide de Glühwein (hecha a medida por un artesano alemán) y, a continuación, visita a más de 60 vendedores, y no dejes de probar la variedad de salchichas del puesto Best of Wurst. Date una vuelta en el tiovivo o sube a la noria de 19 metros para contemplar el Inner Harbor y las luces parpadeantes de Charm City.
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Navidad en Natchez, Mississippi
Hasta el 25 de diciembre
Fundada por los franceses en 1716 y llamada así por los habitantes indígenas originales de la zona, Natchez es el asentamiento continuo más antiguo del río Misisipi. Durante las fiestas, la "capital navideña del Sur" aprovecha al máximo su espectacular ubicación, encaramada en un acantilado con vistas al río.
La Navidad en Natchez, de un mes de duración, transforma el centro histórico, con un árbol de Navidad de 10 metros de altura en Main Street y muestras representativas de Kwanzaa y Janucá. El pueblo navideño europeo ofrece numerosos puestos para curiosear. Y las actuaciones de villancicos animan el Memorial Park, donde los gigantescos robles constituyen un telón de fondo memorable para las exposiciones navideñas iluminadas con temas de canciones infantiles.
Solvang Julefest, Solvang, California
Hasta el 5 de enero de 2025
Edificios con entramado de madera y un molino de viento reflejan la historia danesa de Solvang, California.
Durante el Julefest, el parque de Solvang cobra vida con espectáculos festivos de luz y música.
Edificios con entramado de madera y un molino de viento reflejan la historia danesa de Solvang, California.
Durante el Julefest, el parque de Solvang cobra vida con espectáculos festivos de luz y música.
En esta ciudad, situada a menos de una hora en coche al norte de Santa Bárbara, uno puede visitar Dinamarca sin salir de Estados Unidos. "Solvang es una ciudad de colonización danesa, fundada en 1911, que aún conserva sus detalles de diseño, estilos arquitectónicos y ambiente daneses", dice el alcalde Mark Infanti. El Julefest anual ofrece "un trocito de las fiestas danesas".
Las visitas guiadas a la luz de las velas (algunas noches hasta el 28 de diciembre) conducen a los visitantes por las calles bordeadas de edificios medievales con entramados de madera. Por el camino, podrás cantar villancicos y conocer las tradiciones danesas y la historia local.
Maravíllate con el espectáculo de luces y música que se celebra cada noche en el parque de Solvang, o contempla las coloridas luces navideñas por todo el valle de Santa Ynez en el tranvía de Solvang (chocolate caliente incluido). De vuelta a la ciudad, no pierdas de vista a los nisser (gnomos daneses) escondidos por el centro: encuéntralos a todos para llevarte un recuerdo de Solvang.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
Karen Carmichael es colaboradora habitual de National Geographic Travel y fue editora del libro Best of the World de National Geographic. Síguela en Instagram.