7 de octubre de 2010
Rusia es un país rico en recursos minerales y energéticos. El mítico río Volga, el más largo de Europa, atraviesa el país de norte a sur hasta desembocar en el Mar Caspio. La inhóspita y gigantesca Siberia abarca más de la mitad del territorio ruso, aunque en ella vive menos de la quinta parte de la población. Los obreros siberianos trabajan duro para arrancar a la tierra helada gas natural, petróleo, carbón, oro y diamantes. Otras materias primas, como las pieles y la madera, también son fuente de las codiciadas divisas.
Rusia estuvo bajo el dominio de los invasores mongoles entre 1240 y 1380. En 1547 Ivan IV, un príncipe moscovita, adoptó el antiguo título de zar ("césar" en lengua rusa). Él y sus sucesores unificaron el territorio y comenzaron la conquista de lo que actualmente es Siberia.
Rusia comenzó a mirar a Occidente a partir de 1698, cuando Pedro el Grande regresó de sus viajes por Europa. A la vez que conquistaba territorios a lo largo del litoral del Mar Báltico, construyó para su reino, hasta entonces sin apenas salida al mar, una capital portuaria, San Petersburgo (llamada Leningrado entre 1924 y 1991), y formó la primera armada rusa. Al comenzar el siglo XX Rusia era un enorme imperio.
La abdicación forzosa de Nicolás II en marzo de 1917 puso fin al reinado de los zares. En noviembre de ese mismo año Vladimir Ilyich, Lenin, alcanzó el poder y trasladó la capital a Moscú, en el interior del país. El nuevo estado comunista se encerró en sí mismo, expandiendo su territorio a la vez que se enfrentaba a Occidente. La Unión Soviética llegó a estar formada por 15 repúblicas. Los estadistas soviéticos trasladaron de una república a otra a poblaciones enteras, unas veces como castigo y otras como recompensa. Estos traslados solían reubicar a la fuerza a minorías étnicas en las regiones del este (a menudo, Siberia) a fin de reemplazarlas por pobladores rusos, encargados de enseñar la lengua rusa, de organizar (y, con frecuencia, dominar) los partidos comunistas locales y de hacer efectivas las decisiones provenientes de Moscú. Tras la Segunda Guerra Mundial, el ejército y las fuerzas de seguridad soviéticas mantuvieron la cohesión del Estado, a la vez que extendieron el control soviético por Europa del Este.
Con la llegada al poder de Mijail Gorbachov en 1985 se pusieron en marcha planes para una drástica reestructuración económica (perestroika), pronto seguidos por una apertura política sin precedentes (glasnost). La Unión Soviética se disolvió tras el fallido golpe de estado de 1991, dando lugar al renacimiento de Rusia y al surgimiento de 14 repúblicas independientes, en las que las minorías rusas suponen un total de unos 20 millones de personas. Rusia trata de proteger a estas minorías, mantener su influencia económica sobre los recursos naturales (como el petróleo) y contener el separatismo dentro de sus fronteras (como en Chechenia).
ECONOMÍA
• Industria: Minería e industrias extractivas, construcción de maquinaria, astilleros, equipamientos para transporte ferroviario y por carretera, equipamientos para comunicaciones
• Agricultura: Cereales, remolacha azucarera, semillas de girasol, verduras; carne de vacuno
• Exportaciones: Petróleo y derivados del petróleo, gas natural, madera y productos de la madera, metales, pieles
—Texto de Gran Atlas del Mundo National Geographic