Los 10 mejores descubrimientos con un detector de metales casero
5 de junio de 2013
1946- En busca del dinero robado en el patio: El uso de un detector de minas prestado del Ejército de los EE.UU. hizo que unos inspectores postales descubrieran $ 153.150 enterrados en el patio trasero de un empleado de correos fallecido que había robado dinero. El botín se había escondido en tarros y latas; y enterrado a tres metros bajo la superficie.
1952- Descubrir el tesoro del pirata: Con sede en Massachusetts, el cazador de tesoros Edward Rowe Snow, en una visita a una pequeña isla frente a la costa de Nueva Escocia, utilizó un detector de metales y tablas viejas para encontrar ocho doblones españoles del siglo 18 y las partes de un esqueleto que todavía estaba agarrando las monedas en su mano. Se cree que el tesoro provenía de un galeón español capturado por piratas en 1725.
1966- Mina de oro perdida: En Texas, un grupo de cazadores de tesoros con detectores de metales informaron de que habían vuelto a descubrir la mina de oro perdida San Saba, que había sido abandonada por los españoles en 1758, cuando fueron invadidos por los indios Comanche.
1966- Enterrado Modelo T: En Detroit, un grupo de personas descubrió lo que parecía ser un Modelo T de Ford que un hombre había enterrado en su patio trasero en 1926, para preservarlo para la posteridad.
1974- Instituto de objetos perdidos: En Florida, el detector de metales aficionado Roy Lloyd encontró un anillo de la clase de 1926 de secundaria con las iniciales "MB". Finalmente encontró al dueño del anillo, Miles Baker, que lo había perdido 48 años antes en el muelle de la ciudad.
1974/1975- Conspiración de combustible: Richard H. Lester, un aficionado cazador de tesoros, utilizó un detector de metales para encontrar una bala en una propiedad del ferrocarril en Dallas, cerca de la zona donde fue asesinado el presidente John F. Kennedy. El FBI finalmente determinó que la bala era de un tipo diferente a los conocidos por el presunto asesino Lee Harvey Oswald.
1976- Cerca del Patio Escolar: En Alabama, James Garigues buscaba, cerca de una escuela secundaria, monedas antiguas y encontró un proyectil de tanque al que las fechan de la Segunda Guerra Mundial. La cáscara se eliminó con éxito por un equipo de demolición militar.
1984- Batalla: Un voluntario de arqueología encontró un hueso de un dedo que llevaba un anillo en Little Bighorn, donde las tropas del teniente coronel George Custer fueron exterminados por los sioux en 1876.
1997- Confederación Shell: En Virginia, dos jóvenes con un detector de metales desenterraron un proyectil de artillería en el patio trasero de su abuelo.
2008- Cáliz de oro: Mike DeMar, buceador en Key West, encontró un cáliz de oro en un barco del tesoro español que se hundió en 1622.